Steven

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-¿Con eso como te sientes? -preguntó el Dr. Harrow a la chica acostada en el sofá frente a el.

-Igual que la última vez que estuve acostada aquí padre -contesto Maya rodando los ojos fastidiada- creo que no es ético que tú padre de te de terapia.

-Maya -le reprochó Arthur cerrando la libreta que tenía entre sus manos- ningún psiquiatra quiere tratarte, tuve que hacer este centro para ti -se exaltó y señaló a su alrededor, una oficina blanca e impoluta con detalles en tonos grises y cuadros abstractos que decoraban las paredes- lo único que quiero es que estés bien y salgas adelante.

-Dios eres tan molesto cuando te lo propones -mascullo Maya jugando con el borde de su uniforme gris- no es mi culpa que no quieran tratarme -encogida de hombros quiso quitar la responsabilidad de ella, Arthur no hizo más que lanzarle una mirada sarcástica- ¡Esta bien! Que haya arrojado globos con material fecal en contra de algunos psiquiatras no me define como persona.

Maya solo pudo ver derrotado a su padre tapando su rostro con sus manos, cansado de lo mismo día con día y por más que quisiera, a Maya no le importaba una mierda lo que el quisiera, sonrió satisfecha de hacer enojar a su padre un día mas ¿Por qué? Eso ni ella misma lo sabía, solo sabía que el haber encontrado a su madre desangrándose en la bañera cuando tenía 9 años la había marcado por completo, antes de eso podría decir que tenía una niñez normal, su padre siempre había estado ocupado con su trabajo pero tenía tiempo para dedicarle a ella y su madre era una mamá normal hasta donde ella recordaba, la quería y siempre pasaban tiempo juntas hasta que un día de la nada cuando Arthur tuvo que salir de la ciudad por una conferencia la madre de Maya le dijo que saliera a jugar al patio, Maya se divertía jugando sola, siempre había tenido una gran imaginación para inventar juegos y entretenerse a ella misma, ese día mientras ella jugaba y recogía flores para un hermoso arreglo su madre moría en el segundo piso de su hogar, así sin más.

-Doctor Harrow perdone que lo interrumpa -menciono un enfermero irrumpiendo en la oficina- el paciente que estaba esperando acaba de ingresar.

-No te preocupes Derek hazlo pasar y en cuanto a ti Maya -suspiro Arthur volteando a ver cómo su hija jugaba con uno de los maniquíes de arte que se hallaban en la oficina haciendo que los muñecos adoptarán posiciones indecentes, no pudo hacer nada más que morir un poco más al ver qué a Maya le importaba tan poco su vida- Maya ve a la sala de televisión.

Maya solo rodó los ojos y se quejo en voz baja porque su padre no dejo que terminara de acomodar a los muñecos en la posición de vaquero invertido, a la salida de la oficina observo como el enfermero empujaba una silla de ruedas con un hombre entre unos 37 o 40 años, mordió su labio inferior y se detuvo a si misma de hacer un comentario sobre cuan caliente la había puesto el solo ver al tipo medio sedado, pero no podían culparla, el nuevo paciente tenía tal vez ascendencia latina, una piel canela y Maya podría apostar el postre de su cena a que tenía un cuerpo trabajado bajo ese uniforme sin personalidad que su padre los obligaba a usar. Algo que amaba Maya más que hacer molestar a su padre era hacerlo molestar al meterse con hombres mayores, sus daddy issues hacían molestar a Arthur más que nada y eso la hacia sumamente feliz a ella. Cruzo los ojos por un momento y le sonrió lascivamente al hombre el cual no reaccionó del todo gracias al cóctel de calmantes que circulaba en su cuerpo pero a Maya no le importo ya tendría tiempo para conocerlo más tarde.

"Señorita Harrow su medicamento" escuchó la voz de la enfermera encargada llamarla mientras Maya veía televisión, ella solo colgó la cabeza hacia atrás del mueble donde estaba para abrir la boca y ver la incomodidad de la enfermera al hacerle vaciar los medicamentos sobre la boca ya abierta de la chica, Maya trago secamente y volvió a abrir la boca para que la enfermera revisara que había tomado los medicamentos, cuando la enfermera salió de la vista de Maya ella escupió las pastillas y las escondió rápidamente en el bolsillo de su pantalón.

One Shots [Oscar Issac] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora