Jake

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Maya abrió los ojos como platos al escucharlo hablar español, estaba claro que esté no era Marc ni mucho menos Steven, miraba asustada a una tercera identidad que la miraba lascivamente mientras se relamía los labios al ver su cuerpo desnudo frente a él.

-Puedes decirme, preciosa ¿Dónde me encuentro? -preguntó el hombre sin dejar de admirar el cuerpo cubierto de sudor de la chica.

-Un psiquiátrico -murmuro Maya y no supo si alejarse de él y huir a su habitación o quedarse donde estaba.

-De seguro atraparon al idiota de Steven ¿O fue a Marc? -pregunto el riendo sarcástico- no me importa el hecho de que estés desnuda frente a mi, de hecho agradezco estar frente a una hermosa mujer como tú pero tengo que irme.

-No puedes escapar -menciono Maya tapándose con la sábanas mientras veía como el hombre se vestía rápidamente.

-¿Según quién? -preguntó divertido- ¿Tú?

-Mi padre, los guardias y la cerca electrificada que hay afuera -respondió ella buscando su ropa para vestirse, el hombre se asomo por la ventana y pudo ver la cerca de más de dos metros y uno que otro guardia dando rondines- ¿Cómo te llamas?

-Jake -respondió él dándole una mirada fugaz- Jake Lockley.

-Llévame contigo -suplico Maya acercándose a Jake y tomándolo de las manos, el frunció el ceño ante el toque de la chica y el como lo miraba esperanzada- por favor, haré lo que me pidas.

Jake sonrió de lado y pensó en follarla al cabo que ya llevaba un buen rato sin poder tomar el control del cuerpo y sin follarse a nadie igual si ya estaba desnuda cuando el apareció se debió estar tirando a Marc, el pensamiento de esa lindura follando con Marc lo enojó ¿Por qué ellos tenían que llevarse lo mejor? Si no era Steven con su estúpido tartamudeo que enloquecía a las mujeres, era Marc con su galantería llevándose lo mejor para él.

-Acércate preciosa -Dijo Jake tomando asiento sobre una de las sillas de la habitación y alargando su mano para tomar la de Maya- no muerdo -agrego sonriendo al ver cómo la chica aún temía de él- a menos que eso quieras -Dijo jalando a Maya para tirarla sobre sus piernas, la sujeto firmemente con una mano en la cintura y otra sobre sus piernas, no la dejaría escapar- ¿Harías lo que fuera para salir de aquí? -le pregunto desviando su mirada sobre las largas piernas desnudas de la chica.

-Si -respondió Maya excitada, había una oscuridad sobre ese tal Jake que la eclipsaba- lo que me pidas.

Jake no pudo evitar sonreír y deslizó su mano sobre las piernas de la chica llegando al borde de la sudadera que la cubría.

-En primer lugar nunca puedes decirle de mi existencia a Marc o Steven ¿Comprendes? -Maya no hizo nada más que asentir obediente- En segundo tendrás que ayudarme a conseguir un arma o algo con lo que pueda defenderme para que salgamos de aquí -añadió y Maya solo repitió su gesto asintiendo- Eres una preciosura.

Maya no entendió su español pero entendía vagamente que la estaba adulando al ver su sonrisa ladeada y el como deslizaba sus mano sobre sus piernas acariciándola suavemente, la chica se acercó lentamente y dejo un beso sobre la mejilla del hombre y se recostó sobre su hombro, este no hizo más que acercarla aún más a el protegiéndola con sus brazos ¿Qué le pasaba con esta mujer? De pronto sentía una necesidad de no soltarla nunca y protegerla ante todo, de seguro la cursilería de Steven era contagiosa.

-Y en tercer lugar -agrego Jake tomando el mentón de Maya para hacer que lo volteara a ver- aunque Marc o Steven tenga el mayor control del cuerpo, tu siempre vas a ser mía.

Jake vio como los ojos de la chica brillaron y dibujo una sonrisa enorme, ella asintió feliz y lo rodeo del cuello abrazándolo, no sabía que tan inestable mental era la chica al encontrarse también en ese psiquiátrico pero si veía lo necesitada de atención que estaba. Jake se levantó con Maya en brazos y se recostaron en la cama, en su mente comenzó a planear el como escapar de ese lugar, como siempre tenía que sacar de apuros a Marc y Steven y al final ellos terminaban llevándose los aplausos pero está vez sería diferente, no importaba que ellos se llevarán la gloria si el podía quedarse con la preciosura de mujer que dormía a su lado, se aseguraría que lo recordara a él y no a los demás, veía como dormía plácidamente mientras los primeros rayos de sol ya entraban por la ventana y se reflejaban en las largas piernas de Maya.

One Shots [Oscar Issac] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora