Una propuesta inesperada PT. 2

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Aquello me había dejado atónita y sin palabras. Sentía cómo mi corazón se aceleraba y mis manos comenzaban a temblar. ¿Escaparme con él? Era peligroso, no estaba muy segura de aquello. No podía negarme pero tampoco aceptar.

- No respondas ahora, ¿de acuerdo? si aceptas venir conmigo, pasaré a buscarte mañana a las 8 de la mañana, queda en vos si abres la puerta o no.

Solo pude asentir con la cabeza ante aquello y lo abracé con fuerza. Luego de aquello tuvo que marcharse, después de todo, debía preparar sus cosas para escapar.

Pensar tanto en eso me hizo dar un dolor de cabeza bastante fuerte, así que decidí irme a acostar y dormir un rato. Aunque ya había tomado mi decisión, no iría con él. Ya había renunciado a mi trabajo por él, ¿también debería renunciar a mi vida y mi libertad? es demasiado hasta para mí.

Me levanté a las horas por una pesadilla, ya casi estaba anocheciendo. Esa especie de pesadilla no salía de mi cabeza. Era Minho, tan hermoso como siempre, pero se alejaba de mi. Cada paso que daba me generaba un vacío y una angustia inexplicable. No podía moverme, tampoco casi respirar. Intentaba acercarme al pelinegro pero algo no me permitía moverme o hablar.

Fui al baño buscando darme una ducha para alejar aquellos pensamientos y sudor frío, pero no podía. Solo podía pensar en él, en cuánto lo quería y anhelaba estar entre sus brazos. ¿Valdrá la pena arriesgar y mandar todo a la mierda por aquel pelinegro?.
Mi mente ganó la primera lucha, pero mi corazón no se daba por vencido.

Estaba decidida a quedarme, pero la duda me carcomía. ¿Corazón o cerebro?, ¿impulso o razón?, ¿incertidumbre o arrepentimiento?.

Salí de la ducha, me sequé con la toalla y fui directamente hasta mi armario. Me puse ropa cómoda y comencé a acomodar y limpiar toda la casa, tampoco es como si tuviera mucho más para hacer, ¿o no?.

La medianoche estaba llegando y mi corazón no paraba de latir. Tenía un mal presentimiento, pero decidí ignorarlo, después de todo, me iba a arrepentir toda la vida si lo dejaba ir, o eso creía.

Para cuando las 12 marcaron en el reloj, yo ya tenía todas mis maletas preparadas. Estaba lista y nerviosa. Mis nervios incrementaron en cuanto escuché que tocaban la puerta. Minho había llegado muy temprano, ¿será que no podía con la duda de si iba o no? no lo sé, pero no perdí más tiempo y fui rápido hasta la puerta, tomándome unos segundos hasta abrirla.

- Amor! llegaste tempra- ¿qué haces vos acá?...

psychopathy- imagina con stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora