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La dulce voz de un ángel me vio obligado a abrir los ojos, inmerso en la más grande curiosidad de quién podría ser, ya que jamás había oído algo tan hermoso.

Mi sorpresa fue mayor cuando descubrí que la voz provenía nada más y nada menos que de mi precioso Jongin. Éste se encontraba al lado de la ventana que daba hacia la calle y entonaba canciones tan dulces como él, mientras miraba hacia el exterior, probablemente vislumbrando la lluvia que caía sin prisa por fuera.

Tuve que reincorporarme después de un tiempo en el que fingí estar dormido y, ante el movimiento, la voz de JongIn se detuvo y volteó a verme.

—Despertaste —murmuró con una bella sonrisa en sus labios.

—¿Qué pretendías? —Reí.

Se acercó a paso lento hacia mí y con cada pisada, más me sentía atrapado en su mirada y mi corazón más se apresuraba. Cuando finalmente llegó a mi lado, se acercó sin más hacia mí boca y comenzó a devorar mis labios con premura y deseo, recordándome a aquellos besos al comenzar nuestra relación, feroces y desesperados. Su lengua comenzó a bajar por mi mandíbula hasta llegar a mi clavícula, lugar en donde perdía completamente la razón gracias a sus labios, dignos de cualquier cosa que deseara.

—¿Podemos echar un polvo rápido? —Instó en mi pecho con delicados besos.

Inmediatamente lo alejé suavemente con cierta molestia en mi mirada.

—¡JongIn! —Exclamé en queja—. Dijiste que hablaríamos hoy.

—¿Qué? Será rápido.

Al parecer no entendía la situación por la que estábamos pasando. No lo culpo tampoco, porque lo consentí mucho en cuanto a sus juegos.

—¿Para qué quieres saber qué me gusta o qué no? —Bufó cansado de la conversación—. Me conformo con que me quieras.

—Precisamente por eso, no puedo quererte si ni sé quién eres.

Y la verdad me dolía de que las cosas se hubieran vuelto así, pero lo gracioso es que me di cuenta tarde de todas estas crisis, ya que vivía ensimismado en mi trabajo.

—Creo que exageras —rio.

—No, JongIn —a esta altura ya me molesté—. Dime, ¿cuándo es mi cumpleaños? ¿cuándo es nuestro aniversario? ¿cuál es mi película favorita? ¿cuál es mi pasatiempo? —Mi voz a medida que hablaba más y más se iba debilitando y parecía un quejido más que otra cosa.

—Eso es fácil —sonrió soberbio.

Alcé una ceja.

—Te escucho.

—Eh... ¿Veintiuno de febrero? —Le hice una señal de que siguiera—, nuestro aniversario es el catorce de mayo... La película... era una de terror, ¿cierto? Y te gusta ver televisión.

Largué un fuerte suspiro ante la sonrisa radiante de JongIn, como si hubiera ganado el mayor de los premios, pero no pude evitar matarlo con una mirada cargada de ira.

—Mi cumpleaños es el doce de enero, nuestro aniversario el trece de enero, odio las películas de terror y no, son las de fantasía, también detesto ver televisión —hice un gesto con las manos como si lo que dijera fuera muy obvio—, que vea las noticias por allí no significa que me guste. Me gusta leer.

—Jamás te he visto con un libro -reclamó molesto.

—Uso mi teléfono —suspiré nuevamente y me dejé caer en la cama, mientras divisaba distintas partes del techo de la habitación—. ¿Te das cuenta de a qué punto llegamos?

—Estuve cerca...

Si decía otra cosa más así, realmente me iba a largar de allí. Mientras más lo conocía, más molesto me hacía sentir.

Desconocidos / KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora