Capitulo 4

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Al día siguiente, su novia fue a visitarlo.

Yoongi la miró a través del cristal que los separaba y trató de encontrar algo que decir. Irene se veía adorable, como de costumbre, su cara en forma de corazón muy bonita y muy femenina.

Ella también parecía muy fuera de lugar.

—¿Cómo... cómo estás?—, Dijo al teléfono.

Yoongi sonrió con ironía. —¿Cómo crees?

—Tú... te ves bien—, dijo Irene después de un momento.

Casi se echó a reír.

Si ella sólo supiera.

Si ella sólo supiera lo mucho que le hubiera gustado no verse bien. Si hubiera sido feo, nadie le habría regalado una segunda mirada. Si hubiera sido feo, Jungkook - Yoongi empujó el pensamiento lejos. No; no iba a pensar en ello. No ahora, no con su novia aquí.

—Gracias—, murmuró, con torpeza. —¿Cómo va la escuela?

—Bien—, respondió Irene.

Un incómodo silencio se extendió entre ellos.

Yoongi la miró fijamente, evaluándola. La echaba de menos echaba de menos su vieja vida antes de todo esto. Él la amó. Y sin embargo... Se sentía tan desconectado de ella. Ella pertenecía a otro mundo.

Un mundo en el que él era sólo un chico promedio, que no obtenía manoseos públicos y folladas con los dedos de otro hombre.

Con su rostro caliente, Yoongi desvió la mirada y miró hacia abajo. —Tú no tienes que visitarme, ya sabes,— él dijo sin mirarla. —Tú no tienes que esperar por mí.
Un año es mucho tiempo.

Silencio.

—¿Tu quieres que te espere?

Suspirando, Yoongi se pasó una mano por la cara.

—No tengo derecho de pedirte eso. Yo la cagué, ahora estoy pagando por mi estupidez.— Él le dio una sonrisa torcida. —Tú no tienes que esperarme solamente si tu realmente quieres hacerlo

Sus ojos azules brillaban con lágrimas con tenidas.

Despacio, ella asintió.

—Su tiempo se ha terminado—, dijo el guardia, caminando hacia él. Yoongi colgó y dejó que el guardia lo guiara alejándose, con el corazón pesado.

Se dijo a sí mismo que era lo mejor. Irene no lo habría querido de todos modos si se enteraba lo que había estado sucediendo.

Era lo mejor.

* * *

Se convirtió en una rutina. Cada vez que estaban en las duchas, Jungkook deslizó un dedo en él, y para finales del mes, Yoongi estaba tan acostumbrado a ello que el dedo de Jungkook no encontró ninguna resistencia. En realidad... él había empezado a sentir como si un dedo no fuera suficiente. Él como que quería más. Y él realmente quería venirse, pero se negó a masturbarse con el dedo de Jungkook en él.

Se negó a darle a Jungkook la satisfacción.

Yoongi lo odiaba.

Lo odiaba y odiaba que últimamente había llegado al punto de tenerla medio-dura cuando ellos iban a las duchas. Odiaba que a él se le pusiera dura como piedra al momento en que el dedo de Jungkook tocaba el agujero de su culo. Odiaba que él comenzaba a retorcerse en el dedo de Jungkook.

Odiaba que él quería más.

Yoongi estaba tan frustrado sexualmente últimamente que se sentía como para golpear a alguien. Preferiblemente a Jungkook.

Se rompió dos semanas más tarde.

Estaban en las duchas de nuevo. Yoongi tenía la frente apretada contra la pared, mientras que Jungkook empujaba su dedo dentro y fuera de su agujero. Era demasiado lento y Yoongi no podía soportarlo. Él empujó hacia atrás, gimiendo cuando el dedo de Jungkook frotó con fuerza contra su próstata. Personas los estaban mirando, pero Yoongi no pudo obligarse a que le importe.

Él estaba demasiado ido para que le importara.

Él gimió cuando Jungkook empujó otro resbaladizo dedo dentro y comenzó a follarlo con ellos.

Se sintió bien.

Tan bien.

Yoongi cerró los ojos y, envolviendo su mano alrededor de su polla, comenzó masturbarse.

Trató de pensar en su novia, pero la gran mano de Jungkook acariciando su estómago y culo lo hizo imposible. Tenía los dedos de un hombre en su culo y le encantaba. Pero en ese momento, no le importaba cuan malo y sucio - y gay - era.

Yoongi gimió cuando los dedos de Jungkook comenzaron a moverse más rápido. Él quería venirse.

Él estaba ardiendo con ello. Acarició su polla, pequeños gemidos escapando de sus labios mientras Jungkook torturaba su próstata. Él no era gay.

No lo era. Pero Dios, se sentía tan bien.

Jungkook metió un tercer dedo en él, y la quemadura hizo a Yoongi gritar y correrse, temblando con todo su cuerpo, sus rodillas apenas sosteniéndolo.

Cuando Yoongi abrió los ojos, la realización de lo que acababa de suceder lo golpeó duro: Se vino con los dedos de Jungkook dentro de él. Otro hombre le había hecho acabar.

Y todo el mundo lo vio.

Aturdido, Yoongi saltó alejándose de Jungkook.

Se enjabonó todo, tratando de ignorar los silbidos.

Se negó a mirar a Jungkook.

* * *

Ellos no hablaron sobre ello.

Yoongi ignoró a Jungkook, y Jungkook le dejó ignorarlo.

La próxima vez que estuvieron en las duchas, Yoongi se tensó, esperando que Jungkook empujara sus dedos dentro de nuevo, pero no lo hizo.

Eso desequilibró a Yoongi.

Se dijo a sí mismo que se alegraba - y lo hacía. Ser penetrado con dedos en público iba más allá de lo mortificante.

Él se alegraba.















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Boys In Prison ▪︎Kookgi▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora