Capítulo 8

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Yoongi se dirigió a casa más tarde de lo habitual esa noche. Estaba oscureciendo ya, y apuró sus pasos. El distrito no era la parte más segura de la ciudad, incluso a plena luz del día, y después de un año en prisión, él todavía se sentía un poco incómodo en la oscuridad.

Yoongi eligió ir por el parque - era el camino más corto a casa - pero muy pronto, él lo lamentó. El parque estaba oscuro y silencioso, con varios postes de luz tenue iluminando al camino.

No había nadie alrededor.

Excepto que él se sentía observado.

Hizo que se le pusiera la piel de gallina.

Yoongi comenzó a caminar más rápido.

Su corazón se aceleró cuando escuchó pasos tras él.

No podía caminar más rápido sin echarse a correr, por lo que se mantuvo atento, diciéndose a sí mismo que no fuera ridículo. Un año en prisión no debería convertirlo en un maricón, joder. Él podía cuidar de sí mismo.

-¿Corriendo hacia casa a tu pequeña novia?

Yoongi se detuvo abruptamente. Su presión arterial se elevó, su pulso se disparó y su corazón empezó a palpitar. Se paró, inmóvil, mientras los pasos se acercaban a él.

Luego, se volvió lentamente.

Él era tan alto y ancho de hombros como Yoongi lo recordaba. Su pelo oscuro estaba un poco más largo.

No estaba afeitado.

Fue surrealista volver a verlo.

Jungkook se detuvo a unos cuantos pasos de distancia. Yoongi no podía leer bien su expresión mientras los oscuros ojos de Jungkook vagaban por todo su cuerpo.

Yoongi cruzó los brazos sobre su pecho. -¿Cómo... cómo escapaste de la prisión? ¿Cómo me encontraste?

-No me escapé-, dijo Jungkook, su expresión imposible de leer. -¿Y qué te hace pensar que estaba buscándote?

Yoongi se burló. -Sí, y nuestra reunión es sólo una coincidencia. Seguro.

Jungkook levantó la mano y tomó la barbilla de Yoongi, apretándola con fuerza. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Yoongi. Jungkook levantó las cejas con una sonrisa burlona. -Tu fuiste sólo uno de varios juguetes que tuve durante los seis años que estuve en prisión. Tu no eres nada especial, Ojos Azules.

Yoongi abrió la boca y la cerró antes de fruncir el ceño. -Bueno ¿Por qué crees que me importa? No estamos más en prisión. Se acabó. Soy heterosexual.

-Soy heterosexual, también-, dijo Jungkook.

-Bien.

-Bien.

Jungkook entró en su espacio personal.

Yoongi se humedeció los labios, su corazón comenzando a palpitar. -¿Jungkook?

Los ojos de Jungkook parecían infinitamente oscuros mientras miraba fijamente en él.

Yoongi sintió el calor propagarse a través de su cuerpo y una agitación extraña llenar su estómago.

Los segundos pasaban en silencio mientras el aire entre ellos se volvía pesado y espeso con la tensión.

¿Tenía Jungkook que pararse tan cerca?

Aléjate, maldita sea, se dijo a sí mismo enojado.

Él ya no era una cosa de Jungkook.

Él era normal.

Boys In Prison ▪︎Kookgi▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora