Promesa.

56 5 1
                                    

10 de diciembre de 1950.

Había despertado luego de haber dormido mucho rato, mi madre me dijo que me cambie y la ayude a ordenar la casa, ya que iba a ir alguien muy importante, y ella quería causar buena impresión.
Me puse un vestido rosa con un abrigo blanco, y con mi madre ordenamos los 2 pisos de la casa. Luego de un rato, llego un hombre de traje, muy elegante y alto.

- Hola señor Jacob, pase, lo estábamos esperando.-
Dijo mi madre muy amablemente, el señor traía una sonrisa en la cara, una sonrisa la cual me ponía un poco incomoda, pero no le dí importancia.

- Buenas tardes señora .. No me había contado que tenía una pequeña hija ¿Como te llamas pequeña?-

- Hola, me llamo Jennie.-
Le respondí sin tanto interés, ese hombre provocaba un ambiente tan tenso, no podía evitar sentirme nerviosa si estaba el cerca.

- Mi hija es un encanto, siéntese, si quiere le puedo servir algo para tomar!-

- No te preocupes Hana, estoy bien así, solo vine para que nos pongamos al día y hablar de si te voy a contratar o no.-

Subí a mi habitación, no me iba a quedar sentada en el sillón al lado de ese tipo. Al menos no hasta tenerle un poco de confianza.
No tenía mucho que hacer mas que jugar, mientras jugaba con mi casita de muñecas, vi de reojo por la venta.
Se veía como en la casa de los vecinos se había prendido la luz, una señora abrió la ventana, se parecía mucho a la mamá de Jisoo. De hecho, por un momento confirmé que era ella, pero, la había visto solo 2 veces, y nisiquiera le había visto bien la cara.

Habían pasado unas horas, bajé y mi madre con ese señor estaban tomando un vino, estaban muy relajados hablando.

- Madre, puedo ir al parque que está al frente?-
Mi mamá no me hizo mucho caso, pero me dijo que si, mientras seguía riéndose con el señor Jacob.

Me dirigía al parque, el sol estaba escondiéndose un poco, así que, el cielo estaba de un hermoso color morado.
Mientras me columpiaba, iba viendo cada detalle del cielo, sus nubes con apariencia esponjosa, idénticas al algodón de azúcar, la mezcla de los colores y las pequeñas estrellas que ya estaban apareciendo.
En eso que apreciaba, escucho la voz de unos niños,
volteo la mirada y me pareció ver a Jisoo con su hermano, de inmediato dejo de columpiarme para poder ver con mas claridad.

- ¿Jisoo?-
Dije mirándola con confusión, ella subió la mirada y me vio, de inmediato se acerca mas a mi y me abraza.

- Jisoo, no puedo creer que seas tu de nuevo.
Que agradable encontrarme contigo a cada rato, ya me esta empezando a gustar.-

Ella sonrió, fue la primera vez que la vi sonreir, y es uno de los momentos que está guardado en mi corazón.
Aun así, ella seguía confusa y sorprendida, nos sentamos en una banca que había en el parque.

- ¿Que haces aquí?-
Me preguntó mientras se reía

- Vivo aquí, tu que haces aqui?-

- Aquí vive gran parte de mi familia, las casas de todos están muy cerca, mi madre dice que lo mas probable es que no volveremos a Corea.-

- ¿En serio no vas a volver a Corea? es una pena, aunque yo tampoco lo voy a hacer, me gustaría tanto poder estar allá, lamentablemente no voy a poder ir en un buen tiempo.-

Las dos nos miramos con una mirada triste, nosotras necesitábamos estar en nuestro país, aunque eso nos costará la vida, yo quería ver a mis abuelos, a mis amigos y a mi familia. Lamentablemente, ellos estaban atrapados en Corea mientras los mataban a uno por uno.

- Intentemos no estar tristes, ¿Sabes que? si vivimos cerca, le puedo preguntar a mi mamá si puedes ir a dormir a mi casa!-

- Jennie, dudo demasiado que me dejen, ya sabes como es mi madre.-

-Tu madre es así por que no me conoce ni a mi ni a mi mamá, pero tu no te preocupes, eso se arreglará con el tiempo.-

Jisoo bajó volteó la mirada hacia otro lado, tratando de evitar el tema, yo no sabía por que le incomodaba tanto hablar de su madre.
Nos habíamos quedado calladas por unos minutos, hasta que rompo el silencio un poco.

- Y bueno, ¿Por que viniste? Yo vine por que me moría del aburrimiento en mi casa, mi mamá invitó a un hombre que si te soy sincera, no me cae muy bien, y eso que recién hoy lo conocí.-

- ¿Como te puede caer mal alguien que recién conoces?
Quizás es buena persona.-

- ¿Bromeas? es obvio que algo quiere, simplemente algo me dice que trama algo. No me cae bien, y si me perdonas, me voy a mi casa.-

Jisoo intentó despedirse de mi, pero yo ya estaba algo lejos. No me enojé con ella, ya que ella no conocía Jacob, así que, era obvio que podía pensar cualquier cosa de el, pero, me molestaba que nadie mas se diera cuenta de que solo con su presencia ya incomoda.

Entré a mi casa, no estaban en el living como cuando me fui, lo único que habían eran copas con restos de vino, subí las escaleras y escuché risas.
No podía creer que en el primer día que se conocen y mi mamá ya andaba enseñándole su habitación.

- Ay hija! no sabes, ahora mami ya tiene un nuevo trabajo, con el cual nos va a ir mucho mejor.-
Mi mamá me abrazó, el olor a vino siempre me dio un poco de asco, mientras ella me abrazaba, todavía podía ver a Jacob. Esa sonrisa malvada y sospechosa, esos ojos que siempre lo observaban todo y esa voz tan irritante y desesperante que tenía.

- Muy bien señoritas, ya fue demasiado por hoy, es hora de que me vaya, tengan una bonita noche.-

Se despidió de un abrazo con mi madre, yo estaba furiosa y quizás un poco celosa, pero lo importante era que mi madre ya tenía trabajo, y eso nos iba a ayudar bastante para nuestra nueva vida en Chicago.

- Adiós señorita Jennie Ruby, nos veremos en otra ocasión.-
Me despedí de el lo mas educada posible, aunque estuviera enojada, no iba a permitir mas que mi actitud perjudique la relación que tiene mi madre con ese señor, debe ser importante ya que por algo el fue el que la contrató.

Mi madre nisiquiera se preocupó de que yo me haya lavado los dientes, simplemente se durmió en su cama sin siquiera sacarse la ropa que traía.
Yo me fui a mi habitación, me puse a ver un poco por la ventana a ver que sucedía, derrepente, se vuelve a prender la luz de la casa de los vecinos.
Veo como un hombre abre la puerta muy fuerte y empuja a una niña, la niña se me hacía muy conocida, bastante, la vi mejor y me di cuenta que si, era Jisoo.

Supliqué para que solo haya sido un mal entendido, y que el señor la empujó sin querer, pero no.
Al parecer el señor era su padre, que le estaba gritando
muy fuerte haciendo que Jisoo llorara.
Yo quede en Shock, no quería creer que eso le estaba sucediendo a Jisoo, de inmediato solté un par de lágrimas, rezando para que deje de gritarle, mucho no podía hacer.
El señor se va de la habitación y deja a Jisoo en el piso llorando, yo necesitaba que Jisoo supiera que yo la estaba acompañando y que no estaba sola, me ponía demasiado triste no poder haber hecho nada para esa ocasión.

Luego de eso me fui a dormir, con culpa por no haber ayudado a Jisoo en algo, pero, ¿Que podía hacer? Solo era una niña de 7 años, con su madre borracha durmiendo en la otra habitación.
Simplemente quería volver a ver a Jisoo feliz, quería verla, abrazarla, protegerla y consolarla.

Desde ese día, prometí que nunca mas iba a dejar que le hagan daño a Jisoo.

17/9/22

Juntas, 4 angelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora