¿Qué pasa cuando una persona seria y cerrada se topa con una persona alegre y libre?
Dicen que polos opuestos se atraen, pero Sakura y Shaoran son opuestos al extremo.
Él teniendo un enorme peso por su familia se convirtió en el ser más energúmeno...
La insistente alarma hace que salte disparada de la cama, apenas he logrado conciliar el sueño y ese aparato del demonio no deja de sonar, tanteo con la mano hasta encontrar el aparato que ha hecho que despierte, este se escapa de mis manos y cae al suelo.
Me levanto aún somnolienta, encuentro el móvil y apago la alarma, son las cinco de la mañana, me encantaría volver a mi época de colegio, en donde podía dormir y volarme la primera clase si aún tenía sueño, pero ahora es imposible, el deber llama, además de que quedé con Tomoyo y Rika para correr por el parque antes de mi turno, es por eso el motivo de la hora.
Hace un frío de los mil demonios, hoy mi lado positivo no está funcionando, o más bien necesito café para que comience a funcionar, tomo unos leggins deportivos, un top y una sudadera, me coloco los tenis y me ato el cabello en una coleta alta, me veo en el espejo, me cargo unas ojeras enormes, pero bien valió la pena ver la cara de los familiares al informarles que la operación de Ichiro fue todo un éxito.
El pequeño entró en urgencias, tuvo un dolor intenso durante clases, según los padres del niño ese dolor lo llevaba teniendo por días y siempre que consultaban con su seguro les decían que era un simple dolor abdominal y les recetaban pomadas, cuando en realidad el niño estaba adolorido por una apendicitis.
–No creí que despertaras –Escucho la voz de mi hermano–
–El ejercicio hace que funcione mejor –respondo mientras me sirvo un vaso de leche para aguantar–
De milagro, Touya no hace algún comentario molestoso, lo miro de reojo mientras bebo la leche, pareciera que un ovni vino y cambió a mi hermano o mucho peor ¡Le cambiaron el cerebro!
–¿Todo bien? –Cuestiono mientras dejo el vaso sin el líquido blanco en el lavatrastes–
–Hoy tengo programado una operación a corazón abierto –Dice en modo zombie– no se si pueda, todavía no me siento preparado
Luego del fallecimiento de su prometida durante una operación en donde él estuvo presente, Touya no ha sido el mismo, aunque claro, quién sería el mismo si ve como deja de latir el corazón de su prometida, y él sin poder hacer nada. Claro está que él tampoco debió de estar dentro del quirófano, sin embargo, de alguna u otra forma lo hizo y el resultado fue que Touya no ha podido hacer una operación, entra en pánico, se bloquea por completo.
–Todo estará bien, eres un excelente médico, confía en tus conocimientos y en las veces que has tenido éxito –le doy un pequeño empujón– además, Nakuru estará contigo, no estarás solo.
Un suspiro se escucha, al parecer estaba conteniendo la respiración, él no tuvo la culpa, pero quedó marcado tras esa operación.
–Se te hace tarde monstruo –Dice al tiempo que me revuelve el cabello–
Y ha vuelto, lo mal miro mientras me vuelvo a hacer la coleta, tomo mi botella de agua y me voy rumbo al parque en donde quedamos de vernos para el ejercicio, el día apenas empieza y es mejor ponerse en marcha.
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