2. Paraguas y corazones

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"¡Chanyeol!, ¡Aquí! ¡Chanyeol!"
Llamó aquella cabecita rosada que pronto lo alcanzó.

"Byun." Saludó.

"¿Puedo regresar hoy contigo?"

"¿Tengo opción?"

"Sabes que igual te seguiré."

Afirmó su guitarra suspirando con pesar. "Vámonos." Dijo, caminando hacia la salida de la escuela con el chico de la clase dos detrás de él.

"¿Desde cuando eres tan amigo de ese niño?" Silencio.

"¡Hey! ¿Hola? Tierra llamando a Chanyeol. Aquí."

"¿Uh?" Se quitó el audífono para mirar a sus amigos.

"Se hicieron cercanos demasiado rápido ¿no lo crees?"

"¿Quiénes?"

"¡Ese niño de la clase dos y tú!" Sentenció Jongdae.

"¿Byun Baekhyun? ¿De la clase dos?"
Preguntó Oh Sehun, el compañero sentado al lado de Chanyeol.
Es ultra chismoso.

Jongdae y Kyungsoo asintieron. "¿Cómo lo sabes?"

"Ese chico es muy popular. Hombres y mujeres caen por él, ¡es muy lindo! Aunque no habla mucho." Chanyeol parpadeó. "Ustedes pasan bastante tiempo juntos."
Park lo meditó unos segundos y luego se encogió de hombros.

"Supongo. No sé." Y volvió a ponerse su audífono.

Kyungsoo y Jongdae hicieron una mala cara y dejaron el tema al aire, sabían que no le sacarían nada a su amigo. Al menos no ahora.
Pero eso no respondía su interrogante, ¿cómo es que había conseguido hacerse cercano a Baekhyun?

Park Chanyeol, estudiante de literatura, al final del pasillo sentado en las escaleras. Está seguro de que se encuentra completamente jodido.
Al parecer, cuando conoces a alguien nuevo en la escuela, desbloqueas una clase de nuevo personaje en tu vida. Porque ya no paraba de toparse con el chico del paraguas de hacía unas tres semanas. 
Lo peor de todo, es que Baekhyun lo saludaba con una sonrisa y notable emoción. Y luego, solo empezó a seguirlo por los pasillos de la escuela y pasar tiempo con él, hablando como tarabilla.
Eso, más que emocionar a Chanyeol, lo estaba asustando a sobremanera; estaba siendo casi acosado por el muchacho que le gusta.
Lo detesta, su corazón ahora late con agresividad más de la mitad del día por culpa suya.

"¿Por qué no dejas de seguirme?" Confrontó un día.

"¿Y tú por qué no dejas de mirarme?"
Touché.

Eventualmente, luego de esa esporádica plática, dejó de intentar escapar y de pronto, ya estaba siendo esperado por Baekhyun en la puerta de su aula al término de clases o en cambios de hora para ir a comer juntos. El acercamiento fue simple, de la nada y sin un acuerdo en concreto. Espontáneo.

"Hoy conseguí resolver una ecuación yo solito en mi clase de recursamiento, ¿Lo sabías?" Presumió.

"No, pero ahora lo sé."

"Todo es gracias a ti, ¡eres un muy buen profesor!"

"Yo solo te expliqué una vez porque básicamente me obligaste, el mérito es tuyo. Excelente."
Llevó una mano al cabello rosado para acariciarlo como una felicitación.

Al notar lo que hacía, apartó su mano bastante avergonzado.
El bonito muchacho sonríe sin malicia, Chanyeol sólo voltea en otra dirección fingiendo no haberse dado cuenta, mientras intenta ocultar su sonrojo. Si el contrario pudiera escucharle el corazón, se daría cuenta de lo mucho que está latiendo por solo haberlo visto sonreír.
La lluvia no cesa, pero aún así, espera en pequeñas ráfagas a que ambos varones se despidan en la parada de autobús y Byun siga su camino por la acera, con ese lindo paraguas de flores que tanto lo caracterizaba ante los ojos del alto.

Y aunque la lluvia no fuera tan fuerte, tampoco pudo ayudar a que el corazón de Chanyeol limpiara todos esos sentimientos que parecen querer desgarrarle el pecho para que su corazón salga corriendo a abrazar a Baekhyun mientras lo observa desaparecer en la lejanía. No puede evitarlo, ahora está teñido completamente por este sentimiento.

Tiene miedo de lo que pasará.

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