Capítulo 6: Romance

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Luego de aquella increíble noche se dio el comienzo de su "relación". Para Radamanthys, en lo más profundo de su cabeza, Pandora era su alma gemela. La pieza faltante para sentirse completo. Para Pandora, no se lo había preguntado, pero realmente disfrutaba tenerlo cerca y también la dosis de adrenalina que su amorío inyectaba a su vida.

¿Quién lo diría? Al final del día, a la chica perfecta le gustaba portarse mal...Muy mal.

Con los tintes clandestinos del tórrido romance que compartían, la noche se volvió la mejor aliada de ambos. Era mucho más fácil que la princesa Heinstein se escabullera del castillo en ese momento del día, además el único despierto a esa hora era Shun quien no se atrevía a entrometerse en los asuntos de su hermana mayor.

Con esas salidas tuvo muy gratas experiencias con su ¿novia? ¿amante? ¿pareja?

Tal vez el termino súcubo le quedaría mejor a la chica de cabellos negros. No era ningún problema ir juntos a bares, ella no aparentaba su edad. Y todo era muy correcto en la cabeza del rubio quien imaginaba que le estaba mostrando un mundo nuevo a la adolescente...hasta que resultó tener una tolerancia mucho mayor a la de él a las bebidas alcohólicas.

Luego de los primeros shots de vodka sin que le afectaran en absoluto, la chica le confesó que hacia esas salidas furtivas a menudo con sus amigas desde que había cumplido los 13 años. Junto con otras cosas más que le fue contando con el paso de las citas.

Realmente no le interesaba nadie a nivel romántico porque nadie podía seguirle el ritmo, en el sentido en que se topaba siempre con muchachos muy sensibles que se acercaban a ella con intenciones muy diferentes a lo que ella buscaba. Romance inocente, cartas de amor y muchas e incomodas demostraciones de afecto públicas. Lo cual la joven aborrecía, tanto en espectadora como participante de ello.

Y esta innata necesidad de buscar un desafío en sus conquistas amorosas, hizo que desarrollara una atracción particular por los hombres mayores que ella. Pero no había llegado muy lejos, sus poderes de seducción sobrehumanos los había dejado en reserva solo para conseguir lo que quería de los demás. Como graduarse antes que sus compañeros del secundario. En parte fue mérito y la otra fue que nadie podría decirle que no a esos ojos azules tan profundos.

Pero realmente lo que la hacía referirse a ella como una especie de demonio femenino, era el poder que ejercía sobre él. No solo no podía decirle que no, sino que parecía un zombie, lo cual era una ironía ya que jamás se había sentido tan vivo.

Claus y su esposa habían regresado de sus vacaciones luego de un par de semanas de que su relación con Pandora había iniciado. Lo que para el significaba que las salidas nocturnas y/o llamadas a las 3 am continuarían, aunque tuviera que ir cada mañana al estudio a las 7 am.

Todo para ver como Pandora se presentaba fresca como una lechuga debido a su juventud y vitalidad inagotable, mientras que el apenas podía mantenerse despierto a base de cafeína.

Apenas podía concentrarse. Si no estaba con Pandora, hablaba con ella o pensaba en ella de una manera enfermiza.

Y es que...ya no podía reconocerse al espejo. Era una atracción tan fuerte la que sentía que hasta había llegado a asustarlo, sobre todo con respecto al sexo...porque tarde o temprano pasaría y realmente no quería lastimar a su chica. También tenía en el fondo de su cabeza el miedo irracional a dejar de sentir lo mismo por ella luego de lograr poseerla.

Ambas conclusiones eran más que erróneas. Luego de la primera vez que tuvieron juntos, la cual fue muy romántica y suave...Pandora lo dejaba sin aliento cada noche que dormían juntos. Y eso que él creía ser bastante fogoso, pero apenas y podía llevarle el ritmo a la muchacha.

Con respecto a sus sentimientos, realmente no importaba que tan mimada podía llegar a ser señorita Heinstein algunas veces ni que sintiera que le estuviera consumiendo la vitalidad cada vez que tomaba su cuerpo.

Porque solo lograba enamorarlo cada vez más.

Que patético ¿no? Un hombre tan talentoso, inteligente, íntegro y honrado como él...a los pies de una chiquilla prepotente.

Aun así, sentía que su vida finalmente comenzaba a cobrar sentido.

Pero...nada puede durar para siempre. Menos el fuego tan violento que habían encendido, estaba destinado a consumirse rápidamente. 

Infortunado RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora