Doblo la esquina de una vieja casa corriendo a la mayor velocidad que sus pies le permitían. Miro por encima del hombro hacia atrás para ver si aún seguían tras él. Se sorprendió al ver que todavía pensaban alcanzarlo, cansado de huir se paró y tomo un palo que había cerca y con un gesto de la mano los invito a acercarse.
-Estas seguro que te enfrentaras a nosotros cinco tu solo?-Le dijo con un tono de superioridad.
-Vamos, vengan, verán como acaban por arrepentirse de seguirme.
-Chicos, rodéenlo-Les ordeno el jefe de los cinco.
Los cinco lo rodearon, uno le tiro un puñetazo que el chico esquivó fácilmente para después darle fuertemente con el palo en la cabeza, haciendo que callera al suelo con la cabeza rota. Los chicos comenzaron a asustarse, era alguien de temer.
-Vamos, todos a la ves- Dijo el jefe.
Los cuatro restantes se le tiraron uno detrás de otro pero el chico los esquivaba con facilidad. No podían darle ni siquiera un golpe. Le dio un golpe a otro chico del grupo que no pudo evitar huir llorando. Los otros no paraban de lanzar golpes que estaban agotando al chico que peleaba solo contra ellos. Hasta que el más hábil del grupo consiguió darle un puñetazo en la cara que lo hizo retroceder, el chico alzo la cabeza enfadado y con ganas de acabarlos a todos, no le importaba que todos fueran más grandes y fuertes, él era más avil y diestro con armas. Los iba a destrozar.
-Vamos, podemos con él, somos más fuertes que él-Dijo uno de ellos con esperanzas después de ver el golpe.
Uno de ellos le tiro un puñetazo a la cara con intención de terminar la pelea, pero el chico uso su mano para protegerse y le dio con el palo por las costillas haciendo que el chico se arrodillara, luego le dio con la rodilla por la boca haciendo que callera al suelo sin poder levantarse.
-Vamos los estoy esperando-Dijo con una cara que indicaba que no los iba a dejar escapar.
-Corre, hay que irnos-Dijo el jefe de la pandilla.
Ambos se giraron y empezaron a correr con el chico tras ellos. Era inútil, no podían escapar, él era más rápido que ellos. Cuando estaba cerca del que más retrasado estaba se lanzó sobre él, lo cojio por el pelo y estrello su cabeza contra el suelo. Lo dejo hay y corrió cortando camino para cortarle el paso al que había logrado huir.
-Pude escapar, que suerte-Dijo aliviado.
-¿Quien era ese tipo?. Es la primera vez que lo veo. Voy a vengarme.
-Aquí estoy, inténtalo-Dijo el chico que acababa de aparecer.
-¿Quién eres?.
-Guido. Me recordaras por siempre después de esto.
El chico tomo un palo del suelo y se lanzó hacia Guido, pero este volvió a parar el golpe con su brazo libre y le dio con la punta del palo por el estomagó, haciéndole una pequeña herida y obligándole a que soltara todo el aire.
-Te dejare ir para que cuentes lo que paso. No vuelvan a meterse conmigo.
Guido dio la espalda y se fue caminando mientras el chico lo miraba. Salió del pequeño pueblo y llego a una casa relativamente grande que se podía considerar una de las mejores del pueblo. Antes de que llegara a la casa salió una mujer de unos 35 años de edad.
-Guido-Grito la mujer enojada.
Guido avanzaba lentamente sabiendo que lo iban a regañar por llegar tarde y para que decir de todos los moretones que traía. Llego hasta la mujer y no la miro ni por un segundo a la cara.
-Guido. ¿Por qué llegas tan tarde?-Dijo con cara enojada y agachándose para quedar a su misma altura.
-Me cruce con unos chicos, nada importante-Le dijo casi sin que se le pudiera oír.
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Erosión
AdventureGuido vive felizmente con sus padres, hasta que su tío invade su mundo y los asesina. Guido convierte el sentido de su vida en la búsqueda de venganza. Su tío Franco busca a su padre para que le diga donde se encuentra el tesoro con el que todo pira...