Capítulo 2

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La espesa neblina no dejaba ver a más de unos metros de distancia. Un barco de piratas navegaba con mucha dificultad por aquella niebla, entonces el vigilante creyó ver algo. Pero no corrió la voz por no estar seguro de lo que estaba viendo. Un segundo después lo vio y grito fuertemente.

-Piratas, hay piratas al frente.

Pero ya era muy tarde, los cañones del otro barco dispararon y acabaron con sus velas.

-Todos a sus puestos, preparen los cañones-Grito el capitán.

-Rápido, inútiles.

Enseguida volvieron a dispararles pero esta vez les dieron demasiado fuerte y el barco enemigo estaba muy cerca. Los hombres del barco que los atacaba se columpiaron con sogas y comenzaron a caer sobre ellos, se desato le caos por todo el barco. Todos comenzaron a pelear una batalla increíble que estaba siendo liderada por tres jóvenes. Los dos barcos chocaron y el joven que venía al frente del timón del barco que había comenzado aquella batalla corrió saltando hacia el otro barco cuando ya no le quedaba por donde correr, cogió una soga en el aire y callo enfrente de uno de los tres chicos que dirigía la batalla para ayudarlo.

-Sabes que no me gusta cuando haces chocar los barcos. Me haces perder el estilo cuando empiezo a tambalearme-Dijo el chico a modo de reproche y con un poco de gracia.

-No puedo evitarlo, me gusta resaltar y que mejor manera de hacerlo que haciendo trisas su barco.

El chico se encamino hasta otro lugar del barco donde uno de los hombres estaba teniendo problemas. Llego y ambos empezaron a pelear contra tres.

-Vamos, eso es todo, denme más-Les dijo el chico.

-No te tomes esto a la ligera-Grito el capitán del barco y se lanzó a por él.

El chico aguanto la embestida y le sonrió. El capitán se frustro aún más y comenzó a soltar espadazos que el chico aguantaba muy fácil.

-Vamos. Es todo lo que tienes?-Le dijo sonriendo para que el hombre terminara por perder la paciencia.

Estaba resultando como quería. El capitán no pudo contenerse más y arremetió con todas sus fuerzas, pero el chico desvió el ataque con un puñal y clavó su espada por el costado del pirata.

-Quién eres?-Pregunto el pirata asustado porque sabía que iba a morir.

-No tiene importancia. Ya que, dentro de poco estarás muerto.

Entonces le cortó la garganta con la espada y se quedó mirándolo. De pronto una lágrima se resbalo por su mejilla y se la quitó enseguida para que nadie lo viera en ese estado. Se dirigió hacia sus compañeros que todavía mantenían con vida a uno de los hombres del barco.

-Vas a dejarlo con vida?.

-Claro, alguien tiene que entregar el mensaje.

-Oye, escucha, tienes que entregar un mensaje-Le dijo una chica que estaba a su lado.

-Qué, no van a matarme?.

-No, es tu día de suerte.

-Escucha, dile a tu jefe que le mandamos saludos, que cuando terminemos con sus secuaces iremos por él.

El chico comenzó a reír.

-Creen que van a poder con él. Son fuertes, pero no pueden con él. Están locos si creen que lo van a derrotar.

-Tranquilo eso es cosa nuestra. Dile que Guido le manda saludos y no va a parar por nadie.

Massimo le dio un pequeño vote en el que pudiera llegar a la tierra más cercana. Inmediatamente todos subieron al barco del que habían salido y se pusieron en marcha hacia un pequeño pueblo donde siempre arreglaban el barco y buscaban información después de los combates.

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