Capítulo 5

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No puede ser. Por qué en ese momento?. La situación no podía ser peor.

-Bianca, cuida de Guido mientras nos ocupamos del ataque.

-No te preocupes, yo me encargo de todo.

Guido no dijo nada, se sentía tan mal. Estaban siendo atacados y él solo podía quedarse en cama para que lo protegieran.

Massimo salió por la puerta y la situación parecía estar mejor que hace un momento. El ataque los tomo por sorpresa y se habían turbado un poco a la hora de responder, pero ya estaban mejor. Comenzó a luchar contra un hombre de su misma estatura que venció fácilmente. Vio como Lorenzo peleaba soló contra dos a la vez, pero cuando fue a socorrerlo un hombre muy alto y corpulento le cortó el paso.

-Adonde crees que vas?-dijo el hombre con una gran sonrisa.

Massimo arremetió contra él, pero el hombre aguanto fácilmente la embestida, haciendo a Massimo rebotar como una pelota. Ahora era el hombre el que tomaba la iniciativa y lanzo un fuerte golpe que Massimo esquivó.

"Si lo hubiese intentado parar hubiese acabado conmigo. Que fuerza tienepensó mientras trataba de buscar una forma de ganar la pelea".

El hombre no dejaba de soltar espadazos de un lado para otro.
Entonces Massimo vio su oportunidad cuando le lanzo un golpe que lo hizo caer en desbalance hacia adelante y Massimo esquivando por la izquierda que era su mano dominante le propino un corte en las costillas.

-Creo que me será muy fácil ganar ahora. Debiste dejarme pasar cuando quise hacerlo.

Se llenó de furia, las palabras de Massimo lo habían provocado y ataco ciegamente. Massimo comenzó a esquivar sus golpes para que fuera perdiendo fuerza. Pretendía competir en una carrera de resistencia que estaba ganando. Su victoria estaba asegurada cuando lo hizo irse en blanco por su lado y le hizo un corte en una pierna. Ya no podía luchar, era demasiado y Massimo prácticamente había ganado. En un choque de espadas Massimo logro tumbarle la de él por la poca fuerza que le quedaba.
Era irremediable, le corto la cabeza y cuando se dio vuelta para ayudar a Lorenzo este ya había acabado con sus dos contrincantes. Había algo raro en el combate, nadie parecía ser el líder, era como si hubiesen recibido órdenes y ante situaciones extraordinarias debían actuar como creyeran mejor. Pero, donde estaba su líder?. Dónde estaría?.

-Cómo has entrado aquí?-Pregunto Bianca a un hombre que se había colado en la habitación.

-No fue difícil, todos están entretenidos ahí fuera y para cuando terminen, ustedes ya no estarán en este mundo-Soltó una carcajada al pronunciar aquellas palabras.

-Quién eres?-Pregunto Guido muy serio.

-Soy uno de los hombres de confianza del señor Franco, me llamo Luigi.

-Otro perro más-Dijo Guido con desprecio.

-Vasta de charla, hay que divertirse.

Luigi soltó un espadazo que sorprendió a Bianca y aunque pudo detener la embestida le costó mucho esfuerzo. Luigi no le dio tiempo a que se incorporara y siguió soltando ráfagas de espadazos. Bianca estaba a la defensiva, necesitaba hacer algo para darle la vuelta al juego, pero no podía. Luigi la llevo a arrodillarse y no le fue difícil hacerle un pequeño corte en la rodilla. Todo pintaba mal, tenía que hacer algo o ambos morirían. Cuando Luigi cargo para un nuevo ataque ella se deslizo a un lado y consiguió ponerse de pie pero no fue suficiente. Cuando volvió a mirar Luigi ya estaba encima de ella y le hizo un corte en el estomagó. Ella calló casi sin fuerza y Luigi la ignoro para ir donde estaba Guido.

-No pensé que esto fuera a ser tan fácil. Pero supongo que esto demuestra mi nivel-Dijo Luigi con aires de superioridad.

-Aun no estoy muerto.

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