Lorelei siempre estuvo enamorada de Steven.
Steven siempre estuvo enamorado de Lorelei.
Lorelei espera casa verano para poder verlo.
Steven cuenta los días para volver a verla.
Lorelei sabe que podría ser el último verano todos juntos.
Steven es...
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RORY SE DESPERTO DE buen humor, la noche anterior había sido buena sin duda, reconciliarse con Steven al punto de volver a ser amigos la hacia sentir bien.
Después de ponerse un vestido amarillo holgado pero ajustado de la cintura bajo a desayunar, la gran sorpresa que se llevo al ver a su mejor amigo sonriendo como no lo había hecho desde que se entero del secreto de su madre.
—¡Que lindo día!— informo llamando la atención de Conrad.
—¿Ves ese clima? El mejor de todos los tiempos— le siguió el juego.
La chica tomo una taza para servirse café, —Tú primero.
El mayor de los hermanos Fisher ni siquiera protesto, —Anoche casi beso a Belly.
La castaña no oculto su asombro, esa era una sorpresa inesperada.
—Wow, bueno, es una gran noticia— lo alentó.
—Lo sé, es como si todo se estuviera alineando para que los dos estemos juntos— su entusiasmo hizo feliz a su amiga.
—¿Y por qué no se besaron?
—Jeremiah casi nos explota con un juego artificial, no nos vio y lo lanzo— la sonrisa de Rory comenzó a borrarse, esperaba que no sea lo que ella estaba pensando porque de ser así traería mucha drama entre los hermanos.
—Jere siendo Jere— respondió como si fuera algo obvio.
—Basta de mi, ahora cuéntame lo que te pasa a ti.
Le dio un gran trago al café, —Steven y yo nos volvimos hablar, me explico lo que paso y ahora somos amigos.
—Rory, eso es increíble.
De repente sintió que su entusiasmo volvía al cuerpo, —Lo es.
Cuando terminaron su desayuno Conrad le pregunto si quería ir al club y ella declino la idea, prefería pasar la mañana con las mamás.
Recogió la cocina mientras en sus audífonos escuchaba música, de vez en cuando se paraba para bailar sin importar que alguien la podía ver.
Cuando termino salió al patio trasero, vio a las madres que se encontraban platicando en los camastros y al verla escondieron algo.
La joven sonrió cuando alcanzo a distinguir la bolsa que sobresalía del mantel de pintura de Beck.
—¡No lo puedo creer!— exclamo mientras se acercaba para quedar parada en frente de ellas, —Son unas ladronas.
—No sabemos de que hablas, cariño— respondió su mamá.
—Caro que saben, eso estaba en mi habitación y ustedes lo sacaron de ahí— acuso señalando la bolsa.
—¿Y tú por qué tenias eso en tu habitación jovencita?— la regaño Laurel en un intento de desviar el tema.
—Las compre hace unos días pensando que eran normales— mintió y al instante los recuerdos con Steven mientras se las comían llegaron a su mente.
