Cap 5 - Caída

67 13 5
                                    

¿Porqué no puedo tan siquiera relajarme aún estando aquí? - Pensó - Queriendo olvidar su rostro es cuando más pienso en él...

Yugi estaba debajo de aquellas aguas tibias. Las aguas termales eran más que suficientes pero como para ese momento no ayudaban. Aguantaba la respiración por unos 5 minutos y salió, su largo cabello húmedo y mojado llegaban hasta tocar sus glúteos. Estaba parada mirando al bosque de si lado contrario.

No estaba pendiente, pensó que estaría sóla.

Estaba como adormecida mirando al fondo del bosque. Nunca supo que Lobo estaría acompañándola.

- ¿Porqué cuando menos pienso que algo saldrá bien siempre meto la pata en dónde no es? - Pensó el Lobo.

No lo dudaba, aquella mujer la veía encantadora y muy hermosa de lejos, pero es toda una asesina en serie si llagas a enfadar.

El Lobo quiso irse, no estaba en condiciones para una batalla, ciertamente no lo estaba y eso era lo peor. Caminó despacio sin querer alboroto con el agua. Lástima. Tropezó ridículamente con una piedra que en el fondo había, realizado el mayor escándalo posible.

¿Enserio? Esto es una mierda - Se dijo internamente posando una mueca antes de caer.

Luego de caer y armar el escándalo sabía que estaba muerto, eso se decía para quedar sentado que rabo y respirando el aire y tosiendo. Nunca se imaginó quien estaría al frente suyo.

Admito que pensaba en tí - Soltó de nada - Pero jamás creí ver a un hombre tan pervertido por estás aguas.

Creo que la pervertida aquí eres tú rata - Y la miró amenazante.

Y ahí estaba ella, cara a cara, frente a frente y cerca de él. Dejándole ver su pequeño ser ante él Lobo, gracias a sus cabellos largos podían esconder sus conocidas y claras formas, su abdomen era claro y marcando una fina cintura, el resto estaba bajo agua.

¡JA! ¿Yo? Más bien ¿Qué crees que hacés aquí Lobo? - Sus ojos brillaron por unos instantes.

Yo vine a lo mismo que tú - Miró algo sonrojado sorprendido - No sabía que estarías aquí - Dijo poniéndose de pie y sus ojos también tomaron por unos segundos aquel brillo.

¿Vienes a quitarte las pulgas? -

Vine sólo a darme un baño - Gruñó acercándose a ella.

Sí, ya veo que sí - Lo miró.

¿Porqué no le hacía nada? Era su duda, podrían enfrentar un combate frente a frente ahora que nadie podría interferir. Yugi sólo suavizó su seria cara, mordiéndose los labios inferiores.

¿Nadie nunca te dijo que eres muy guapo? - Dijo sin pensarlo ¿Espera, qué?

¿Qué? -

Tapo su boca con una mano, ¿Qué fué lo que le dijo? Era una pesadilla que le haya dicho que... ¿Está guapo? Si, sí pero ¿Decirlo así? ¿Cómo están? Ella se giró avergonzada de sus palabras.

O-olvida lo que dije... - Tenía su mano en la boca mordiéndose - Sólo... Sigue haciendo lo que hacías antes de verme - Se giró y lo miró algo sonrojada.

Para el Lobo verla así hizo poner su piel de gallina y juraba que no era el frío que había. Los ojos le temblaron por unos segundos viendo aquella imagen que guardaría para siempre.

Olvídalo por favor - Se giró - No debemos "conocernos". Es complicado y creo que tú mismo lo sabes - Dejo caer ambas manos a los lados - Es el destino que llevamos en la sangre - Giró su cabeza - Pero sino hubiera sido así, juraría que me hubiera gustado enamorarme de tí - Eso sí lo afirmó.

Ella cayó. Cayó en la boca del Lobo y aunque le doliera la verdad de todo esta guerra, es sólo un conflicto más.

No tenía palabras, estaba sumido en pleno silencio, tenía la lengua tan dormida que no podía pronunciar nada. La escencia de la calidez de un beso en su mejilla se hizo llamar por la Vampira, duró uno segundos y se alejó.

Ésto... Representaría la maldición que nos une ¿No? Por desgracia - Se alejó rápidamente acomodando sus mechones rubios.

Yo -

Disfruta del baño - Delineó una sonrisa  antes de salir de las aguas.

Espera - Y detuvo su caminar pero no giró a verlo - Me llamo Atem... -

Giró su cuerpo.

Soy Yugi - Sonrió dándole un lindo gesto mostrando sus colmillos - Nos volveremos a ver. Atem - Recordó su nombre - Hasta volver a matarnos -

Y ahí va otra vez...

-

-

-

-

Continuará









Miradas Que MatanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora