Cap 7 - Sentimientos encontrados

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Ya lo veo y no dudo en creerlo -

¿Qué cosa? -

Te gusta - Sonrió cruzándose de brazos.

¿Cómo qué gustarme? Eso es una enorme estupidez si llegara a eso ocurrir - También se cruzó de brazos serio.

¿Has llegado con ella a una situación embarazosa? -

¿Embarazosa? - Miró hacia el techo de su habitación.

En sus recuerdos indagó como una nube, más solo un recuerdo del cálido cuerpo blanquecido de una mujer y ojos a matar en lujuria cruzo su mente y más rojo que sus ojos no pudo haberse puesto.

¿Y bien? - Esperó respuesta.

Y-yo... -

¿Entonces? -

¡Yo solo quería tomar un baño! -

¿Eso es un sí? - Enarcó una ceja aun sin quitar su posición - ¿Ya caíste? ¿Tan rápido? -

¡No Heba! -

Aunque tengas 229 años estás en la edad apropiada para afrontar el apareamiento - Dijo colocando su mano en su mentón -

No me estas escuchando... - Lo pensó - ¡Oye! No quiero tener cachorros así como si nada y mucho menos con una que no es de mi especie -

El destino decidirá las cosas Atem, no lo dudes -

Eso lo veremos -

Ya quiero ver - Le dio una palmada en el pecho y le sostuvo la mejilla con suavidad - Si algo llega a suceder, sangre y terror pasará por estas garras - Sus uñas crecieron como garras hasta apretar su mejilla, el mayor no se inmuto - Recuérdalo.

Si -

Bien, ya me voy -

¿Y Kaiba? - Preguntó por él y ella se detuvo.

En entrenamiento, no lo molestes -

Porque sea tú hermano menor no significa que debas protegerlo tanto -

Cierra la boca o te corto la garganta - Lo miró amenazante con ojos rojos brillantes antes de irse de la habitación.

Esos dos tenían una rara conexión que solo puedes entenderse entre ellos, a veces era buena como también puede que mala. Lo único extraño es que en aquel lobo, en su pecho presión era lo que sentía una y otra vez y no eran los huesos que comió en el desayuno. Algo raro andaba con él.

Por otra parte.

Se dice que los Vampiros llegan a hacer un tanto secos por naturaleza aunque no a todos se les pega ser de esa forma, con las madres el amor materno si viene muy sobre protector y muy cariñoso.

Yugi por supuesto aprobaba ese tipo de trato, aunque estuviera en la edad correcta de 226 años para lograr tener pareja no era considerado el momento, y más si una guerra entre bandos opuestos estaba en medio de ello.

Se dio el baño que no logró darse por culpa de un Lobo inoportuno que arruinó su velada lunática. Bajo unas de las recamaras subterráneas; en las aguas termales con cálida iluminación entre velas y velones, era perfecto.

Estas muy distraída -

Joey - Dijo mirando a su amiga - No sentí tu presencia -

Ya decía que algo sucedía - Entró en el agua con la toalla cubriéndose haciéndole compañía.

No es nada, ya hablamos de eso - Giró un poco la cabeza.

Sabes que no puedes ocultar tus sentimientos, es difícil ocultar que en tu ojos que ese chico haya robado tu corazón Yugi -

No podemos Joey, mi deber es matar al Jefe y a ese Hijo del Perro... - Miró a su amiga - A demás, ni siquiera lo conozco del todo -

Lo llamaste "guapo" - Río bajito.

¡Joey! - La regañó sonrojada

JAJAJAJAJA - Puso su mano en su frente con la risa en alto.

¡Y-Yo no quería decir eso! -

Admítelo Yugi, ese hombre está todo un galán -

No está mal él... - Lo pensó y se corrigió - El ¡No, Joey por favor! No da risa - Hizo un puchero.

¿Lo ves? hasta lo confirmas - Tocaba su hombro con su dedo - No debes negarlo bonita, es algo natural en nuestra especia sentir amor -

Pero aun no confirmo si es amor lo que siento, ¿Y si solo es capricho? Me voy a arrepentir después de esto - La miró fijamente.

Vamos, eres fuerte Yugi y creo que podrás hasta final -

Ojalá estuvieras en mi lugar, ya te veré de una u otra forma -

¿Yo? ¡Ja! Nunca señorita -

¿A no? - Le arrojó agua en la cara - ¡Jajajaja en tu cara! -

¿Así? Dos podemos jugar el mismo juego - Repitió la misma acción que su amiga.

Y así transcurrió la noche para ellas, con el corazón de ambas especies latiendo en sintonía y el hilo rojo se desplaza a distancia conectando el uno con el otro sin darse cuenta.

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Continuará

Miradas Que MatanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora