Penas Y Problemas

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Sabía que venir había sido una mala idea, ¿por qué diablos se dejó convencer por esos estúpidos?

El platinado se encontraba sentado en la mesa más cercana a la plataforma de baile, junto a él estaban Inuyasha, Miroku y Koga, quienes miraban como perros hambrientos a todas las chicas que se paseaban por el lugar con pequeños conjuntos de lencería, o simplemente con los pechos al aire.

Se sentía asqueado, el lugar a pesar de ser grande y lujoso, sabía que la limpieza era superficial porque los tipos que acostumbraban asistir a este tipo de sitios eran todos unos marranos pervertidos y las mujeres igual. Le parecía repulsivo que por evitar un trabajo, preferían la vía fácil enseñando y entregando su cuerpo a merced de cualquier fulano que les ofrezca una cantidad de más de tres cifras.

¿Cómo llegó a este lugar? Sencillo. A engaños de su hermano y amigos.

~ × ~

-Vamos por unos tragos. - Propuso Koga al terminar la jornada laboral en la empresa que Sesshomaru había levantado con algo de ayuda de estos mismos hombres.

-Solamente si vamos a "La Shikon" voy, sino mejor vayan solos. - contestó Miroku.

¿Cómo no le pasó por la mente, la razón de exigir un lugar en específico?

-Por supuesto que iremos a "La Shikon", es el mejor lugar de la ciudad. - Aseguró Inuyasha. ¿Si era el mejor lugar, por qué él jamás había oído hablar de el?

-Vamos Sesshomaru, acompáñanos. - Pidió el moreno de ojos azules. - Te hace falta desestresarte un poco, te vas a quedar calvo de tanto trabajar.

-Es mi deber como presidente de Bakusaiga, mantenerla a flote y expandirla tanto como sea posible. - Respondió el mayor de los Taisho.

-No seas pedante, Sesshomaru. Continente que toca Bakusaiga con sus propuestas de tecnología, continente al que se expande como el jazmín asiático en el jardín de mamá. No es necesario que sigas trabajando horas extras. - Regañó el hermano menor.

-Vamos Sesshomaru, el lugar es genial. No conozco hombre que no le queden ganas de volver. - Insistió Koga.

Suspiró pensando que quizás unas dos o tres copas en compañía de esos idiotas a los que estimaba, no estarían mal.

-De acuerdo, pero me retiraré temprano, mañana tenemos junta con los Onigumo.

-Cierto, quizás venga esa muñeca de ojos rojos. No entiendo tu resistencia en aceptar casarte con ella, Sesshomaru. - Comentó Miroku en tono de burla.

-Es guapa, pero no pienso atar mi vida a un cascarón bonito que está podrido por dentro. Ella es como su padre, siempre viendo el beneficio propio sin importarle afectar a terceras personas, sin entendimiento de lo que es la empatia ni la compasión.

-Si no fuera yo un fiel creyente de que la libertad es un estilo de vida, con gusto me ofrecería para ocupar tu lugar con ella. - Siguió Koga bromeando sobre el tema mientras bajaban al estacionamiento.

-¿Vienes conmigo o prefieres usar tu propio coche? - Preguntó Inuyasha.

-Ni loco me subiría a un auto contigo como chófer después de haber bebido, ya estás suficientemente estúpido estando sobrio como para arriesgar mi vida contigo ebrio al volante.

-Idiota! - Respondió después de reír a carcajadas por el comentario de su hermano mayor. Ese tipo de bromas eran algo común entre los cuatro.

~ × ~

¿Cómo no lo vio venir? Ese trío no pensaban con la cabeza que tienen pegada al cuello, sino con la que tienen entre las piernas.

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