Saberse Solos

1K 73 35
                                    

Quería seguir, quería que Sesshomaru le quitara las mojadas bragas y la penetrara ahí mismo sobre su costoso escritorio.

Ese era el deseo de ambos.

-Oye Sesshomaru...- El sonido repentino de la puerta abriéndose y la voz de su amigo lo hicieron soltar los labios de Kagome y a una velocidad impresionante acomodó el vestido de la chica que aunque se encontraba de espaldas a la puerta, Koga pudo adivinar lo que acababa de interrumpir.

-¿No te enseñaron a tocar? - Preguntó con voz amenazadora.

-Perdón, no sabía que tenías compañía. - Respondió el moreno.

-Será mejor que me vaya. - Dijo ella buscando y tomando su bolso con manos temblorosas.

-Dejame acompañarte.

-Tienes visita y no quiero quitarte el tiempo. Gracias por recibirme. - Dijo dándole un beso en la mejilla.

-Siempre serás bienvenida. - Kagome le sonrió tímidamente y se acercó a la salida tratando de evitar el contacto visual con el joven que recién había llegado.

-Con su permiso. - dijo pasando junto a él.

-Es propio. - respondió el chico mirándola atentamente sin creer lo que sus ojos azules le decían. Fue hasta que escuchó un profundo suspiro por parte de Sesshomaru que dejó de mirar el ascensor por el que se había marchado. - Dime que no es verdad.

-¿De qué hablas? - preguntó el ambarino en tono molesto.

-No te hagas estúpido ¿crees que no la reconocí? Volví ayer mismo a La Shikon para verla y jamás apareció. Sé que se trata de Black Pearl. - Sesshomaru tensó la mandíbula al escuchar el obvio interés de su amigo por su mujer.

-Su nombre es Kagome y por tu propio bien te sugiero que nunca más vuelvas a mencionar que la viste esa noche. Borralo de tu mente y no te acerques a ella, está fuera de tu alcance o del de cualquier otro.

-Ja! ¿Qué? ¿Ahora sacas a teiboleras de trabajar y las conviertes en damitas decentes? - Koga no supo en qué momento Sesshomaru llegó hasta él y lo tomó de la solapa del saco zarandeadolo con rudeza.

-¡Escúchame, pendejo, esta es la última vez que te refieres a Kagome de ese modo! Te advierto que la próxima vez me olvidaré de que eres mi amigo, te romperé la boca hasta no dejar un solo diente y haré que le pidas perdón de rodillas a esa mujer ¿quedó claro? - Casi gruñó cada palabra.

-¿Es en serio, Taisho? - dijo retirando las manos de Sesshomaru de su ropa. - ¿Me amenazas por una mujer de dudosa reputación que conociste hace dos noches en un Stripper Club? - El ambarino lo fulminó con la mirada como última advertencia. - ¿Has perdido la cabeza?

-Posiblemente, pero no es como tú o cualquier otro pensaría. Esa mujer es mucho más valiosa y con un honor intachable como ninguna otra, no permitiré que se hable mal de ella en mi presencia y ve a decírselo a Inuyasha y a Miroku porque te informo que la verán más seguido en esta empresa, en mi casa y eventos importantes o sencillos, a mí lado.

-Debo admitir que fue muy hábil e inteligente esa bella jovencita. Mira que lograr en una noche lo que muchas mujeres solamente han soñado, incluso Kagura lo ha intentado desde hace un par de años.

-No existe paridad, Kagome simplemente no tiene comparación. Y antes de que sigas pensando cosas erróneas y vayas a contarles algo que solamente asumes, ella no me ha buscado u ofrecido de ninguna manera. He sido yo quien la ha seguido, investigando, acosado e incluso intenté comprarla, ella simplemente es diferente y casi rogando fue que aceptó un trato para dejarse ayudar y no volver a poner un pie en ese sitio que fue su infierno por dos noches. Porque te puedo jurar que de no haber tenido ese gran problema tú y ningun otro hombre habrían visto su cuerpo, por eso no la volverás a ver ahí.

Penas y Problemas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora