D A T E

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Dahyun se giró levemente y descubrió la cara de su salvadora.

Momo, sus mejillas estaban algo coloradas y su respiración algo acelerada como si hubiese corrido una maratón.

Sus ojos quedaron conectados por unos largos minutos hasta que la japonesa habló.

—Perdóname por tardar tanto en salir, un compañero no me dejó salir por estar contándome acerca su proyecto —soltó alterada y nerviosa.—Y-

Dahyun se perdió tanto mirada de la japonesa, que no escuchó ni una palabra de lo que esta dijo. Se centró en sus oscuros ojos y en la forma en la que estos le pedían disculpas.

¿La mirada es capaz de mentir?

—Está bien Momo, pensé que te habías olvidado —soltó de improvisto la coreana.

—Para nada Dahyun, te juro que por nada en el mundo me olvidaría de algo tan importante —contestó soltando la mano de Dahyun para poner sus manos en sus hombros y mirarla fijamente. —Te prometo que solo me entretuvieron, pensaba irte a buscar nada más sonara la campana —dijo quitándole el mechón de pelo que cubría su cara y posicionándolo detrás de su oreja, sonrojando a Dahyun.

—Te creo. —respondió aún mirándola a los ojos. Momo se inclinó dejando sus rostros a pocos centímetros de distancia y pensó en una y mil maneras de besarla, no puedes besarla en la primera cita Momo, no seas estúpida. Sólo sigue el plan, se dijo a si misma.

—De acuerdo —contestó separándose a regañadientes, maldita conciencia. —Ven —hizo un gesto para que la siguiese —Sígueme.

Dahyun la siguió en silencio, ¿realmente la entretuvieron o solo se sentía culpable por plantarme?

—Yo creo en su palabra.

—No creo nada de ella, es amiga de Sana de todas formas.

Dahyun salió de su trance al notar que una cálida mano se apropiaba de su hombro, intentó quitar su mano pero Momo la apretó levemente, y con una sonrisa le dijo: —Es para que no te pierdas, siempre hay mucha gente en esta zona.

—Es solo por precaución, se nota que ni le agrada tu compañía.

Dahyun asintió, y siguieron caminando en silencio por la plaza.

Luego de un rato caminando llegaron a lo que parecía ser la casa de la japonesa.

—Espérame aquí —dijo Momo quitando la mano de su hombro y sacando unas llaves de su bolsillo —Tardo menos de dos minutos —y dicho esto entró en la casa.

Dahyun estudió su residencia, Momo vivía en un sitio que al parecer era muy tranquilo, a pesar de tener muchas casas el único ruido resaltante era el de los pájaros.

Casi se desmayó cuando notó que algo le lamió/mordió el tobillo.

Cuando se dio la vuelta descubrió que aquello que le había mordido era un perrito que llevaba una correa arrastrándose por el suelo. ¿Se habrá escapado?

Se agachó para acariciar al pequeño can y fue sorprendida por la voz de la japonesa.

—¿Dooby? —lo llamó Momo viendo como su perro se dejaba acariciar por Dahyun —¿Qué haces aquí fuera? —lo "regañó" —te dije que esperaras dentro.—se acercó y lo acarició junto a Dahyun. Perro traidor.

—¿Es tuyo? —preguntó Dahyun levantando la mirada y haciendo contacto visual con Momo.

—Sí —asintió orgullosa Momo —lleva cinco años con nosotros, es un miembro más de la familia.

𝐐𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 |𝙺𝚒𝚖 𝙳𝚊𝚑𝚢𝚞𝚗|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora