Todo comenzó con una invitación a su fiesta de cumpleaños y el resto fue fruto de las mas duras casualidades.
Donde Dahyun lleva años en terapia por su trastorno de la personalidad y decide hacer amigos... 𝗦𝗶 𝘀𝘂𝘀 𝘃𝗼𝗰𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗻
...
Hace dos semanas desde que tuve aquella sesión de terapia, y aunque quisiera decir que estas últimas semanas han estado llenas de diversión y alegría, la verdad es otra.
En su mayoría, estos días los he dedicado a estudiar para los exámenes y a terminar tareas y trabajos de la escuela. Sin embargo, lo que ha hecho esta semana más llevadera ha sido la compañía. Chaeyoung y yo caminando juntas a clases y compartiendo nuestros momentos en la cafetería durante los recreos. A veces, se nos unía Mina y alguna de sus amigas. Mina es una persona encantadora, y puedo entender por qué Chaeyoung sigue teniendo un enamoramiento por ella. Espero que sepa cuidarla bien.
Los martes y jueves, pasaba un tiempo con Jiwoo y Sana viendo películas y series en el trastero de la casa de los padres de Mina. Me gustaba mucho estar con ellas, y además, estaba comenzando a entender la importancia de Jiwoo para Sana. Jiwoo es una persona excepcionalmente pura y amable, como un pequeño cachorrito lleno de energía. Lo que más me sorprendía era la forma en que Sana se comportaba con ella. En la escuela, Sana solía ser fría y distante, pero cuando estaba con Jiwoo, se transformaba en una persona amable y cariñosa, incluso conmigo. Estarán bien juntas.
—¿En qué estás pensando? —Chaeyoung interrumpió mis pensamientos a través de la videollamada de Discord.
—Nada, solo estaba esperando que llegaras para empezar.
Mi mejor amiga hizo uno de sus característicos soniditos y navegó por su ordenador.
Esta tarde nos habíamos "reunido" en una videollamada en Discord para hacer nuestras tareas juntas, algo que a Chaeyoung le gustaba hacer. A parte del "hacer nada acompañadas", que consistía en estar juntas haciendo nada.
Productivo, ¿verdad?
Siempre había valorado su compañía, especialmente después de esa terapia. Me sentía muy mal después de eso, como si hubiera perdido una parte de mí misma, pero Chaeyoung me ayudó a salir adelante. Estuvo allí para levantarme de la cama en los días en que me sentía completamente en la mierda, me acompañó a todas mis sesiones con el psicólogo y se preocupó por mí, asegurándose de que no cayera en la oscuridad de nuevo. Pero no fue suficiente.
Sé que algunos se preguntarán por qué me siento así, teniendo una madre que me quiere y una mejor amiga que daría todo por mí, además de tener un hogar y comida. ¿Se necesita algo más? En teoría, eso debería ser suficiente, y es mucho más de lo que tenía antes, bueno... al menos de lo que creía tener. Pero permítanme hacerles una pregunta: ¿Cómo se sentirían si un día se despertaran y se dieran cuenta de que han perdido todo lo que conocen? Exactamente, todo se vuelve opaco y carente de sentido.
El canto de los pájaros se convierte en solo otro ruido que se mezcla con el tráfico de la ciudad. Los colores del cielo se desvanecen en grises que se confunden con la contaminación de las fábricas, y los bosques se transforman en bloques de apartamentos vacacionales. ¿Qué sentido tiene en esta vida?
Hace mucho tiempo que todo esto dejó de tener sentido.
—¿Ponemos un poco de música?
—¿Tiene sentido hacer una videollamada para hacernos compañía mientras escuchamos música de fondo? —pregunté mientras abría la aplicación para escuchar música, ya sabiendo la respuesta.
—Por supuesto que sí.
—Está bien, entonces pon la música. Ya me uní a tu sesión.
En unos segundos, la música comenzó a reproducirse.Todavía me sorprende el tipo de música que Chaeyoung escucha.
("Got to Get You off My Mind" - Solomon Burke)
—¿Te gusta esta canción?
—Sí, tienes un buen gusto musical —respondí, viendo su sonrisa a través de la cámara. Sabía que se pondría contenta... Al menos la haría feliz por última vez.
—Lo sé —me lanzó un beso— ¿Por qué vas a empezar?
No soy la misma persona desde que llegué, y probablemente lo hayas notado. Mi forma de hablar ha cambiado, miro al suelo cuando camino y vuelvo a tener miedo cuando la gente me mira.
Comencé a hablar sola en mi mente de nuevo, aunque supongo que ya lo sabes, porque me estás escuchando ahora mismo.
Por mucho que un cristal intente escapar de sus orígenes no puede borrar al vaso del que perteneció. Lo único que puede hacer es borrarse a sí mismo.
—Matemáticas.
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Mis pies caminaban solos hacia el destino.
Eran cerca de las tres de la mañana.
No puedo soportarlo más.
Miré hacia abajo.
—Hazlo
Lo necesito.
Ahora.
La carretera estaba desolada, débiles luces iluminaban. Nadie me vería hacerlo. Solo la suave brisa sería testigo de mi fin.
Estaba a un paso de lograr la libertad. Quizás el fin sí tenga sentido.
Me subí al muro del puente, y miré al vacío.
Tranquilidad. Lo único que sentía era tranquilidad.
No sé en qué momento las lágrimas empaparon mis mejillas, pero la fría brisa se mezclaba con ellas.
No sabía a qué venían mis lágrimas, ¿felicidad o miedo?
¿Que me encontraré en el fin? ¿Volveré al principio de mi sufrimiento o encontraré, por fin, la paz?
Estaba a punto de descubrirlo.
Tomé el último respiro, cerré mis ojos y di mi último paso a la nada.
