𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐭𝐮́ | Levihan

Prologo

Kenny entró al despacho de su padre  furioso, detrás de él su hermana corría sosteniéndose la larga falda del vestido y seguida de esta, a pasos más perezosos venía Kyle, el hijo de en medio de los Ackerman.

Kilian, quien al escuchar el estruendo de la puerta de arce chocar con la pared, dejó de leer sus documentos para dirigir la mirada a sus hijos, los tres tenían diferentes expresiones. Mientras Kenny respiraba acelerado y tenía el rostro fruncido, su hija parecía asustada y apenada mientras que, el último lucia indiferente a la situación.

— ¿Que hacen aquí? - Kilian se levantó de su silla, rodeando el enorme escritorio negro y parándose frente a ellos.

El mayor, que vestía un elegante uniforme militar dio dos pasos hacia en frente, seguido de sus hermanos. El viejo Ackerman por inercia dio un paso hacia atrás, golpeando su trasero con la madera del escritorio, el igual lucia un uniforme militar, al igual que su otro hijo que solo se mantenía de brazos cruzados apoyando sobre el marco de la puerta.

Todos se quedaron mirándose, sin decir ni pronunciar ninguna palabra, solo se podía escuchar el tic tac del reloj del despacho.

— Tenemos que hablar. - Kenny fue el primero en romper el incómodo silencio. Camino hacia uno de los sofás de cuero negro y se sentó en el, dejando caer todo su peso en una suave caída. Sus hermanos se mantuvieron en pie, Kyle mantenía una sonrisa burlona y Kuchel solo se sentó con elegancia en otro sofá, su vestido azul hizo un suave frufru cuando levantó su falda para no arrugarla.

El viejo Ackerman llevo dos dedos a su rostro, levantó un poco sus gafas y se acarició el puente de la nariz.

Sabía el motivo de que sus tres hijos estuvieran en su despacho, dos horas antes de una importante celebración en Mitras. Así que solo suspiro y rodeo de nuevo el escritorio, para sentarse en su silla.

— ¿Y ahora que les pasa? - preguntó sin esperar una respuesta realmente positiva.

— Kuchel es lo qué pasa . - Kenny respondió de mala gana. — Como es que quiere casarla con alguien de Marley? Es cierto eso?

El padre asintió, sus ojos plateados se dirigieron a su única hija, que mantenía esa misma expresión de estar avergonzada. Notó su vestuario, el hermoso vestido azul de amplia falda y mangas largas parecía incomodarle, y no era para más. Se veía una muy pequeña cintura gracias al corsé y él sabía que su hija no era tan delgada, seguro el corsé estaba tan apretado para moldear su figura y se dio cuenta que sus sospechas eran ciertas.

— Kuchel, ¿te incomoda el vestido? - le preguntó y aunque su hija negó con la cabeza, Kenny no pudo evitar responder por ella.

— Claro que le molesta, no puede respirar, papá. Y no solo le molesta el vestido.. ¡Esta mañana sus doncellas le dicen que se casará con un Marleyano!

— Y por que te molesta a ti?.. - Su padre comentó con una sonrisita. Pero solo se gano una mirada molesta por parte de su primogénito.

— Me molesta por que eres injusto, no puedes casarla solo para tener una alianza militar.. Además solo tiene 18 años ¡Dile, Kuchel!

Ambos miraron hacia la joven, ella se puso nerviosa y con delicadeza abrió los labios.

— No quiero casarme con alguien que no conozco.. . . - la muchacha titubeó, antes de quedarse callada y sonrojarse. — Yo estoy interesada en alguien más..