𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐭𝐮́ | Levihan

Conexión

Hange estaba un poco ansiosa, algo realmente raro en ella pues jamás estaba así y menos cuando se trataba de su trabajo. Ella estaba nerviosa y ni siquiera sabía porque, la noche anterior había llamado a Levi y lo citó en su taller a eso de las 10:00 a.m para comenzar a tomarle sus medidas y preguntarle sobre sus gustos.

Esa mañana no desayuno, tuvo nauseas matutinas y el olor al huevo le dio asco, simplemente comió un yogurt en el camino hacia el Atelier, era muy probable que la cena de la noche anterior le cayera mal.. Total, Hange se encontraba buscando telas de colores oscuros, ya fueran azules, grises o negras, aunque había estado buscando una tela de rojo oscuro que no había usado. Le pareció correcto usarla en Levi, sentía que vestir de rojo le quedaba bien, aunque el negro era más elegante y daba vibras de su estilo.

Hange se quedó quieta un minuto, mirando la variedad de telas que tenia sobre la mesa del taller, había tantas opciones y su modelo no llegaba para comenzar a elegir una.. miro la hora, aún era temprano y justo cuando tomo el teléfono escuchó la campaña de la puerta sonar. Rápidamente la castaña se levantó y a pasos largos salió de la zona del taller para llegar a la recepción, sus ojos se iluminaron al ver a su invitado de pie y con una bolsa de papel en la mano izquierda.

— Traje waffles, cuatrojos. - Levi levantó la bolsa, tenía el ceño fruncido y vestía de pantalón deportivo, una camisa holgada y gorra, Hange no pudo evitar sonreír al verlo.

Estaba ansiosa por eso, por que deseaba verlo de nuevo.

— Pasa, enano, quiero comenzar a tomarte las medidas aunque creo ya conocerlas. - Hans le hizo un gesto con la mano, ella se internó de nuevo en el taller bajo la mirada curiosa de Levi, quien solo rodó los ojos y entró tras el mostrador.

El Atelier estaba solo, solo ellos dos eran las únicas almas rondando por los salones del local. Pasado unos 10 minutos, Levi estaba de pie sobre una pequeña plataforma, mantenía sus brazos extendidos a los costados y estaba completamente erguido. Hange media su cuero con una cinta métrica, iba desde sus hombro izquierdo hasta la punta de sus dedos, luego media el ancho, para después pasar a medir su pecho.

Levi solo se mantenía quieto y Hange media concentrada cada lugar del cuerpo del pelinegro, todo era medido con cuidado y con exactitud para evitar cualquier error.

— Adivine todas tus medidas a la perfección, excepto por una.. - Hange, quien ahora anotaba las medidas en una pequeña libreta, dijo en un tono burlón mientras ahora solo se estiraba sobre la silla. — Tu altura, sabía que eras bajo pero no tanto.

— 1.60 no tiene nada de malo, compensó todo con masa muscular y ejercicio diario. La altura no es sinónimo de fuerza.

— Si, ajá, pero ahora tendré que trabajar en más detalles para compensar tu falta de altura en mis atuendos. - Hange soltó una risa nasal, Levi solo chasqueó la lengua y la tomó de la mano con fuerza.

— Cierra la boca de una vez, cuatrojos, solo abres la boca para decir estupideces...- Levi, la miró directo a los ojos, ella tenía una expresión de sorpresa que rápidamente se convirtió en una sonrisa.

— Te impresionaría saber para que otra cosa abro la boca. - Hange se lamió los labios y le guiñó el ojo, provocando que el pelinegro la soltara y se alejara un poco, todo bajo la risa escandalosa de la mujer, quien giró sobre su silla y comenzó a anotar de nuevo en la libreta.

— Que asco, ¿así tratas a tus modelos? - se bajo del pedestal y cuando pretendía acercarse a Hange está giró drásticamente.

— Es interesante pero no me importa, ahora ven, quiero que escojas el color de la tela.

Levi se quedó perplejo, nadie le había hablado así en su vida, solamente su tío pero ese viejo estaba amargado con la vida, por otro lado, Levi tenía una mirada intimidante y las personas solían tratarlo con respeto pero Hange, ella era completamente diferente a todos.