Los Amores Jodidos de Liam

Introducción.

El amor era una hija de puta.

Extremadamente, sí. Lo era y lo es.

Empuño el vaso que tengo en mano y doy un trago de golpe, dejándolo en la encimera del bar.

Yo ni siquiera bebo, pero es mi día de paga y quise disfrutar mis amarguras solo. Porque es así como me siento siempre: Solo.

Desde que tuve mi ruptura con mi ex, no me he sentido igual desde ese día. Yo siento que la he llegado a amar, a pesar de que ella sólo me quiso y esté muy feliz con su esposo en estos momentos, no dejo de pensar en ello.

Me fui de Estados Unidos y quise regresar a Inglaterra, han pasado casi dos años de todo y no he superado ni una mierda.

—Vaya, ¿quién diría que el famoso Liam Baker estaría aquí emborrachándose en un bar?

—No estoy borracho —y es cierto. Hay veces en las que bebo, pero cuando siento que perderé uno de mis sentidos, decido detenerme.

—Ya hombre —Jackson, el bartender, que fue el que me habló y sirvió las copas palmea mi hombro—, ve a tu casa y escribe un guión de tu vida.

Le lanzo una mirada de muerte.

—Muy gracioso, no quiero ahogarme más en mis penas hablando de mi mala suerte en la vida y en el amor.

—Eres una persona muy mencionada en el mundo del cine, cualquier cosa que hagas saldrá bien.

—¿Podemos hablar de eso luego? —masajeo mi sien— No estoy de humor para hablar de mi trabajo, de mi vida, o mucho menos de pensar.

Jackson ríe y toma el vaso y la botella para alejarlas de mí.

—Vete a casa, quisiera acompañarte, pero necesito la propina.

Le doy un leve asentimiento y decido llegar hasta la salida. Alguien choca conmigo y se me caen los
lentes junto con la gorra que tenía puesta al piso, aunque traté de agarrarlas, ya era demasiado tarde.

Mierda.

Empezaron a dispararme los flashes y sentí a varias personas abrazándome. Aunque me guste, en estos momentos no estoy de humor para recibir a la gente de buena manera.

—¡Liam Baker! ¿Qué pasó con Alara Harper?

¿Por qué hacen preguntas tan estúpidas? Es algo que pasó hace dos años y aún no lo superan.

Empujo a todas las personas y siento que me dará un ataque de ansiedad por tener tanta gente pegada a mí.

—¡Liam, una foto!

—¡Liam, mira a la cámara! —un tipo se para delante de mí con el flash demasiado fuerte, grabándome.

Me tapo la cara, cuando se acercan con más flashes, mi paciencia se va por la culata y...

—¡Basta de...!

—¡Liam, cariño! —una chica llega inmediatamente a abrazarme y deja un beso en mi mejilla— Sígueme la corriente para que salgas de aquí —murmura, cerca de mi oído.

Estoy con el ceño totalmente fruncido, ni siquiera sé quién es esta chica y no sé qué rayos está haciendo.

La chica se separa de mí y veo que tiene los lentes y la gorra que yo tenía, ocultando su cara con una capucha también.

—¡No puede ser! ¿¡Esa es Alara Harper?! —ella señala hacia otro lado y todos se dirigen allá.

Me toma de la mano y salimos corriendo por la puerta trasera hasta llegar un poco retirados del bar.