Rodrigo lleva semanas sintiendo un vacio en su corazon, debido a varios sucesos. Entre el mas destacable; La perdida de su abuela.
Esta antes de morir le dejo una carta junto a un pequeño jarrón de porcelana. Nadie se habia dado cuenta, pero dentro...
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Después de lo ocurrido, Iván se veía mucho mas feliz, y su felicidad me contagiaba a la mía. Era feliz estando a su lado, y el era feliz estando a mi lado.
Seguí asistiendo a la universidad, seguí cumpliendo con mis obligaciones, seguí siendo yo, pero ahora mucho mas feliz con la presencia de Iván.
Y es que solo bastaron 2 meses para que me enamorara perdidamente de el, era todo lo que buscaba, me sentía cómodo con el, sentía que podía ser yo cuando estaba con el.
Pero había un problema.
El no era un humano como yo.
El era un simple ser que cumplía deseos, y que al hacerlo, se esfumaría.
Todas las noches pensaba en eso, pensaba en como poder vivir con el siendo el un ser sin cuerpo. Pero todo era imposible, y eso me frustraba.
Pero a pesar de todo, el seguía haciéndome feliz, se esforzaba en no verme triste, y cuando lo estaba me apoyaba. Mas de lo que alguien pudo apoyarme.
No quería perderlo, no señor, no iba a hacerlo, el lo amaba, y haría lo que sea por el.
Era un jueves por la noche, y estaba viendo una película con Iván, el estaba sentado justo a un lado mío, y yo simplemente lo miraba perdidamente.
— ¿Qué? — pregunto Iván, se había dado cuenta de mi mirada.
— Nada, solo viendo lo perfecto que sos.
— ay, que cosas dices. — se sonrojo mientras soltaba una risilla.
Otra vez ese silencio, mientras que de fondo se transmitía una película de romance cliché adolescente, por que no esta de mas verse una ¿no?.
Todo iba bien, pero quería hacer esta pregunta desde que nos sentamos en este sillón.
— Ivi... quiero preguntarte algo.
Iván se volteo a verme, con esos ojos tan lindos que tiene, Dios, me mata con esa mirada.
— pues... no se... pero es que te amo tanto y pues... me gustaría que fuéramos pareja.
¿Qué había dicho? No se, algo imposible la verdad, la cara de Iván lo decía todo.
— ¡¿estás loco?! ¡No soy hum-
— ¡YA SE QUE NO ERES HUMANO, YA LO SE, PERO NO QUIERO PERDERTE, QUIERO ESTAR CONTIGO PARA SIEMPRE! — creo que era la primera vez que le alzaba la voz, ya que se le vio un poco sorprendido por mi reacción. — Nunca he amado a alguien tanto como te amo a ti, Ivi... por eso...
Tome una calada de aire, para luego expulsarla y mirar determinadamente a Iván
— Deseo que seas un humano.
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