Capítulo 2.

291 28 1
                                    


Había algo que llamo la atención a James. Esa carta no estaba firmada por su hija, Rose. Sino por otra persona, "K.A" ¿Quién demonios era "K.A"

Por ahora solo se dedicaría a entender y analizar, no es como si pudiera hacer mucho, buscaría soluciones para cada una de las muertes en esos libros. No tenía que llorar, nada de eso sucedería. Sus padres no morirían, los padres de Lily no morirían, Alessandra no moriría, Lily mucho menos. Ahora tendría que investigar que diablos había sucedido con Sirius, pero no creía que tendría que hacer mucho, después de todo su hija le había confiado a Sirius el diario. Significaba que saldría de esa guerra con vida, eso le aliviaba un poco. Remus, era claro que hablaban por su pequeño problema... Un momento ¿y Peter? ¿Dónde estaba él? Porque no lo nombraron, mejor pregunta ¿Por qué no estaba con ellos? 

Soltó un suspiro colocando una mano en su barbilla pensando, aprovechando un poco que Lily había corrido a abrazar a sus padres, intentando consolar a su madre que no dejaba de llorar por su propia muerte y la de su hija. 

Sus padres parecían bastante calmados con eso de su muerte, pero ¡Vamos! Ellos eran nadie más que Los Potter, esta era una segunda oportunidad que no desperdiciarían. Sabían perfectamente cuando aprovecharse de las situaciones que se le presentaban una vez en la vida, claramente esa era una de ellas.

Una pequeña luz dorada brillo en el medio del salón, entrecerró los ojos observando con detenimiento la luz. Cada vez se hacía más grande, nadie entendía que sucedía, la luz brillaba con más intensidad obligando a cerrar los ojos a todos los presentes por igual.  

Al volveros abrir, más de uno se quedó sin aliento. Un grupo de personas se encontraban paradas en medio de aquel salón, para ser más exactos, tres mujeres y dos hombres. Una de las mujeres dio un paso hacia delante con sus labios rosados adornados por una sonrisa con aires inocentes. 

James quedó paralizado observándola, no tenía que ser adivino para saber de quien se trata. Su cabello negro azabache característico de un Potter, lo tenía a media espalda y ondulado, sus hermosos ojos esmeraldas que hipnotizarían a cualquier, como lo hacia su madre con él, su piel totalmente blanca libre de pecas, sus mejillas sonrosadas. ¡Rose era hermosísima! Llevaba puesto un vestido de color azul claro resaltando su cabello y una esmeralda en forma de gota, colgaba de su cuello.  

—Buenas tardes a todos—comenzó a hablar, su voz melodiosa, cálida y dulce hizo suspirar a más de uno de los chicos presentes. Era como caer en un hechizo de atracción instantánea por la mujer—. Mi nombre es Rose Potter, hija de James y Lily Potter. 

James sonrió emocionado, conteniéndose para no levantarse he ir a abrazarla. Su hija, su princesa, su hermosa niña. La consentiría y mimaría, ninguna persona se atrevería a hacerle daño, era definitivo que la cuidaría de todo lo malo de este perverso mundo, entre ellos Voldemort y todo hombre que desee estar entre sus piernas ¡Oh! A esos los mataría de una manera tortuosa y dolorosa, sin remordimiento, aunque no sin antes castrarlos. 

—Es nuestra nieta, ¿escuchaste Fleamont! Nuestra primera nieta—Euphemia zarandaba el brazo de su esposo señalando a la mujer—¡Por Merlín! Tiene inscrito en el rostro su apellido ¡Es toda una Potter!  

—Si escuche cariño podrías, por favor, no dislocarme el hombro—La señora Potter miro ofendida a su marido, que termino riendo nervioso.  

Lily por su parte no caía de la felicidad, ¡Su hija! Una niña a la que podría vestir con miles de vestidos, peinarla, comprarle muñecas, enseñarle a cocinar, leer juntas y tantas cosas más que podrían hacer juntas. Quería que su hija viviese una infancia plena y feliz a su lado. 

ÉPOCA | LEYENDO HARRY Y ROSE POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora