Relatos Lésbicos

4 🍸 LAS CHICAS DEL BAR

                      🍷Las chicas del bar🍷

Cuando terminas una relación creo que lo correcto es dejar pasar tiempo para que cada parte pueda recuperarse. Aunque aún no me sentía recuperada del todo. 

Habían pasado 3 meses desde que terminamos, realmente no me afectó tanto el acabar con la relación, pero si me dolió lo que me dijo.  

—Nunca tienes iniciativa de nada, yo soy quien te pide que nos tomemos de la mano, quien te pide besos, quien inicia en el sexo ¿De verdad quieres estar conmigo? 

—Claro que quiero.

—Pues no parece.

La veo salir del restaurante, tomada de la mano de una mujer que me parece conocida, es su mejor amiga y la está besando. Diría que me impresiona pero no realmente.

Me doy la vuelta para que no me vean, no quiero llegar a casa y tirarme a llorar, ni siquiera tengo ganas de sentirme mal por ella, así qué me decido por lo más prudente, ir a un bar a beber como si no hubiera un mañana. 

Detengo un taxi y le indico a dónde ir, sé cuál sería el lugar perfecto para estos momentos. 

Al llegar le pago al señor y me dispongo a entrar.

—Hola señorita ¿Cómo ha estado?— me pregunta el chico del recibidor. 

—Bien, Marti ¿Y tú? ¿Sabes si está mi hermano?— intentaba que mi voz no sonara triste. 

—Estoy muy bien, gracias— me sonrió, él siempre ha sido un chico muy alegre —Su hermano está en su oficina. 

—Gracias, nos vemos luego— rápidamente me dirijo a la oficina. 

Comienzo a recorrer el bar con la mirada, hoy está tranquilo, veo muchas parejas en plan intimo. 

Estoy por subir cuando alguien capta mi atención. En una de las mesas de la orilla veo a una linda rubia, posiblemente de mi edad, tal vez un poco más joven. Ella alza la mirada al sentir que la observo y me recorre de arriba hacia abajo con descaro. El gesto de remojarse los labios hace que me ruborice y acelero el paso subiendo las escaleras. 

Entro a la oficina y prácticamente azoto la puerta. Mi hermano se sobresalta por el estruendo, pero no lo dejo ni hablar cuando me abalanzo a abrazarlo.

—¿Qué sucede Mica?— me susurró preocupado.

—La vi, la vi salir con ella— dije tranquila, no quería llorar realmente, solo me sentía desanimada. 

—¿Con quién?— él sabía a quién me refería. 

—Con su mejor amiga.

Me separé de él y vi su cara de tristeza, él sabe que no es sencillo para mí lidiar con las emociones de este tipo. 

—¿Y qué quieres hacer? 

—Embriagarme, esa era la idea.

—Bueno, si eso quieres, me alegra que vinieras aquí donde puedo llevarte a casa si te pasas de copas— ambos nos reímos débilmente. 

—Sigue siendo la idea. ¿Tienes mucho trabajo? 

—Algo, si quieres pido las bebidas para que te quedes a tomar aquí conmigo.

—Gracias pero…prefiero bajar y distraerme con el ambiente.

—De acuerdo, si quieres que te lleve a casa solo sube o dile a cualquiera de los chicos que me hable.

—Claro— le di un pequeño beso en la mejilla y me giré para salir.

—Si terminas yendo con alguien más, también me avisas.