Nomás Porque Sí //KNJ+KSJ

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-Haz una exposición sobre algún hecho histórico que haya hecho gran impacto en el mundo, haces un resumen de tres hojas con imágenes y líneas en el tiempo si hace falta - le escribía todo el el pizarrón junto al formato del archivo que debía enviar para el lunes, si, en dos putos días. -Aunque sea resumen quiero lo más importante, fechas, lugares, quienes estuvieron involucrados, causas y consecuencias, y por último tu conclusión y como lo habrías solucionado en su lugar.

Se dejó caer en el pupitre sin ser visto por la mujer, si los que estuvieron en esa época, sea cual sea, no sabía a ciencia cierta como resolver su jodido conflicto, ¿cómo sabría él solucionarlo? ¿Está loca acaso? ¿Lo odia? ¿Es su castigo?

-Me quiero colgar.

-¿Disculpe? - la fémina voltea confundida ante el comentario, NamJoon se reincorpora y finge demencia.

-Nada, ¿lo quiere impreso o se lo mando por correo?

-Impreso, y nada de hojas sueltas señor Kim, con portada creativa y hoja de datos, con su nombre, el de la escuela y lo demás que ya le escribí.

Rueda los ojos en la primer oportunidad que vio cuando la maestra de historia se dio vuelta para agregar algo, ahora tenía que hacerlo engargolado.

Por eso tenía la corazonada de que dejar historia al último era la mejor idea de su vida, hasta ahora.

-Yo se lo entrego. Nos vemos el lunes - la mayor salió del aula dejándolo con ganas de colgarse de un quinto piso, revisando el pizarrón con todo lo que pedía.

Era demasiado, carajo, tendría que estar las 24 horas del día pegado a su escritorio si quería acabar a tiempo. Y no tenia ganas de ello, sin embargo era eso o repetir semestre y no quiere volver a pasar por las mismas mierdas una y otra vez. Le tomó foto al pizarrón, luego lo borró como le había pedido al entrar y al fin salió del salón en dirección al comedor de la escuela donde todos estaban, encontrándose con YoonGi en el pasillo con un humor de mierda al no probar bocado y haberse separado de su novia aunque hayan pasado apenas unos cinco minutos.

-¿Ya?

-Después de esto me voy a matar. - ríe a pesar de su mal humor y de su estómago hambriento. -Quiero distraerme, cuenta algo.

-Si, bueno, hoy fue el último partido y perdimos, el gorila del capitán del equipo está que golpea a cualquier imbécil que choque contra su hombro.

-Qué novedad - suelta a la nada, pensando en otra cosa, por ejemplo, en como carajo le hará para hacer la estúpida conclusión.

YoonGi sigue hablando, nada de lo que dice le interesa en lo más mínimo, y cuando alza la mirada esos ojos brillantes y ese cabello morado pasan justo a su lado, desprendiendo un aroma a vainilla y chocolate de un exquisito perfume dulce. Se queda paralizado, como si hubiese pasado frente a una de las mejores pastelerías del país, se gira sobre sus talones y la perfecta figura juvenil y puberta del que cree que es SeokJin se llevan toda su atención.

Se queda de pie, admirando su tímido y a la vez elegante caminar, esas piernas delgadas avanzar con rapidez al sentir la intensa mirada del moreno sobre él, con confusión y tal vez anhelo, mucho anhelo, quizá necesidad, pero eso sí, la nostalgia no se va.

-Kim...

Deja de respirar, SeokJin se aleja, siente la ausencia de ese aroma dulce, y sus sentidos más primitivos le dicen que corra, que se mueva, y que vuelva a embriagarse de ese manjar.

-NamJoon.

Ya no escucha, en el mundo son solo él y Jin, caminando a prisa chocando contra las personas en un intento por escapar.

Y sus deseos más profundos le gritan, cuando lo ve doblar hacia la derecha en dirección a la escaleras: corre.

Corre y vuelve a ser feliz.

Corre y vuelve a encontrar esa inocencia que hace años se fue cuando le quitaron a su mejor amigo a un pequeño niño tímido y temeroso de cualquier suceso extraño en su vida.

Corre, y vuelve a sentir el cariño y la compañía de Kim SeokJin.

Las personas se mueven con ímpetu por todos lados, lo ha perdido de vista y siente esa impotencia llenar su cuerpo por cada zancada que da. Su frente empieza a sudar al igual que sus manos, más de una vez ha golpeado a alguien y sin pedir perdón o percatarse de a quién golpeó, sigue caminando.

Y eso, bajo el genio de una persona con el humor del carajo, es una mala decisión.

La gente se hizo a un lado dejando el centro del pasillo libre, aprovechando esto uso el paso libre para correr más rápido, cuando su hombro chocó con el de alguien más, y ese alguien lo tomó con fuerza del brazo para detenerlo y golpearlo.

No alcanza a reaccionar cuando ya está en el suelo, bajo la mirada de un Jackson asesinandolo con la simpleza de su mirada bañada en odio sin razón.

-Fíjate joder, ¿no puedes ver por dónde caminas?

Se levanta, lo que hace que Jackson se enfurezca más al no verlo ceder en ningún momento.

Sacude su ropa, ajeno a las miradas y que ahora ellos son el centro de atención.

-Lo siento, no te vi.

-Carajo, ¿es qué no sabes quien soy? - señaló la bandana que caracterizaba a los del equipo de fútbol, siendo esta de un color, tal vez... ¿verde? No empecemos de nuevo.

-¿Un jugador del equipo?

Su ceño se frunció con notable molestia, era obvia la respuesta a su pregunta, pensó.

-Soy el capitán, ¿no ves el rojo?

-Soy daltonico, no veo los colores igual que tú.

-¿Daltonico?

-Si, daltonico - asegura, manteniendo un tono tosco -Con permiso.

Se despide con cordialidad dejando a Wang confundido, tal vez algo sorprendido, siendo esta la primera vez que conoce a alguien que no le habla con timidez o miedo, o tal vez sumisión, y en lugar de eso contesta seguro y sin temor a pesar del "poder" que tiene para hacer que expulsen a quien se le dé la gana.

Además de que es daltonico, y no sabe qué mierda es eso.