07 ❱ another infected

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「 CAPÍTULO SIETE 」【OTRA INFECTADA】

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CAPÍTULO SIETE
OTRA INFECTADA

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Eran las siete menos cuarto, Irvine corría por los pasillos, encaminándose hacia la enfermería. Hace un rato, Lily le dijo que Pomfrey había salido, era el momento de entrar y ver a Remus.

La salud de Remus preocupaba mucho a Irvine, era su mejor amigo, su hermano, como ellos decían. Hacía más de unos días que no se veían las caras. Irvine nunca dijo que extrañó a Lily, en ningún momento. Pero a Remus era otra cosa, lo extrañaba con su alma entera, era su otra mitad.

Una mitad sin su otra mitad no era nada, ¿verdad? Pues eso era lo que pensaba Irvine cuando sentía la ausencia de Remus; que no era nada sin su hermano. Podría decir miles de veces que sentía más cariño hacia Remus que hacia Lucius.

A las siete y media de la tarde, Irvine tenía que ir a la reunión de Slughorn, ósea, el Club de las Eminencias. Tenía tiempo suficiente para colarse en la enfermería y saludar a Remus, si se encontraba con Marlene también la saludaría, no la vio por ningún lado en los últimos días.

James e Irvine se había "disgustado", ya que James quería ir al Club de las Eminencias con Irvine, pero esta le decía que no, y así fue, no la acompañó. James se quedó en la sala común, jugando al ajedrez mágico con Sirius. Peter analizaba de arriba abajo la estantería de Remus e Irvine, la miraba como si fuera un aparato electrónico muggle.

Seguimos con Irvine... Al llegar a la enfermería abrió la puerta, lentamente, examinando si estaba Pomfrey en ella, pero al no ver a nadie corrió adentro y cerró la puerta. Irvine escuchaba a gente toser, suponía que era Marlene, Remus y algún otro enfermo.

Tardaría un rato si empezaba a buscar por todas las camillas a Remus, así que lo llamó:

—¿Remus? —inquirió.

—Aquí —tosió.

Irvine agudizó el oído y pudo averiguar en la camilla que estaba tumbado. Alcanzó la cortina y la estiró, por fin lo vio, lo vio después de tantos días, extrañándolo como si no volviera a verlo más.

—¡Lunático, cariño! —sonrió.

Quería abrazarlo, pero lo que no quería era contagiarse de viruela de dragón. Sería terrorífico.

—Oh, hasta que me visitas, Fialect, ya creía que te habías olvidado de mí —dijo, con voz débil y ronca.

Irvine se acercó más a la camilla y se sentó en una silla giratoria, al lado de Remus

𝐏𝐀𝐑𝐓𝐈𝐍𝐆 ⇝ James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora