Capítulo 3

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—No. Él no quería cargarme en su espalda.— jeongin abultó su labio inferior, mirando a la pantalla de su celular. Estaban grabando una insta stories mientras caminaban por la acera hacia una cafetería donde ir a desayunar.

—En mi defensa; son las nueve de la mañana, estoy muy cansado y aunque eres demasiado pequeño y liviano, ayer salí a un bar y el cuerpo me pesa.— comentó mientras bostezaba y se inclinaba a la altura de jeongin, observando a la pantalla. Anteriormente se veía solo parte de su hombro.

—Si me decías antes no te invitaba a desayunar para que pudieses descansar.— jeongin se quejó, mirando al azabache por encima de su hombro.

—¿Y dejarte ir solo? No, deja me muero de sueño.— murmuró, atrapando el cuerpecito de jeongin, abrazándole desde atrás.

—Jinnie~— sonrió jeongin, dejando un besito en la mejilla del más alto, quien había apoyado su mentón en su hombro. —Estamos de camino a una cafetería, es domingo así que hay que aprovechar.— rió bajito, viendo a la cámara de su móvil.

—Cute.— sonrió el de pelo azabache, separándose finalmente de jeongin y posicionándose más atrás, dejando que la cámara captase su rostro.

Jeongin enfocó la cara de hyunjin, haciendo zoom en esta, el mayor estaba mirando al otro lado de la vereda.

—¡Mira! Ahí hay una cafetería.— anunció, señalando al otro lado de la calle poco transitada, girando a jeongin, dándose cuenta de que su rostro se apreciaba en toda la pantalla del celular. —¡Hey! ¡Me veo horrible!— rió hyunjin, tapándose la cara con ambas manos.

Jeongin rió.

—Nunca te ves horrible, niñito.— refunfuñó el más bajo.

—Niñito tú, niño.— contraatacó, destapándose finalmente, mirándole con el ceño fruncido, fingiendo estar molesto.

Jeongin rió y dejó de grabar, subiendo la insta stories y guardando su celular.

—Solo me ganas por tres meses.— bufó jeongin, frunciendo el ceño y mirando hacia arriba por encima de su hombro, a hyunjin.

—Sí, pequeñito~.— el de pelo azabache dijo burlesco, atrapando entre sus brazos a su mejor amigo desde atrás, deteniéndoles a ambos en el cordón de la vereda, girando a los lados de la calle para cruzar.

—¡Hey! ¡No te burles!— puchereó el peliblanco, dejándose guiar por su mayor, posando sus manos en los antebrazos de hyunjin, los cuales se aferraban a su torso.

—No me estoy burlando, mi vida.— negó distraídamente, enderezándose y empujando la puerta de la cafetería, mirando el interior en busca de una mesa desocupada. No había ninguna al alcance de su vista.

—Sí que lo estás haciendo.— murmuró el pequeño con molestia, alejando a hyunjin de su anatomía, entrando más al interior por sí solo. Habían bastante personas allí.

—¡Oye, espera! ¡Te vas a perder!— hwang semigritó, siguiendo a jeongin luego de unos segundos.

Jeongin rodó los ojos. Sabía que era enanito, pero no necesitaba que se lo recordaran todo el día.

Luego de un momento, jeongin había encontrado una mesa libre para dos.

—¡jinnie, jinnie, mira, encontré un lugar!— saltó emocionado, llamado la atención de hyunjin al instante, quien pasaba entre la gente.

—¡Oww! ¡Qué tierno!— chilló una joven que pasaba justo por al lado. —Amor, mira que chiquillo.— sonrió la azabache desconocida, mirando a su novio. Este volteó y sonrió con ternura al igual que su novia.

—¡Hey! ¡No soy un chiquillo!— se quejó jeongin, golpeando el suelo con su piecito, cruzándose de brazos.

—¡Oww! ¿Cuántos años tienes?— la chica cuestionó con dulzura, ya que jeongin era muy adorable.

—Parece de doce.— sonrió el chico a su lado.

—¡Tengo diecisiete!— exclamó, levantando sus brazos al aire.

—Cálmate, cálmate.— pidió hyunjin llegando a su lado, sosteniéndole de la cintura mientras jeongin escondía su carita sonrojada en su cuello y lo abrazaba por la cintura. Hyunjin sobó su espalda y le dejo un besito en su cabello.

—No me gusta ser bajito, jinnie.—negó dramatizando. La pareja ya había desaparecido para buscar su desayuno.

—A mí me pareces lo más adorable y lindo con tu estatura, bebé. De verdad que ser bajito hace que tengas tu toque, ¿sí? A ti te queda lindo.— rió enternecido, acercándose a una de las silla con jeongin aferrado a él.

Jeongin asintió lentamente, saliendo de su escondite en el cuerpo del mayor y sentándose con un puchero en los labios.

Puchero que hyunjin quería besar.

Boyfriends? | Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora