Mingi (2)

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Hace tres años y medio...
                                        Capítulo largo

Hyunjin iba caminando hacia la casa de su mejor amigo pero antes llegó a una heladería a comprar helado para el y para Minho.

Llego a la heladería y compro uno para el y otro para su amigo. Cuando lo compro, quería probarlo por lo que lo abrió y solo comió un poco, después lo iba tapando que no se dio cuenta que alguien abrió la puerta y se cayó todo el helado por el empujón.

—Lo siento tanto. —Dijo la persona que entró al lugar.

Hyunjin volteó y vio a un chico muy guapo y amable hablándole, ahora que lo que veía bien sabía que estaba en su misma escuela pero en diferente edificio porque era mayor que el.

—No importa, yo no me di cuenta de que iba entrando. —Agachó la cabeza, Hyunjin.

—Te pagare otro.

—De verdad que no es necesario. —Negó el menor con la cara roja.

Mingi entró y compró algo para Hyunjin y para el.

—Toma, y no acepto un no como respuesta.

—Gracias hyung, aunque no era necesario.

—Esta bien, lindo. ¿Cómo te llamas?

—Soy Hwang Hyunjin.

—Que nombre tan único, me gusta.

—Gracias. —Se estaba poniendo rojo cada vez que hablaba con ese chico, el mismo ni se reconocía por su comportamiento.

—¿No me vas a preguntar el mío?

—Ya se como se llama, hyung. —Hablaba nervioso Hyunjin— Usted es Song Min-gi.

—¿Me conoces?

—Estamos en la misma escuela.

—¿Es posible? Yo no olvidaría un rostro así.

Hyunjin se sonroja y trata de que no le gane la vergüenza.

—Yo soy edificio 2, usted es mayor, por eso es que no nos hemos podido ver.

—¿Cuantos años tienes?

—15 años pero en Marzo cumplo 16.

—Ahora que lo recuerdo, Hwang era tu apellido? —Hyunjin asiente— Eres el chico que pintó la pared de mi edificio, ¡wow! te quedo increíble.

—Muchas gracias.

Cuando salieron de la heladería se quedaron platicando unos minutos más bajo un árbol, hasta que en un momento empezaron a sentir gotas que caían sobre ellos.

—¡Ay no! Esta lloviendo, me tengo que ir o si no me mojaré más. —Habló alterado el menor.

—No te preocupes yo te llevo a tu casa.

—No de verdad, ya con el helado es suficiente.

Mingi tomó la mano de Hyunjin y se dirigieron al carro de este, por lo que el pintor no tuvo otra opción que entrar en el auto.

—Dime tu dirección. —Miraba al menor y movía su cabello.

—No es la dirección de mi casa, es la dirección de mi mejor amigo. —Estaba nervioso por la presencia de el más grande.

—Entonces dímela.

Hyunjin le dice y empieza a manejar hacia la casa de Minho, no era tan lejos pero la lluvia había estado muy fuerte.

Diecinueve veranos ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora