Mi descanso

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𝐴𝑚𝑎𝑟 𝑦 𝑙𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟, 𝑎𝑐𝑢𝑠𝑎𝑟, 𝑛𝑒𝑔𝑎𝑟
𝑁𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎𝑟 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑖𝑛 𝑡𝑖
𝐿𝑎 𝑎𝑙𝑒𝑔𝑟í𝑎 𝑦 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑜𝑠
𝐿𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑜𝑠
𝐸𝑠𝑡𝑎𝑟í𝑎 𝑡𝑎𝑛 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑠𝑖 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑙𝑜.

Hold On - Chord Overstreet

Así como avanzamos 10 pasos, podemos retroceder 2 o hasta 20 pasos menos.

Jisung estaba yendo a tratamiento después de que Minho durante una semana le insistiera que fuera.

Habían pasado dos semanas después de la casa de Felix, faltaba menos de un mes para que Jisung y Felix se graduarán, y faltaban dos días para que le dieran los resultados de las dos universidades que se postularon.

—Así que cuéntame, Jisung. ¿Tu papá no es tú papá?

—Si, se lo dije ayer.

—Entonces, ¿lo consideras tu papá?

—Emmn pues sí.

—¿Si o no? Te escucho un poco indeciso.

—Si, lo considero mi papá. ¿Esto que te tiene que ver con mi TCA?

—Vamos por pasos Jisung, déjame conocerte.

—Sera a la próxima porque ya voy tarde con mi familia, hasta luego.

Jisung se despide del psicólogo y sale a tomar un taxi e irse a su casa, ya que su mamá le había dicho que tenía que estar puntual en la casa.

En cuanto llegó a la entrada vio a Yuqui.

—Hola, Yuqui. ¿Y esa cara? —Estaba caminando cuando sintió la mano de la mayor en el.

—¿Qué fue lo que hizo, joven Jisung? —Sintió la mirada preocupada de Yuqui.

—¿A qué te refieres?

—Su mamá está muy furiosa y nadie la ha podido calmar, ni siquiera su papá. Solo lo buscaba a usted. —Comenzó a sudar frío el menor.

—Gracias por decirme.

Jisung entraba a su casa y veía a todos los de la limpieza con los ojos en el, hasta que vio a su papá que se acercaba a pasos lentos.

—Jisung, pensé que no ibas a venir. Era mejor que no vinieras. —Dijo serio el señor Han.

—¿Qué ocurre, por qué todos me ven así? —Casi nunca veía a los empleados de ahí, pero ahora vio a casi todos.

—Sienna, bueno, tu mamá está un poco mal el día de hoy, no sé que haya pasado pero solo te busca a ti. ¿Qué hiciste, Jisung?

—No he hecho nada malo.

Se escucharon los tacones de la señora Han, el mayor le dijo a Jisung que saliera de la casa mientras trataba de calmar a su mamá, pero el menor no quiso y fue hacía ella.

—Llegue a tiempo. ¿Para qué me necesitabas?

Quiso hablar bien, pero no pudo, tartamudeo en lo último que dijo porque de verdad que estaba aterrado y aunque quería parecer fuerte no lo era porque siempre tendría miedo a Choi Sienna.

—Todos vayanse de aquí.

La voz firme y ruda de la señora Han hizo temblar a todos los trabajadores de la casa y también los hizo correr rápido fuera de allí, solo se quedaron 3, Jisung, su mamá y su papá.

Diecinueve veranos ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora