Su espalda le dolía, estaba sentado encorvado sobre el escritorio, desde que Han Sooyoung fue expulsada de la preparatoria los matones que solían hacerle daño habían vuelto a sus puestos y comenzado a amenazarle nuevamente.
Por lo tanto sus heridas aumentaron y las vendas en su cuerpo también.
Recargó su cabeza contra la mesa de madera, con una mueca de disgusto en su rostro y un par de ojeras signo de cansancio, estaba a punto de cerrar los ojos cuando notó una pequeña hoja de papel blanco a punto de caer entre la ranura de la pared y el borde de la mesa, fue cuando se dio cuenta que la nota que había estado buscando por toda la mañana en realidad si estaba y el que no la haya encontrado no se debía a qué el chico de la tarde no le había escrito.
Un pequeño rayo de luz abraza su corazón al sacar la nota de la ranura cuidando que no se cayera.
Al tener la nota en manos la acomodo rápidamente y la leyó sin omitir ni una sola palabra.
"Te gusta leer, veo, pues, me gustan los videojuegos, de hecho tengo una cuenta de streaming y también cocinar..."
Termino de leer la nota y entonces se formuló una pequeña sonrisa en su rostro, sus labios estaban agrietados y ambas mejillas tenían vendas cuadradas.
Era la primera sonrisa que había dado está mañana y pensar que un extraño la había causado le confundía un poco aún así era una sensación bonita.
Decidió responder hasta que terminaran las clases y guardo la nota bajo sus lápices.
El profesor de artes visuales entro al salón.
....
No lo podía creer, de todas las cosas que le podían pasar tenía que ser la peor, no, el en verdad no quería pero este proyecto tomaba un buen puntaje en la calificación final del trimestre y estaba claro que no quería perder su calificación pero ¿Por qué tenía que ser en equipo? Podía haber sido en solitario, pero no, el profesor dictó que tenía que ser en equipo.
Una parte buena es que el profesor había hecho los equipos, sería aún peor si se tuvieran que formar entre ellos, no quería pasar la pena de ir de un lado a otro del salón buscando un lugar vacío.
El docente les dejo el resto de la clase para organizarse en equipo, las miradas de sus compañeros de proyecto se le hacían lejanas y bastante penetrantes, le miraban con odio, o eso era al menos lo que el creía.
Al final, su suposición parecía ser correcta.
— Mira niño raro, te mandaré tu parte para que la hagas ¿Entiendes? Entonces no habrá necesidad de reunirnos contigo. — dijo una chica de cabellos largos y rubios.
Esa tarde vio a sus compañeros de proyecto marcharse juntos hacia una cafetería, supuso que para hablar sobre el tema de la exposición.
El se quedó en su salón un poco más tarde para responder la nota que había pospuesto hasta la tarde.
"¿Videojuegos? ...es un pasatiempo interesante... Oh, seguro y cocinas muy bien, la verdad a mi no me gusta la cocina, no lo hago bien."
Miró la nota por un momento, antes de pegarla en la mesa con ayuda de un poco de cinta adhesiva, salió del salón y se dirigió lentamente a la salida, caminaba con miedo de encontrarse a los mismos tipos del día anterior pero por suerte no los miró por ningún lado.
Soltó un leve suspiro, mordiendo sus labios, caminaba a casa pero antes de llegar, paso por la tienda de conveniencia comprando algunas cosas.
Iba de regreso a casa cuando se topo con una librería, que según el, juraba nunca haber visto antes, entonces, como un buen lector, decidió entrar y echar un vistazo a los libros.
Los estantes estaban llenos de múltiples libros, algunos cuentos clásicos, novelas famosas, entre otras nunca antes vistas por sus ojos.
Miro algunos y leyó sus sinopsis con curiosidad, pero no compró ninguno, y esto se debía a la falta de dinero en sus bolsillos, suspiro y salió del lugar sin notar que alguien le estaba mirando a lo lejos.
Caminando lentamente con el portafolio en manos.
Mientras la persona que le miraba, con rizos castaños oscuros ondeando con el viento se alejaba poco a poco del lugar en una dirección contraria.
Ojos oscuros que parecían brillar dorados con los rayos del sol.
ESTÁS LEYENDO
El chico de la tarde ha olvidado su bolígrafo.
Teen FictionKim Dokja era un chico de preparatoria muy curioso. Así que cuando encontró un bolígrafo que no era suyo en la silla en la que siempre se sentaba, obviamente no lo pasó por alto. Pero lo extraño eran en realidad la etiqueta pegada en el bolígrafo co...