Luego de que el secreto que hay entre Max y Yakiv salga a la luz, ellos se separan haciendo que ambos caigan en un agujero oscuro de cual será duro salir a la superficie y poder alcanzar la luz. Descubre en esta segunda parte la continuación de la...
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Camino en círculos por mi habitación. Me duelen las costillas y siento que me cuesta respirar un poco pero el dolor es soportable gracias a los analgesicos que me ofrecio mi madre a escondidas.
Me siento en la cama y me miro en el espejo de cuerpo entero que tengo sobre la puerta del baño-Estoy demacrado.-Me digo mientras contengo las lágrimas. No voy a llorar ahora que me pueden escuchar, tengo que aguantarme hasta la noche cuando todos duermen menos mis pensamientos.
Intento no pensar mucho sobre lo que sucedio ese dia, en como mi padre cuando llegue a casa me dio la mayor paliza que me pudieron haber dado en todos mis pocos años de vida. Sinceramente creo en cierta parte que me lo merecía por haber lastimado a Dominica y a su vez también a Max con la incertidumbre del no saber que haríamos para poder estar juntos como queríamos. También, pienso en lo que me había dicho Alex tiempo atrás, sobre el -"Vas a terminar perdiendo a los dos si no decides quedarte con uno"-,tenia razón y por eso también me merecía esa paliza para abrir los ojos y ver las cosas con más claridad.
Me pongo de pie con dificultad cuando escucho que llaman a la puerta. Cuando la abro me encuentro con Anabel del otro lado. Tiene una bandeja con lo que se supone que es mi desayuno.
-Buenos días.-Dice con el semblante serio. Seguramente mi padre le dijo que no hable conmigo más de lo necesario.-Aquí tienes el desayuno.
-Llévatelo.-Le ordenó mientras comienzo a cerrar la puerta.-No tengo hambre.
-Necesita comer,Yakiv.-Insiste del otro lado de la puerta.-Hace dos dias no come y sabe que su padre se molestara. Por favor,come.
-No tengo hambre,Anabel.-Le digo casi en un grito.-¡Dejame solo!
Luego de unos cuantos segundos escuchó pasos que bajan las escaleras. Yo me vuelvo a recostar sobre la cama y cierro mis ojos para poder intentar dormir algo.
Nunca para mi fue un problema el no comer. Cuando cometes una infracción en el colegio militar, dependiendo de que tan grave haya sido, te dejaban sin comer por días además de tareas adicionales. Yo llegue a pasar cinco días sin comer por haber insultado a uno de los coroneles de turno y haber intentado apuñalar a un soldado con un tenedor cuando vino a reprenderme.
Fue duro pero aun asi sobrevivi como el mejor y eso me hizo sentir mucho más fuerte. Por eso mi padre no va a poder romper mi orgullo y temperamento tal como quiere. Quiere que le pida disculpas por ser como soy, quiere que le diga que voy a cambiar y que seré "normal" como dice el pero no...no voy a darle ese gusto.
No sé en qué momento caí en un sueño profundo que me sumió en una pesadilla, como las otras noches.
Me encuentro caminando por el sendero del bosque por el cual solía caminar con Max para ir al lago a nadar pero este no esta como siempre. Está marchito...los árboles sin hojas con los troncos negros carbón,el suelo está frío como el hielo y siento como se me calan los huesos, escucho voces de fondo que dicen cosas que no puedo comprender; de repente escucho un grito agudo que me ensordece pero reconozco rápidamente de quien proviene...Max.
