La Pesadilla Del Grimm

Capítulo 6 Pulso de los padres

No soy dueño de Bloodborne o RWBY.

Un agradecimiento muy especial a los patrocinadores; su apoyo es el combustible que permite que mi creatividad arda aún más. Entonces, gracias a: E-Elf, Nut Guy y lee yang.

Espero que esta historia siga siendo digna de su apoyo.

Capítulo 6 Pulso de los padres

La introspección era algo letal.

Más aún cuando Jaune fue lo suficientemente tonto como para cometer tal acción durante el combate, pero el acto en sí conllevaba un riesgo oculto en la ciudad de Yharnam. Las cosas se esconden en la oscuridad de Yharnam, cosas siniestras, cosas crueles y había pocos lugares más oscuros, más discretos y más recesivos que las profundidades de la mente de un loco.

Después de todo, ¿cómo podría esperar llamarse a sí mismo después de que comenzara a disfrutar de la caza?

Comenzó como un alivio; él, a través de la suerte y la desesperación, lograría sobrevivir a un encuentro contra algún enemigo al azar y sentir esa ola de emoción que siguió a una oleada de adrenalina. Luego se convirtió en satisfacción, una lenta comprensión de que estaba mejorando y muriendo cada vez menos. El problema comenzó a surgir cuando cambió una vez más... cuando esa satisfacción se convirtió en gratificación y luego se transformó en orgullo por sus logros.

Entonces se convirtió en reivindicación.

Ahora se movía en silencio por las calles, conservando las balas y la sangre, y solo acababa con los pocos yharnamitas enloquecidos que se interponían entre él y su objetivo. Comenzó a pensar como un cazador, sus tácticas eran rudimentarias al principio, como matar a su presa en silencio, pero pronto comenzó a atraer a los oponentes a lugares apartados antes de enfrentarlos. Poco a poco... se estaba convirtiendo en un asesino más hábil.

La sensación de alegría que sintió cuando logró matar con éxito a las dos Bestias de la Plaga parecidas a lobos mientras solo consumía un único vial de Sangre no podía subestimarse. Todas sus muertes, sus asesinatos, sus esfuerzos y fracasos condujeron a este mismo momento. Podía ver la puerta en el otro extremo del Gran Puente y la salida de Central Yharnam. Todo lo que se interponía entre él y su libertad para progresar en su cacería no era más que un singular ogro y una manada de esos glotones cuervos carroñeros.

No había ningún lugar donde esconderse, por lo que no se molestó en hacerlo mientras se acercaba con sus armas listas, sus ojos rebotando entre sus objetivos con cautela. Llevaba la capucha bajada, sus mechones rubios engrasados ​​hacia atrás por una salpicadura de vísceras, tiñendo su color habitual de un asqueroso burdeos. Cuando se acercó lo suficiente, los pájaros obesos finalmente notaron que emitía una alerta con sus extraños ladridos.

La criatura ogra también se dio cuenta, y en el momento en que Jaune pudo distinguir incluso un indicio de sus grotescos rasgos faciales, atacó. El cañón de su pistola destelló y una bala de Quicksilver se disparó en su cabeza; la bestia emitió un rugido gutural en respuesta mientras cubría su rostro en agonía. Los cuervos se lanzaron hacia adelante, sobresaltados por el sonido, una ráfaga de plumas manchadas de sangre y picos extrañamente afilados. Pero Jaune estaba listo para ellos.

¿Cuántas muertes había tenido que hacer antes de que aprendiera a domar con tanta gracia y facilidad? ¿Cuántas veces había sido brutalmente asesinado por los residentes de esta ciudad plagada antes de que pudiera blandir su arma con tanta precisión? La respuesta fue intrascendente. Jaune bailó sobre el rápido asalto de garras y picos saltando, cada movimiento acompañado por un golpe de su Saw Cleaver.