Capítulo 4

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El pequeño salía del hospital con terror en sus ojos, caminaba perdido en sus pensamientos sin tener cuidado con quién chocaba o se encontraba, siguió del mismo modo sin parar, cuando tomó conciencia pudo darse cuenta que se encontraba en el bosque fuera de la aldea, comenzó a llorar con miedo y a temblar desesperadamente, su cuerpo se sacudía en movimientos involuntarios -soy un maldito fenómeno, un maldito fenómeno, un fenómeno -comenzó a golpear el pasto con coraje con su mano libre.

Un Nara había observado a la chica chocar con los transeúntes con total descuido, observó su rostro haciéndosele conocida, giró sus ojos tratando de ubicarla, él nunca olvidaba un rostro, se concentró en sus ojos que era lo más llamativo en la azabache, los abrió con sorpresa al reconocerlos, ¿no podía ser o si? la siguió con cautela al bosque hasta que la vio derrumbarse y comenzar a gritar y golpear el suelo desesperada, esa voz era inconfundible -maldita sea -corrió a su lado, lo abrazó con cariño -rubio, ¿qué demonios sucede? -el pequeño se apretaba a su amigo con desesperación -soy un fenómeno, soy un maldito fenómeno -el pequeño seguía en shock murmurando tonterías, observó en sus manos un papel, lo tomó y comenzó a leerlo mientras Naruto lloraba con desesperación. Shikamaru abrió sus ojos con sorpresa, respiró hondo sabiendo que gastaría su poco chakra -shunshin no jutsu-

El Nara apareció en la oficina de Tsunade quien al verlos abrió sus ojos con sorpresa, de inmediato se levantó -¿qué sucede Shikamaru? el pequeño se puso rígido al escucharla y comenzó a negar desesperado -no, no, noooo no me veas abuela -el pequeño se tapaba con miedo. La Hokage de inmediato identificó su voz y el mote cariñoso, se acercó con duda, vio al Nara quien le entregó un papel, la rubia lo leyó con velocidad negando sin poder creer, activó su ninjutsu médico, lo pasó desde su pequeña espalda -Naruto -el pequeño negaba desesperado -soy un fenómeno -Tsunade lo tomó de los brazos del Nara, lo abrazó con cariño -no digas estupideces, debo realizarte estudios, debe haber una explicación -el Uzumaki comenzaba a calmarse -avisaré a Jiraiya -el pequeño levantó el rostro con terror, comenzó a negar desesperado -no, no, noooo, se decepcionará de mi, no lo hagas abuela, por favor -la rubia negó con molestia -no digas estupideces y cálmate, Jiraiya te ama, eres su familia -el menor moqueaba calmándose un poco, limpió sus ojos mientras aún suspiraba, veía a la rubia esperando que dijera algo, la Hokage mordía su dedo con ansiedad.

-Es verdad que estás embarazado, yo misma te haré los estudios nuevamente, dime una cosa Naruto -el pequeño tenía el rostro hinchado de llorar -¿quién es él padre? -el rubio bajó la mirada con vergüenza sin querer responder, no sabía si podía meter en problemas al chico, no quería afectarlo, lo había hecho sentir querido, bonito y deseado por primera vez en su vida, tenía la esperanza de volver a verlo, aunque ahora no sabía si lo querría ver después de que se entere de esto, rascó su brazo con vergüenza, mordió sus labios reprimiendo un suspiro -no quiero decirlo -la rubia y el Nara lo vieron con sorpresa -tienes que decirlo -el pequeño negó -se encuentra en misión, cuando vuelva hablaré con él -la Hokage sobó su frente con cansancio -bien, que así sea -Shikamaru lo vio tratando de adivinar quién era el sujeto.

-¿Si no quieres decirlo es porqué probablemente lo conocemos o no quieres meterlo en problemas? -el menor asintió -mientras te decides a hablar te haremos estudios, puedo ver que el bebé está sano, obviamente estás de baja médica, no sabemos como tú cuerpo responderá, debería ingresarte al hospital para estar monitoreando el embarazo -el pequeño negó con miedo -me van a matar en ese lugar abuela, estaré en mi departamento -la rubia soltó el aire con culpa -malditos ancianos, descubriré quien provocó nuevamente a los aldeanos contra ti, no irás a tu departamento, debemos hablar, acompáñanos Shikamaru-

El rubio la observó, asintió con algo de miedo, sentía un gran hueco en su estómago, ambos comenzaron a seguirla, la rubia observaba para buscar si los seguían, Shikamaru hacía exactamente lo mismo, entraron al bosque trás el monte Hokage, Tsunade iba con demasiadas precauciones lo que puso nerviosos a ambos shinobis, cuando llegó a un claro usó sus manos para realizar sellos, un hueco en una barrera se abrió, los tres entraron, una sencilla casa de estilo oriental se podía observar -hay una razón por la que sensei nunca quiso decirte tu origen, tus padres eran shinobis poderosos, con demasiados enemigos, tu padre en especial era buscado por Iwagakure, con la recompensa más grande de las naciones ninja -ambos chicos abrieron sus ojos con asombro, el rubio no sabía qué sentir, pensaba que lo habían abandonado, escucharía tratando de no volverse loco como siempre lo hacía, no tenía humor de hacer una escena, sentía orgullo por esas personas, pero...

Deseo un cuento de hadas (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora