Capítulo 10

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El rubio respiró hondo, se colocó frente a la jaula, una voz grave y peligrosa salió -Naruto ¿dominaste tu odio? -el pequeño realizó una reverencia hincándose en el suelo, colocando su cabeza de igual forma, la voz del zorro le causaba bastante terror, pero no se rendiría. El zorro abrió sus ojos con molestia -¿vienes a robar mi poder? -el pequeño negó rápidamente -vengo a pedir su ayuda, este enemigo amenaza con capturarnos y lastimar a mis seres queridos, sólo quiero que me ayudes y… -el rubio mordió sus labios con un gran sonrojo -y si quisieras ser mi amigo, me harías muy feliz -el zorro afiló su mirada observando sus gemas azules, tratando de buscar verdad en ellos -¿por qué te ayudaría?, ¿por qué sería tu amigo? -el pequeño bajó el rostro -lo único que puedo ofrecerte es mi amistad, no puedo liberarte porque moriría, tengo un bebé que cuidar, el cual no quiero que sufra igual que yo, sólo quiero que seamos como Bee y Hachibi, me da algo de envidia ver su amistad-

El zorro analizaba sus palabras -¿por qué querrías ser mi amigo?, yo cree esa matriz, yo cree tu canal de parto, yo hice que ese embarazo se lograra, quería huir en el parto y dejarte sin importar si morías, ese maldito sannin intervino, sino hubiera estado ahora sería libre -el pequeño lo vio con sorpresa, bajó el rostro con algo de tristeza -eso lo sé, no te guardo rencor -el gigante se enojó -también asesiné a tus padres, ¿tampoco me guardas rencor por ello? -Naruto abrió sus ojos con sorpresa y terror, analizaba sus palabras con cuidado -pero sólo querías huir, tú no habías hecho nada y te capturaron, no te culpo, tal vez hubiera hecho lo mismo en tu lugar -el zorro agachó su cabeza a la altura del pequeño observando sus gemas, respiró hondo sacando de golpe el aire que golpeó el rostro del rubio quien lo vió con berrinche. kyubi se dio la vuelta dándole la espalda -haz lo que quieras -el rubio abrió sus gemas con sorpresa, sonrió emocionado, comenzó a levitar levantando su chamarra, con su mano arrancó la palabra sello, levantó su mano activando la llave -seremos grandes amigos, ya verás ttebayo -el zorro sonrió ligero ocultando su rostro.

Cuando el rubio giró la llave, el sello comenzó a girar -usa tus cadenas para asimilar el odio en mi chakra -el pequeño asintió, cuando las dos grandes puertas se abrieron, una gran energía lo golpeó con fuerza, Naruto se sintió superado por ese gran poder, pero no podía rendirse, tenía que regresar a casa a salvo por su bebé, tenía que encontrar al papá de su hijo y presentarle a Kenshin, tal vez podrían formar una bonita familia, no quería ilusionarse, lo más importante es que su bebé tuviera a sus padres aunque no estuvieran juntos, no podía obligarlo a estar con él, sólo había sido una noche de locura, de una hermosa locura a su forma de ver, sonrió recordando su trato amable. El odio comenzaba a querer dominarlo, se concentró en su bebé, en ese hermoso sujeto y lo que le hizo sentir, le hizo sentir que era querido, amado, deseado. El odio pasaba por las cadenas las cuales iban purificando el chakra, una coloración amarilla sustituyó a la roja que lo estaba dominando, siendo así que logró absorber y purificar el chakra.

Una luz blanca cubrió el lugar, el pequeño abría sus ojos con sorpresa y un poco de picor en ellos, ¿dónde estaba? dos luces comenzaron a tomar forma humana frente a él, cuando la forma se completó, el pequeño abrió sus ojos con sorpresa e ilusión, sus labios formaban un gran puchero el cuál temblaba con fuerza, ambos pares de brazos lo envolvieron con amor -mamá, papá, me han hecho mucha falta -el Uzumaki comenzó a llorar en sus brazos -lo sabemos cariño ttebane, lo lamento, debimos estar contigo -

El mayor besó su frente con amor -perdóname por sellar a kyubi en ti, pero siempre supimos que podías lograr todo lo que te propusieran, eres nuestro hijo -el pequeño abrió sus ojos en grande al ver la confianza de ambos en él y esa sonrisa llena de amor que le dirigían -te amamos tanto mi bebé, siempre hemos estado a tu lado aunque no nos vieras -Naruto puchereaba, soltaba lágrimas en sus brazos.

-¿han visto a Kenshin? -el rubio levantó su mirada con vergüenza -es hermoso ttebane, tan chiquito y calladito -el pequeño sonrió emocionado -creen que… mmm ¿quiera estar con nosotros? -Minato levantó un puchero -estás muy chiquito bebé, pero estoy resignado, además es adorable mi nieto -el pequeño sonrió divertido -queremos creer que ambos estarán juntos y criarán a ese hermoso muñeco que te espera en casa ttebane -el pequeño sonrió divertido, asintió, ambos lo abrazaron nuevamente, comenzaron a desaparecer -te amamos ttebane -Minato besó su frente con amor -desde que supimos que venías al mundo te amamos y siempre lo haremos, estaremos en tu corazón bebé -el rubio mayor apuntó su corazón, volvió a abrazarlo, ambos chakras comenzaban a desaparecer mientras el pequeño se aferraba a ellos con fuerza.

Deseo un cuento de hadas (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora