Capítulo Dos

573 72 90
                                    

Narrado por Howard Wolowitz

— ¡Mamá, estoy en casa!

Cerré despreocupado la puerta detrás de mí y me volteé para encontrarme con mi novia en el sofá con su agradable apariencia de muñeca amistosa. Digo aparentemente porque su dulce sonrisa era engañosa, sabía muy bien lo que escondía detrás de esa sutileza al tomar la taza del té que mi madre le hacía tomar. Lo depositó suavemente sobre la mesita del centro de la sala, y dedicó una expresión de tranquilidad a punto de catástrofe.

— ¿Dónde estabas? —Inquirió.

—Espera un segundo, creo que tengo un deja vú…oh no, es solo una película de horror que vi la pasada noche—tosí—.Había una escena similar a esta. Terminaba con un muerto.

—Te esperé en el almuerzo, toda la tarde, Howard. Toda la tarde—subrayó—. Mi padre quería conocerte, ¿por qué no apareciste? Sabes lo mucho que me costó conseguir esa cita con él, es un hombre jubilado y no le gusta salir—su voz se iba elevando cada vez con más intensidad y pensé que rompería los cristales de las ventanas por lo agudo de su tono.

—Lo siento—balbuceé—. Estaba con los chicos y lo olvidé por completo. Podríamos quedar otro día en su casa, no hay problema.

—¿En serio, Howard? —chilló—. Si no ves el problema creo que nuestra relación es la que está dañada. Deberíamos darnos un tiempo.

Me empujó el hombro al salir por la puerta y solo alcancé a musitar un dolido ¨Bernie¨ que no consiguió escuchar por la fuerza de sus pisadas. Podía ser pequeña, pero esa mujer armaba todo un gran espectáculo.

— ¡Howard! —Gritó mi madre desde la cocina— ¡¿Se fue Bernadette?¿Sabes si vuelve para la cena?!

— ¡No lo creo, mamá! —grité de vuelta.

¨No estoy seguro de que vuelva conmigo¨

En el apartamento de Leonard y Sheldon estaban comiendo pizza porque era jueves y eso decía en el loco horario programado para hacer la vida de Leonard miserable. Decidí comer un trozo de pizza mientras en la televisión pasaban una entrevista a algunos de los actores de Star Wars. Aunque miraba la pantalla mi atención estaba en otro lugar.

—No le digáis a Raj que terminé con Bernadette—pedí a los chicos.

—¿Todavía no se hablan? —Preguntó Leonard alzando una ceja—. Vamos, hombre. Es tu mejor amigo.

Hice un mohín abandonando el trozo de pizza elegido.

—En Londres encontrará a otro mejor amigo—resoplé—. Si es que ya no lo tiene, no recibí una sola llamada de su parte estando allá. Y cuando regresó, ¿por qué no llamó?

—Estaría ocupado con la boda y encontrando un nuevo trabajo—defendió Leonard pensativo.

—Ya. Espero que le vaya muy bien con ello—dije amargado.

—Caballeros—habló Sheldon irascible—. Estoy tratando de oír la entrevista y sus estúpidos chismes no me dejan concentrarme. ¿Podrían por favor hacerle honor al mutismo selectivo de Koothrappali y cerrar sus bocas?

—De todos modos tendrán que hacer las paces—continuó Leonard haciendo caso omiso de la petición de su compañero de piso luego de dedicarle un notable virón de ojos—. Invite a Raj a cenar esta noche.

Solté un quejido involuntario.

— ¿Qué? ¿Por qué lo dices hasta ahora? —bramé levantándome del sofá.

—Quería que fuera una sorpresa—sonrió Leonard.

— ¡Leonard! En esto estoy de acuerdo con Howard. Las sorpresas son horribles. Cuando era niño mi hermano me ¨sorprendió¨ lanzándome un sapo a las piernas mientras veía mi show favorito, no me gustó en absoluto esa sorpresa. De hecho, la odié y odio a los sapos. Son demasiado fríos.

Amor Incondicional ✔️ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora