CAPÍTULO 3: TAEHYUNG
- Debemos terminar, Taehyung.
Wang Taehyung dejó el cubierto sobre la mesa y miró fijamente a Steven, su novio desde hacía ya dos años. Al principio creyó no haber escuchado bien del todo, pero el silencio que los envolvió a ambos le dejó claro que las palabras que salieron de la boca de su pareja debían de ser verdad. O una broma. Esperaba que lo segundo.
Era miércoles por la noche y estaban cenando apaciblemente en un restaurante caro de la quinta avenida. Aunque no había una ocasión en específico, Steven lo había citado en ese restaurante porque quería darle una noticia en persona. ¿Terminar con tu novio era una noticia que debía tratarse en aquellas circunstancias? No le quedaba del todo claro.
- ¿Perdona? - logró articular, después de deglutir el pedazo de carne que masticaba lentamente.
Steven McKinnon pareció sorprendido y fastidiado a la vez, frunciendo el ceño en su tersa frente ancha y morena. En los segundos que siguieron, Taehyung bebió un sorbo de vino de su copa y después entrecerró los ojos, escrutando el rostro de Steven. Tenía un rostro apuesto, con la mandíbula definida, pómulos altos y espesas cejas; los labios (fruncidos) eran del color del durazno fresco y los ojos dos orbes color azul cielo.
Taehyung recordó la primera vez que lo vio, en aquella gala benéfica en la que él había sido presentado como modelo oficial de una marca muy famosa de ropa a todo aquél que quisiera conocerlo. Su agente, Hoseok, no había parado de bromear diciendo que era un hermoso diamante en bruto con un futuro brillante en el modelaje.
Taehyung había llegado a Nueva York con apenas veintidós años. Parte de la ayuda la había tenido de sus padres, que al principio no parecieron del todo contentos de que su tercer hijo hubiera preferido una carrera de modelaje y artista a una más elogiada, como médico o funcionario del gobierno.
- No soy Seokjin, padre - aún tenía en la memoria la imagen de absoluto enfado de su padre en aquel tiempo -. No puedes manipularme para que sea una extensión más de ti mismo.
No odiaba a su hermano mayor, que obedientemente había seguido las órdenes de sus padres desde que aprendió a caminar, sino que simplemente no congeniaba del todo con él. Seokjin era una persona bastante recta, con el fuerte sentido del deber y que se vestía fatal, como un señor, aunque apenas estuviera en sus treinta.
Al final de cuentas, sus padres le brindaron dinero suficiente para que pasara un tiempo en Nueva York, donde debía de valerse por sí mismo con el mínimo conocimiento del idioma y con un rostro bonito. Había sido difícil. Realmente jodido, pero en menos de un año se volvió uno de los rostros de Calvin Klein. Fue todo un caos en aquel tiempo, se la pasaba medio día en el estudio de las oficinas de Klein y la otra mitad entre clases de inglés, durmiendo o leyendo ávidamente lo que se decía de él en redes sociales. Taehyung había aprendido con el tiempo a ser menos tolerable, si bien poseía perfiles en diferentes redes sociales, no tomaba en cuenta los comentarios que le lanzaban con ofensas, o peor, amenazas contra su persona.
No era muy famoso en aquellos días, pero ahora tenía que escapar constantemente de los paparazzi o de ser intervenido por algún fan de su trabajo. Taehyung no sólo quería incursionar en el modelaje, también quería tener su propia línea de ropa y maquillaje masculino, y aunque era muy probable que se hiciera realidad en poco tiempo, por el momento se dedicaba a seguir cosechando fama y fortuna.
Siendo un joven extranjero en la ciudad de la moda como Nueva York, exitoso y adinerado, ¿por qué le importaba tanto que su novio lo estuviera botando, en ese preciso instante? Pensaba que era porque emocionalmente su vida amorosa siempre había sido un desastre y en más de una ocasión se sintió como que él era el culpable de que las cosas no siempre funcionaran. ¿Lo era? Suponía que en parte tener un trabajo que le consumía todo el tiempo del mundo y que a veces tenía que ser modelo en pareja de hermosos extranjeros musculosos no lo ayudaba del todo. Si bien Steven era un egresado de periodismo de la NYU no era ni mucho menos famoso, exitoso o demasiado importante para el círculo de Taehyung. Claro que él mismo había intentado en más de una vez en ayudarle a catapultarlo en la cúspide del periodismo, pero Steven se negaba una y otra vez. Al final Taehyung se dio por vencido, percatándose de que su pareja tenía muy poco sentido común.
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Something In The Rain
RomanceTres historias de amor. Tres hermanos. La vida de Jimin se ha desviado de lo que él cree que es el camino correcto: obedecer lo que sus padres y su novio le ordenan, pero cuando conoce a un enigmático trabajador de una pequeña farmacia, se plantea s...