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Iban adentrándose al palacio, y de inmediato las miradas curiosas, no se hicieron de esperar, todos querían ver quien era, él que venía en compañía del rey.

Jungkook cubrió a Jimin hasta la cabeza, el sol estaba fuerte y no quería que ésto le provocará ardor en su espalda, pero aunque lo que en realidad no quería era que alguien más lo observará.

Sabía que pronto correría el chisme, por todo el reino, de él y su acompañante, pero no le importaba, lo único importante era la salud del chico.

Su majestad, que pasa - Su guardia general caminaba a su dirección, al parecer confundido.

Yoongi, que bueno que te veo, luego te diré lo que ocurre, ahora solo necesito que vayas a las minas, y arrestes a Kai, luego te diré que hacer - Yoongi no preguntó nada más, hizo una reverencia y se alejó a cumplir la orden, de todas maneras a él nunca le había dado buena espina, la mano derecha del rey.

Jungkook llegó a las puertas del castillo, levantó un poco la capa que cubría a él lindo chico, casi se derrite cuando vió lo tierno que se veia el omega acostado en su pecho, su respiración era calmada, se había quedado dormido y no quería despertarlo.

Así que tomó las piernas del castaño, y las aferró aún más a su cadera, bajó con mucho cuidado de su corcel, sonrió al ver que había logrado con éxito su cometido.

Y con Jimin en sus brazos, caminó por los pasillos, hasta su recámara, en los pasillos se encontró muchas criadas del palacio que al verlos comenzaban a cuchicherar.

Al llegar a su habitación lo acostó boca abajo, sin despertarlo retiró la capa y de nuevo, volvió a sentir su sangre quemar, estaba tan lastimado, sentía el deber de protegerlo para siempre.

Salió afuera, a ordenar a uno de sus guardias que buscarán a la mejor curandera del palacio y la llevarán de inmediato a sus aposentos.

Regresó de nuevo, y pudo notar como el castaño empezaba despertar, y se quejaba seguramente por el dolor de sus heridas.

Tranquilo, tranquilo no te muevas - Jimin volteó su rostro para ver a la persona junto a él, y se sobresaltó.

Su... Su majestad me tengo que ir - Hizo el ademán de levantarse pero Jungkook se lo impidió.

Estás lastimado, deja que alguien traté tus heridas - Jimin negó con la cabeza frenéticamente y de nuevo intento levantarse, pero de nuevo fue detenido.

Pe- pero su alteza, no estoy presentable, no soy digno de estar aquí, además estoy ensuciando la cama con mi cuerpo - El castaño vio que el rey, no hacía caso a sus palabras y decidió contarle el motivo más fuerte por el cuál tenía que retirarse - Su.. su majestad tengo un hijo de cinco años, no me puedo dar el lujo de quedarme, por.... por favor déjeme retirarme - Suplicó con sus ojos acuosos.

No importa si estás presentable o no, no te dejaré ir en estás condiciones, y no estás ensuciando nada - Suspiro y apartó un mechón rebelde que caí en la frente del castaño con cariño - Así que tienes un hijo, ¿eres un omega? - En realidad lo supo desde que lo vió, pero nunca se imaginó que tendría un hijo.

Sí, si su majestad, tenga piedad déjeme ir - A Jimin no le importaba el dolor que sentía, tenía miedo de que Kai, hubiese escapado y quisiera hacerle daño a su hijo, ya que él se quedaba solo en su chozita, mientras él iba a trabajar.

¿Cómo te llamas? - Preguntó el rey

Me llamó Jimin, Park Jimin alteza - Jungkook sonrió satisfecho.

Encantador, ¿y tú hijo como se llama? - Jimin dudo un poco en responder, pero de igual manera lo hizo.

Park Siwon - A Jungkook se le hizo extraño que el niño tuviera el mismo apellido que el castaño, pero igual no quiso preguntar más, eso era suficiente.

Mandaré a dos de mis soldados a buscarlo, para que lo traigan junto a tí, así estarás más tranquilo, y en cuanto a tí, tienes prohibido irte lo harás hasta que estés bien, ahora quédate ahí que no tarda en llegar la curandera - Ordenó

Iré a dar la orden, tú descansa - Salió de la habitación y Jimin cerró los ojos, rendido.

Te Cuidaré ⛓️Kookmin⛓️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora