Capítulo V

412 76 20
                                    

Masaru colocó una taza de café en su lado de la mesa y un vaso de jugo frente a Katsuki. Lo miró atentamente mientras se dejaba sumergir por el silencio de su hijo. Estaba concentrado en su comida, revolviendo con la cuchara de forma aburrida, había recogido lo que pudo de su cabello en una coleta, las puntas rebeldes que se formaban hacia todos lados lo hacían lucir bien.

Tenía puesto su nuevo uniforme, por encima de la camisa colgaba la corbata sin anudar, los dedos de Masaru hormigueaban ante el deseo de atarla correctamente como siempre soñó. Pero se trataba de Katsuki, definitivamente lo odiaría.

—Vas con tiempo a la escuela, ¿quieres que te lleve o prefieres caminar? —Katsuki levantó la mirada hacia su padre por escasos segundos antes de volverla a depositar en su poco interesante desayuno. El silencio siempre era bienvenido por parte de Masaru, no le incomodaba mantenerse callado en ciertas ocasiones, pero ver a Katsuki tan desinteresado y, ¿molesto? Le estaba provocando inquietud—. Katsuki, ¿ocurrió algo tal vez?

—¿Ocurrir? —dijo con burla en la voz—No ocurre nada, deja la paranoia.

—No es paranoia, solo...Mira, Katsuki, puede ser cierto que no hemos compartido demasiado tiempo juntos como es lo debido, pero sigues siendo mi hijo, y un padre sabe cuando sus hijos no se encuentran bien o algo les sucede—Masaru intentó alcanzar las manos de Katsuki por encima de la mesa sin éxito alguno. Katsuki al instante las había bajado hasta su regazo— ¿Ha sido alguna discusión con tu madre?

—La vieja bruja no es el maldito problema—dijo Katsuki mirando a su padre—. Jamás lo es—murmuró entre dientes.

—Entonces es tu nueva escuela, ¿miedo?

—¡Jamás les tendría miedo a unos idiotas! —gritó enojado, su puño golpeó la mesa con fuerza provocando que su vaso de jugo tambaleara un poco—. Mierda.

—Entonces estás nervioso.

—Por la mierda, viejo, no me pasa nada parecido, ¿De acuerdo? No es la vieja bruja ni la escuela, es... No es importante, ¿Sí?

—Pero parece importante para ti, Katsuki, tal vez tenga la respuesta a lo que te molesta.

—Dudo que lo sepas.

—Puede que estés en lo cierto, como puede ser que te equivoques—Masaru sonrió ampliamente mientras se acomodaba en su asiento con los brazos cruzados encima de la mesa y la taza de café vacía a un lado suyo—. Pruébame.

Katsuki lo pensó un poco, por varios minutos que cruzaron eternos por el reloj él se quedó mirando a su padre atentamente, como si en su mirada pudiera encontrar la respuesta que esperaba. Lanzó un suspiro y decidió lanzar un tiro de prueba.

—Conocí a alguien hace unos días, en el centro comercial—Katsuki revisó la reacción de su padre, tenía la misma expresión de hace unos segundos, si estaba sorprendido no se notaba—. No hablamos mucho, me ayudó a escoger la ropa que compré ese fin de semana.

—Se escucha como una persona bastante agradable.

Katsuki recordó la sonrisa de Izuku y su cabello corto moviéndose por encima de sus hombros mientras le mostraba los ganchos con ropa en la tienda de Aizawa. Aclaró la garganta disimuladamente y continuó.

—Como sea, la volví a ver ayer en el parque. Y yo...por cierta razón terminé gritándole y, mierda...Debió darse cuenta.

—¿De qué? Tu mal carácter es algo imposible de ignorar—Masaru carcajeó suavemente mientras Katsuki le lanzaba una mirada de enojo y un gruñido—. Es broma, no te enojes. Pero no entiendo, ¿qué es eso que te preocupa que haya notado?

Corazón azul |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora