Héctor Bellerin

263 7 0
                                    

Me levanté como cualquier día para ir a trabajar. Me vestí con el uniforme que me dieron y desayuné. Tardé poco ya que me había quedado dormida y llegaba tarde

Me monté en el coche y puse rumbo a la cuidad deportiva. Trabajaba de fisio en el Barça. Hoy era la presentación de uno de los nuevos fichajes y me lo perdería ya que llegaba tarde

Llegué y entré. Justo acababa de terminar la presentación. Ahora me tocaba hacerle unas cuantas pruebas para comprobar que todo estaba bien y que podría jugar dentro de poco

-Hola-saludé sonriente a mi compañera

-Buenos días-me sonrió de vuelta

-Lo siento por llegar tarde, ¿ya ha acabado la presentación?

-Si, ya me ha venido Xavi a avisar de que se iba a pasar ya por aquí-asenti con la cabeza

Fui a coger mis papeles y a ver la información sobre este nuevo fichaje. Miré toda la información de la hoja y llegué al nombre

Me quedé paralizada mirando su nombre. Ese nombre... Se me formó un nudo en la garganta y empecé a ponerme nerviosa. Me tuve que agarrar a la mesa si no quería caerme

-Maria, ¿estás bien?-mi compañera se puso a mi lado

-Si, si-me tranquilicé y la sonreí

Me tocaba volverle a ver. Y no tenía muchas ganas. Había sufrido demasiado y ahora debería verle día sí y día también

Llamaron a la puerta y salí de mis pensamientos. Suspiré y miré a la puerta la cual mi compañera la estaba abriendo

-Hola, Héctor ¿verdad?-le saludó y este asintió

Entró por la puerta y al verme se le abrieron los ojos como platos

-Hola-le saludé por educación, porque por ganas no fue

-Hola-se rascó la nuca y se acercó a donde estaba

-Ponte aquí por favor, y quítate la camiseta-me empezaba a poner nerviosa

Él hizo lo que le pedí y me tuve que acercar a él para ponerle los parches. Intentaba no mirarle a los ojos, pero él no quitaba su vista de encima mía

Estábamos bastante nerviosos tanto él como yo

Intenté acabar lo más rápido posible en revisar que todo iba bien. Se fue y a mi compañera y a mi nos tocó revisar a los lesionados antes de irnos

Cerré la consulta y bajé al aparcamiento a coger mi coche para irme a mi casa después de este día tan largo

Fui a abrir la puerta de mi coche para entrar cuando una mano me agarró del brazo y me frenó

-¿Podemos hablar?-Héctor me miró con pena

-¿Sigues aquí?

-Te estaba esperando-intentó sonreir pero fracasó-por favor, ¿podemos hablar?

Levanté los hombros algo confusa pero acabé asintiendo. Había sido una persona muy importante para mí y no podía negarme

Nos sentamos en las escaleras. Al principio se formó un silencio bastante incómodo. Héctor me miraba de vez en cuando y yo solo apartaba la mirada

-Maria, quería pedirte perdón-empezó a hablar-sé que no acabamos bien por mi culpa y me arrepiento muchísimo

-Héctor, me has hecho mucho daño, sufrí mucho por ti. Me vine aquí a Barcelona para poder olvidarte, lo he conseguido. Y ahora vienes y revolucionas mi vida de nuevo

-Si te soy sincero no sabía que estabas aquí. Me dijeron que te habías ido, pero no sabía a dónde-asentí a sus palabras

-Mira, te he querido mucho, y no te digo que todavía no lo siga haciendo, pero ahora mismo no quiero nada, ¿vale?-asintió

-Por ahora solo necesito que nos llevemos bien. Obvio que me duele que tengamos que ser amigos, pero algo es algo-asentí yo ahora

Nos quedamos otro rato en silencio, aunque ahora ya no era incómodo. Me levanté y él lo hizo detrás. Fuimos hacia nuestros coches que estaban aparcados al lado

-Bueno, pues ya nos veremos por aquí-asintió

Me quedé parada, ¿ahora que deberíamos hacer? Gracias a que él dio el primer paso. Se acercó y me dio dos besos. Nos despedimos y nos montamos cada uno en su coche

Arrancó y se fue. Yo, sin embargo, me quedé sentada en el asiento mirando hacia el techo. Suspiraba varias veces seguidas. Con lo bien que estaba yo últimamente, ¿por qué tenía que volver de nuevo a revolucionar mi vida?

Dias más tarde...

Llegué como días anteriores a trabajar. Mañana los blaugranas viajaban a Alemania para jugar contra el Bayern de Munich y nosotras teníamos bastante trabajo hoy. Los jugadores se iban a pasar uno por uno y teníamos que mirarles a ver si podían ir o no

Nos dividimos los jugadores. Los números impares para mi compañera y los pares para mí

Bueno, pues no sé si fue destino o casualidad, pero Héctor fue el primero al que tuve que atender

-Hola-me sonrió. Se le notaba que estaba feliz por verme

-Hola Héctor-me mantuve firme

Se sentó en la camilla y se quitó la camiseta. Me puse nerviosa y él también. Seguía causando ese efecto en mí

Le miré, cada vez estábamos más cerca. La vista se me fue sola a los labios. No sabía porque le había dicho que no quería nada más que amigos cuando era más que obvio que seguía sintiendo cosas por él

Nos miramos los dos, juntamos nuestras caras y nuestros labios estaban a menos de tres centímetros

-Maria...

-Cállate-y si, le besé

Fue un beso bastante intenso. Habían pasado demasiados años desde que me fui de Sevilla, se notaba que los dos lo necesitábamos

-Olvida todo lo que dije el otro día, me encantaría darte una segunda oportunidad-sonrió en mi boca y nos volvimos a besar

Historias para contar [fútbol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora