Tus gritos incesantes al sentirte incompleta inundaban todo los pasillos y habitaciones.
Solo podía apreciar el desdén y odio que tus ojos marrones destellaban.
Miles de insultos vociferabas sin parar.
— Dannato demone dell'inferno ti odio.
— Amore mio, i sacrifici saranno ricompensati — dije en un suspiro largo, procedí a atarte de manos y taparte la boca.
Coloqué a Chopin para que pudiéramos relajarnos un poco, ningún proceso es sencillo.
Procedí a limpiar las heridas y mantener los requeridos cuidados.
Lágrimas y gritos ahogados salían de ti, incontenibles. Por un momento me hizo recordar a Anne, son tan parecidas.
Terminé y vende todo.
Es momento de comer.
La sopa ya está terminando de estar.
Me dirijo a la cocina, virtiendo el líquido caliente en tu plato favorito.
Vuelvo a la habitación y sólo te veo tratando de desamarrarte, pero es imposible.
Paras en automático al verme, sin embargo me sigues mirando con desprecio.
— La cena está lista, amore.
Me posiciono en un lado de la cama para poder alimentarte, a pesar de estar con tus ojos hinchados y tu cabello revuelto, no dejo de pensar que eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto.
Eres como la porcelana, frágil, mi pequeña Elisa.
Te quito la venda de la boca y el silencio sigue palpable en el aire.
Soplo el líquido, lo tomas.
Me escupes en la cara.
El líquido caliente quema mi cara, inconscientemente te abofeteo.
— Es lo mínimo que te mereces — dice con la voz cortada.
Me levanto en silencio y quedo parado sobre la puerta de la habitación.
— Esto me duele más a mí que a ti, Elisa.
Cierro la puerta de la habitación.
Me frustra el hecho de ver como mi hogar se fue desintegrando poco a poco.
Solo estoy tratando de mantenernos juntos, ¿qué acaso no lo entiende?
Elisa es la mujer con quien quería formar una familia, tener mi hijo, criarlo a mi imagen y semejanza.
Así como mi papá me crío a mí.
Ser una figura para él.
Lograr lo que mi padre no logró con Julianne, porque era una perra.
No puedo permitir que ese sueño se acabe.
3 meses después
Estamos recorriendo la laguna, la silla de ruedas se tranca de vez en cuando, pero sabes que haría lo que sea por ti.
Estas últimas semanas has estado algo más serena, aunque sigues sin hablarme.
En ocasiones te noto con la mirada vacía, me gustaría saber que piensas.
Tal vez pienses lo mismo que me he estado replanteando estas semanas.
ESTÁS LEYENDO
Elisa
Short StoryElisa son los pedazos de lo que un día fue una mujer, que ilusionada quiso formar su vida junto a un hombre cuyo pasado grotesco desconocía, mismo que hace de su vida un calvario sin fin. Elisa, es su obra maestra. Su Lo..., o su muñeca de porcela...