Pasaron aproximadamente 40 minutos desde que el pelinegro entró al baño, cuando finalmente decidió salir. Estaba más que consciente de que debía de enfrentar al castaño tarde o temprano, entonces decidió hacerlo ya mismo, lo único que deseaba era calmar su ansiedad.
Abrió lentamente la puerta del baño y fijó su vista en el pequeño bulto que se veía por debajo de las sábanas. Con cuidado se acercó tratando de no hacer ruido cuando pudo percatarse de que Jimin estaba durmiendo. Soltó un leve suspiro de alivio y se sentó en la esquina de la cama.
¿Y ahora qué?
¿Debería de despertarlo para hablar?
Sopesó un par de minutos todos los escenarios de las posibles reacciones que podría tener Jimin. De la cuáles solo uno le gustó. ¿Acaso es necesario decir cuál fue?
- Bien... — susurró acercándose al otro lado de la cama para poder estar cara a cara con el castaño. — Jimin... — lo llamó en un susurro mientras lo movía levemente de los hombros.
- Dejáme dormir, Guks. — gruñó entre sueños.
- Debemos hablar. Arriba. — siguió moviéndolo de los hombros.
- El día está para hablar, ahora dejáme dormir. — dijo girando su cuerpo, dispuesto a seguir durmiendo.
Con un pequeño suspiro de resignación, el pelinegro decidió que lo mejor sería volver al departamento del más bajo, dejarlo dormir y a la mañana siguiente charlar las cosas con más calma.
Tomó las prendas de Jimin esparcidas por la habitación y lo vistió con calma, intentando no perturbar su sueño. Al finalizar sacó sus auriculares inalámbricos de su billetera y los colocó en los oídos ajenos para así evitar que el ruido del bar molestara al castañito al pasar por ahí.
Haciendo un mínimo de fuerza, levantó el cuerpo ajeno que pesaba bastante poco considerando su altura y edad, y comenzó a encaminarse a la salida.
Al llegar al estacionamiento subió al castaño en la parte trasera el auto y con un suspiro cerró la puerta.
Está muy liviano, creo que tendré que obligarlo a comer, pensó mientras una mueca se formaba en sus labios.
Subió al asiento del piloto y emprendió camino hacia el departamento ajeno. Al llegar saludó al recepcionista, quién lo miró extrañado al ver como el pelinegro cargaba al castaño como si fuera una bolsa de papas, Jungkook simplemente le sonrió y se dirigió al ascensor, en donde pulsó el número de piso del castaño mientras intentaba hacer que este no se caiga de sus brazos.
Al llegar entró al departamento sin problemas con la copia de llaves que lo había dado Jimin en casos de emergencias. Fue directamente a la habitación del castaño, en donde volvió a quitarle sus jeans para que este pudiera dormir más cómodo; lo arropó con las sábanas antes de dejar un pequeño beso en su frente y finalmente retirarse del lugar.
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Little mistake • kookmin au
FanfictionUna noche de alcohol con amigos no puede salir tan mal, pensó Jimin. Se arrepintió al momento de despertar y encontrar que envió nudes al chico que le gusta estando ebrio. Vamos, ¿qué tan malo podría ser? Jimin tiene bonito cuerpo y no hay quien se...