Una noche de alcohol con amigos no puede salir tan mal, pensó Jimin.
Se arrepintió al momento de despertar y encontrar que envió nudes al chico que le gusta estando ebrio.
Vamos, ¿qué tan malo podría ser? Jimin tiene bonito cuerpo y no hay quien se...
Bien, debo admitirlo. Tae luce jodidamente adorable hablando con Hoseok. ¿Debería de estar celoso? Probablemente, pero no lo estoy. Si bien antes pude haber dicho que Hoseok no me caía bien... sorpresa, era mentira.
Lo que realmente pasaba era que me miraba mucho, y de alguna forma eso me intimidaba, eso hacía que me moleste porque solo una persona tenía el poder de hacerme sentir así... Taehyung.
Entonces ahora mismo debería de estar molesto por ver cómo Tae conversa tan amablemente con Hoseok, como si se conocieran de toda la vida, pero únicamente podía sentir una sensación cálida al ver la sonrisa de ambos. Lo único que me está molestando es el hecho de que ambos me están ignorando por estar tan sumidos en su conversación, ni siquiera puedo entender de qué están hablando y eso hace que me sienta aún más excluido.
Un par de minutos, cinco y luego diez. Comencé a golpear el suelo con impaciencia, ¿cuánto más? De hecho, ¿qué sigue haciendo él aquí? Jimin ya se había ido a la sala de prácticas y él seguía estando aquí. ¿No tendría que estar practicando también?
- ¡Sí! Y fue realmente genial cuando Juliette comenzó a ser hexenbiest también. Aunque realmente me dolió la forma en la que la obligaron a cambiar, pero sin dudas amé a Eva. — chilló Hoseok.
- ¡Yo también! Sin dudas es una de las mejores cosas que le pasó a la serie, aunque muchos estén en desacuerdo. — prosiguió mi novio.
Mi novio. ¿Por qué diablos estoy dejando que un tipo me robe la atención de Tae? Con un último suspiro de exasperación decidí interrumpir su entretenida conversación.
- Taehyung. — prácticamente gruñí.
- Mi amor. — sonrió el castaño sin percatarse de la mueca incómoda y triste que puso el chico de linda sonrisa.
Pero yo sí lo noté. Así que decidí usarlo a mi favor.
- Mi amor, ¿no íbamos a ver a Mimi? — sonreí cínicamente al ver como Hoseok desviaba la mirada en el momento en el que estampé mis labios en contra de los de Tae.
- Hmm, no lo creo. No quiero interrumpirlos. — festejé internamente.
- No sos molestia, Hobi. — sonrió Tae. Miente, sí lo sos quise decir, pero me contuve.
- ¿En serio? ¿No te molesta, Yoongi? — preguntó dirigiendo finalmente su mirada hacia mi persona.
Qué bonitos ojos, quiero que siempre me miren.
Sacudí mi cabeza en negación y sonreí forzosamente. — No lo sos. — mentí. Maldito mentiroso.
- Si es así. — sonrió de costado. ¿Está lloviendo? Porque siento que me mojé. — Entonces vamos.
Con toda la confianza del mundo pasó un brazo por mi cuello mientras que Tae pasaba el suyo por mi cintura y ambos comenzaban a caminar en dirección a la sala de prácticas.
Auxílio, me estoy derritiendo.
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