Capítulo 5

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  • Narrador omnisciente.

  En un rápido movimiento los labios de Jungkook se estamparon en conta de los de Jimin, y sin esperar un segundo más la danza comenzó entre ambas bocas, dando paso a sus lenguas para explorar la boca del contrario sin una pizca de timidez.

  Poco a poco el castaño comenzó a caer para atrás en la cama, recostándose en ella y atrayendo al pelinegro con él. Las caricias de parte del más alto no se hicieron esperar y se permitió deslizar su mano por esos lugares que con tanta intriga lo dejó después de ver ciertas fotos.

  Una de sus manos se metió por debajo de la camisa con agilidad, mientras iba amasando la cintura de Jimin, pasando su palma por las curvas de este y deleitándose con los suaves suspiros que soltaba entre los besos. Aventurándose bajó su mano aún más, llegando a esos gruesos muslos que lo estaban volviendo loco.

  - Mierda, Jimin. — siseó. — No sabía que podías ser tan malditamente caliente.

  El castaño estaba tan sumido en las caricias del más alto que ni siquiera pudo procesar las palabras de este, simplemente se limitaba a soltar leves gemidos y jadeos sin poder contenerse. Las manos del otro se deslizaban por su cuerpo sin detenerse y él no podía pensar en nada más que eso.

  De pronto los besos del pelinegro comenzaron a bajar por la mandíbula de Jimin, dejando un rastro húmedo al deslizar su lengua descaradamente por la línea de esta, llegando finalmente al cuello y dejando más besos húmedos en esta. Iba a seguir haciéndolo hasta que vio algo que llamó su atención y lo hizo detenerse.

  - Jimin, ¿qué es esto? — preguntó aún sabiendo bien lo que era.

- ¿Qué? ¿Qué cosa? — preguntó todavía perdido en la sensación de las manos del pelinegro.

  - Tenés un chupón, Jimin. ¿Quién te lo hizo?

  El más bajo se paralizó al recordar lo que había pasado unos minutos antes.

  - No es nada. — susurró.

  - No es nada. — repitió el más alto antes de sonreír con burla. — Si así lo querés.

  - ¿A qué te refe...? ¡Ah! — jadeó el castaño al sentir como la otra mano se Jungkook sujetaba fuertemente de su cuello.

  - Me voy a encargar de eliminar los rastros que cualquier otro hombre haya dejado en vos. - gruñó antes de atacar el cuello ajeno.

  Sin darle tiempo de responder, comenzó a dejar mordidas y succiones justo encima de la misma marca que ya se encontraba en la pálida piel. Sus manos volvieron a moverse y la que se encontraba en el muslo del más bajo se aventuró a la entrepierna ajena, dejando leves caricias por encima de la única tela de boxer que cubría la notable erección que había debajo.

  - Jungkook~ - gimió bajito el castaño.

  - Te voy a hacer sentir bien, Jimin. - susurró en su oído.

  Con un ágil movimiento el pelinegro tomó al castaño por la cintura y lo volteó para dejarlo boca abajo en la cama. No dejó que este protestara o intentara moverse, rápidamente tomó sus nalgas entre sus manos y empezó a amasarlas, estas cabían perfectamente en sus grandes manos, como si hubieran sido hechas para estar ahí. Con agilidad tomó las esquinas del boxer y lo bajó hasta lograr sacarlo, tirándolo sin prestar atención a dónde caía.

  El cuerpo de Jungkook se pegó a la espalda de Jimin, creando un leve roce entre su entrepierna y el trasero del más bajo, quien al sentir algo duro frotándose contra él no pudo evitar soltar un leve gemido. Los movimientos de cadera de Jungkook fueron aumentando, hasta que no pudo seguir aguantando y deslizó una de sus manos por debajo de la cintura del más bajo para volver a llegar a su erección, con un movimiento certero hizo que este levante sus caderas para poder tener mejor acceso y así mover sus manos más libremente sobre el miembro ajeno.

  Jimin soltaba gemidos y jadeos cada vez más altos al sentir como Jungkook comenzaba a acelerar la velocidad de su mano, llevándolo cada vez más al límite al sentir como deslizaba desde el comienzo de su falo hasta su glande, en donde dejaba leves apretones y caricias para volver a bajar y seguir con el trabajo manual.

El pre semen rápidamente se esparció por todo su miembro, facilitando así los movimientos del más alto, quien no dudó en bajar levemente su pantalón con su otra mano, sin detener sus movimientos en el miembro del pequeño castaño que se deshacía en gemidos debajo suyo. Al lograr liberar su hinchado y adolorido pene, comenzó a dejar leves caricias en él, acelerando cada vez más sus movimientos hasta llegar al mismo ritmo en ambas manos.

  - Jung...kook — logró pronunciar a duras penas el más bajo. — Voy a... voy a correrme.

  - Quiero ver tu linda carita cuando lo hagas. - jadeó.

  Con destreza volvió a voltear el cuerpo de Jimin, este se dejaba manipular como si de un muñeco de trapo se tratara. Al girar estuvo bastante sorprendido de ver que el pelinegro movió sus prendas para masturbarse al mismo tiempo.

  Jungkook acercó su cuerpo aún más al de Jimin, juntando así sus erecciones y comenzando a acariciar a ambas al mismo tiempo. El pre semen de ambos se mezclaron con rapidez y los movimientos del pelinegro aumentaban cada vez más.

  - Vamos, Jimin, correte para mí. — exigió. — Vamos, quiero ver cómo llegás a tu límite por mí, sé que querés hacerlo, ¿no es así?

- Mierda, sí. - susurró entre gemidos.

  Frunció el ceño y entreabrió los labios para dejar escapar más gemidos al sentir como el miembro del pelinegro rozaba con el suyo a medida que este iba aumentando la velocidad y dejando leves caricias en el glande de ambos, sin poder aguantar mucho más, se corrió soltando varias tiras blancas de semen y manchando la mano del pelinegro, quien no detuvo sus movimientos y siguió acariciando rápidamente, sobre estimulando al bajito, que comenzó a soltar chillidos a causa del gran placer que estaba sintiendo.

Para Jungkook, ver el rostro de Park y escuchar sus gemidos fue más que suficiente para correrse también y manchar el abdomen y parte de la camisa del cuerpo debajo suyo.

  Duraron unos segundos en silencio mientras intentaban regular sus agitadas respiraciones. Finalmente Jimin cayó en cuenta de lo sucedido y no tardó en ponerse rojo.

Acababa de correrse en las manos de su mejor amigo.

- Eso fue... — comenzó, sin saber cómo terminar su frase.

- Fue increíble, Jimin. — lo completó el pelinegro.

  - Realmente lo fue. — susurró, cada vez más avergonzado de la situación.

  - Creo que deberíamos de limpiarnos e ir a tu departamento. — murmuró algo incómodo el más alto.

  - Sí, hagamos eso.

Honestamente me estoy cagando de sueño, pero quería escribirlo porque no sé si después podré narrarlo de la forma que quiero, no sé si quedó bien de todos modos :(.

ily.
 

Little mistake • kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora