𝑄𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑜 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 ›Damian x Lector ‹

1

Día 0

Sentía frío, ¿Cambio la temperatura de mi celda? El frío se volvió un dolor. Me costó mucho abrir los ojos, me sentía fatigado, debe ser por el viaje del tiempo.

—Argh...

Al abrir los ojos estaba afuera, había nieve en mis manos, estaban un poco moradas, pero por que mis manos son más pequeñas.  Me levanté mi cuerpo dolía, mi estatura era mucho menor, y eso, ¿Acaso acabo de viajar en años?

—¿Dónde estoy? ..—Un niño de cabello azabache y ojos morados miraba sus manos, y aquel reloj de bolsillo.— [había pasado muchos años se me olvidó que mi vida era así, debo tener entre 4 a 7 años... Por qué aún sigo en la calle]... Primero debo saber que año y fecha es— el niño salió de aquel callejón, su ropa sucia un periódico estaba en el suelo.— tengo 6 años entonces, principio de invierno... [Objetivo 1... Llevar al experimento 007 a aquel orfanato y que ella tome mi lugar... Sera adoptada por un familiar de alto estatus... Y vivirá una vida tranquila en otro lugar... Objetivo 2, hacer que el agente no sea descubierto... Si el es descubierto nos buscarán y lograrán con el, y posiblemente mi viaje sea en vano]... Primero... Debo encontrar a Anya... Ella debe tener 4... A finales de invierno será adoptada... No debo perder mucho tiempo... [Necesito dinero... Y tú serás muy útil, aún no me lo han robado]

Mi estómago rugió, debía conseguir el dinero rápido, empecé a caminar entre las calles, los recuerdos vinieron a mi, finalmente encontré aquel lugar, aunque era muy probablemente me acusen de ladrón. Camine con seguridad, entre por aquella puerta.

—No tengo nada que puedas comer mocoso, así que vete.—dijo de forma gruñona un hombre casi de la tercera edad, había otros tipos en aquella tienda de antigüedades.

—No quiero su caridad señor, estoy aquí para vender esto.—dijo el niño sacando de su ropa vieja aquel reloj de bolsillo de plata y oro, el hombre lo miro desconfiado.

—¿De dónde sacaste un reloj así mocoso?

—[Mierda... Empezará a sospechar y tratara de regatear el precio] mi padre me lo dió antes de que me dijera que volvería... Pero tengo mucha hambre.—dijo el niño llorando, sus lágrimas caían.— por favor, solo quiero sobrevivir hasta el invierno...—dijo el niño ocultando su rostro el anciano sonrió con avaricia.

—Te daré un poco de dinero, está baratija no vale lo suficiente como para pagar un pan y sopa.—el niño miro al anciano, y trato de tomar su reloj.— ¿Que piensas hacer mocoso?

—[mierda... que debería hacer... hay pocas personas, no sé si se pondrán de mi lado] No, no puede ser posible, el reloj De mi padre es muy valioso, por favor devuelve mi reloj.

—Maldito anciano, está robando a un niño

—viejo avaricioso...

Las personas empezaron hablar mal del señor, este parecía avergonzado, pero hizo una mirada extraña a un hombre este asintió y salió primero, para luego darme el reloj, eso era una señal.

—Toma mocoso y largo de mi tienda.—dijo aquel hombre.

Salí de la tienda pero sabía que tratarán de robarme el reloj. Al poner un pie afuera empecé a correr, después de unos segundos escuché unos pasos. Pero por suerte ya no me siento tan cansado, por lo cuál pude desplazarme en espacios temporales , y perdí aquel hombre.

—Mierda... Ah... Estoy muy viejo para esto.—dijo aquel chico el cuál había corrido, el niño toco su estómago.

Inscribirme a un orfanato y buscar en cada uno a Anya, cabello rosa y ojos verdes.

[...]

Hice 34 intentos en cada uno de los orfanatos, y finalmente la encontré, estoy agotado de retroceder el tiempo. Sus ojos me miraron, tenía un brillo de alegría. Anya... ¿Cómo pudiste convertirte en eso?

—¿Convertirme?... ¿Por qué me buscabas?—pregunto la niña abrazando aquel peluche, el niño sonrió.

—Bueno... Creo que ya sabes que se tu secreto...—dijo el niño con una sonrisa amable.—[debo ayudarla a ser feliz... Y que no sufra]

—...—anya sonrió al leer la mente del niño.

[...]

Sacrifique el reloj, consiguiendo ropa mejor para Anya y también una muda de ropa para mi, cuando Loid venga. Y sobre todo extorsione al uno del orfanato para que Anya estuviera en uno de los primeros para la adopción. Saltar en el tiempo me agota mucho, sobre todo no pensé en nada que estuviera vinculada con ella cuando jugábamos juntos.

—¡_____! Anya quiere mucho a su amigo.—dijo con una sonrisa, el niño sonrió de forma cansada mientras bostezaba.—¡Anya  quiere jugar a los espías!

Ella hizo una forma con su mano, solté un suspiro, debo hacerlo para ella solo soy un niño de 6 años. En unos días sería el traslado de Anya vendrían aquel hombre.

—Yo seré el malo, y tú debes adivinar cuál será mi ataque.

—¡Chi!

[Varios días después]

Anya lloraba abrazándome, era su único amigo. Si supiera que su amigo es quien estaba planeando todo, trate de no pensar en nada mientras ella estaba cerca, objetivo 1 en proceso. También le aconseje que no leyera las mentes hasta que tuviera 12 años, y entendería muchas cosas.

Espero que Anya pase desapercibida, no había mucha comida en este orfanato, pero eso no me importaba, solo debo hacer twilight me escoja, y cumplir con mi objetivo y salvar a muchas personas.

—Carajo... Odio tener mi cuerpo tan pequeño.— se quejo el niño tratando de alcanzar una caja que estaba en la repisa del ropero que había subido el encargado.— Oye... Ven.

[...]

Con mi ingenió logré que ese estúpido cuidador pensará que era el más inteligente, me había cambiado a la ropa que me había comprado, me bañé con el agua helada, y finalmente lo conocí, un hombre alto y rubio sus ojos se posaron en mi sus ojos fríos me miraron de arriba abajo.

—¿Es o mejor que tienes?

—por supuesto, este mocoso es muy inteligente.

—...—El niño camino hacia Loid el cuál lo miraba, su mirada retadora formó una sonrisa en su rostro y soltó un suspiro.

—no es lo que busco...

—Señor... Soy lo suficientemente competente para ganarle en una partida de ajedrez, y pasar un examen.—el niño miro a twilight, sabía que esa información no podía haber Sido filtrada y si fue, ¿Cómo un niño de 6 años sabía eso.

—¿Un exámen? ¿Estás realmente capacitado para decir eso?.—el hombre miro al niño de forma fría, sentía que estuviera con alguien experto.

— ¿Por qué lo duda señor?