cap 5

5.1K 233 65
                                    

En el monte sagiri el ex pilar Urokodaki leía una vez más la carta que le enviaron, estába horrorizado por lo que decía, iba a escribir una carta para Giyu, tenía que hablar con él

Giyu:tu pié está herido no debes caminar

Yae:¡Ya sueltame, no me duele puedo ir sola!

Escucho a su alumna Yae a fuera de la casa discutiendo con alguien, salió a ver lo que susedia, sorprendiéndose al ver que la persona con la que Yae discutía era el mismísimo Giyu

Urokodaki: Giyu

Yae:.Maestro Urokodaki.. ¡Ya bajame!

Dijo intentando apartarse del cabello azabache, sentía tanta vergüenza a lucir tan frágil frente a su maestro, ya adentro Urokodaki revisaba su pié, no era nada grave pero aún así fue regañada por su maestro, luego Urokodaki y Giyu se sentaron para hablar

Giyu:¿Cómo a estado maestro?

Urokodaki:...

Giyu:¿Maestro?

Urokodaki:Tanjiro me envío una carta hace poco, dime, ¿Es verdad lo que dice?

Giyu tomo la carta de Tanjiro y la leyó, abrió sus ojos como platos cuando vio que hablaba de su castigo y de como casi muere de hipotermia

Urokodaki: entonces... ¿Es verdad?

Giyu:Tanjiro....

Dijo con frustración, iba a mantener esto en secreto de máestro pero el frentón arruinó sus planes, mantuvo la cabeza agachada sin saber que decir

Urokodaki:¡Responde Giyu!

Giyu:....S-Si... maestro....

Urokodaki:......................

Giyu: ¿m-maestro?....

Urokodaki se levantó apretando sus puños con ira, tomo su espada salió de la casa dirigidose a la cofradía, Giyu con algo de miedo fue tras el

Giyu:¡Maestro espere, ¡¿A dónde se supone que va?!

Urokodaki:¡cómo el patrón permitió eso!

Giyu:¡no lo hizo!, El se puso mal de golpe y los pilares lo hicieron a sus espaldas, ellos y los Kakushis me sometieron

Urokodaki:¿Y nadie hará nada después de esa gran falta? ¿no los castigarán?

Giyu:El patrón iba hacerlo pero le pedí que no lo hiciera

Urokodaki:¡¿Eh?!

Giyu:un escuadrón entero de cazadores murió asé poco, lo último que necesitamos es a los pilares fuera de combate, ¿Entiende?

Urokodaki escucho atentamente a su alumno se mantuvo quieto unos segundos hasta que finalmente desistió de su idea de buscar justicia por mano propia y regreso a casa con Giyu

Urokodaki:Es muy tarde, mejor quédate a dormir aquí

Giyu:si maestro

Por otro lado, Yae se encontraba sentada arriba de un árbol escribiendo una carta para el señor haganezuka, el herrero quien había echo su espada, el era muy apacionado con su trabajo seguro le hará una espada nueva con mucha alegría y amor

Eso es todo por hoy, espero que lo hayan disfrutado, feliz día

Las heridas de la tortura (Giyu Tomioka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora