cap 28

1.2K 87 10
                                    

Giyu mira a Kanao y a las niñas ofreciéndole comida, no tenia apetito pero intento comer para no preocuparlas.

Deseaba volver al monte sagiri pero aun no podía, no lo dejarían irse hasta que este totalmente recuperado, y así paso el tiempo, ese dia Shinobu le daba su medicamento.

Shinobu:Fuiste muy imprudente cuando nos enfrentamos al clan de la nevada infernal, pero al menos no moriste.

Giyu:si...

Shinobu:aunque ya no seas un pilar aun eres bienvenido en la cofradía, puedes quedarte un poco mas..

Giyu:No gracias, prefiero volver a mi hogar rápido.

Shinobu:a tu hogar? parece que la pasas bien con esa chica, me pregunto si te seguía gustando sin un ojo.

Giyu mira a Shinobu con sorpresa, penso que podrían curarla pero se equivoco, si tan solo hubiera llegado antes. 

Giyu:Yae...

 Shinobu:pero no deberías encariñarte tanto, ella no vivirá por mucho tiempo con ese nivel de poder, será doloroso para ti cuando ella muer-

Giyu:Por qué no te callas?!

Shinobu no dijo nada, solo sale de la habitación, Giyu no era como antes y Shinobu lo sabía, aunque cree que el castigo que le dieron fue justo, biendo todo lo que provocó piensa que fue un error, un error que le costó caro.

Giyu:ella no morirá...

Giyu se acostó en la cama para descansar, tenía muchas cosas en mente pero ahora solo necesitaba dormir. Días después Tanjiro y compañía regresaron e informaron sobre la muerte de el pilar del sonido, todos estaban impactados pero no había nada que hacer, sus esposas estaban tan deprimidas que se fueron dejando todo lo que tenían atrás, por otro lado Tanjiro estaba feliz y aliviado de ver a Giyu despierto. Finalmente Giyu se va de regreso al monte sagiri despidiendose de las niñas de la finca, del patrón, Genya, Tanjiro y Nezuko.

Shinobu:me alegra que estés bien.. siempre serás vienvenido en la Finca.

Giyu:adiós, pilar del insecto.

Giyu se despide de quien fue su primer amor, si compañera y alguien en que confiaba pero ahora solo es una extraña con la que debe convivir.

Shinobu:Tomioka...!

Ella lo ve partir sin poder detenerlo, ella comienza a recordar, Giyu siempre estaba solo y era ella con quien salía pasar tiempo, creía que no había manera de que Giyu mirara a alguien mas o que dejara de mirarla. sin embargo ahora es como si ella estuviera muerta para el, qué debía hacer? como podia arreglar su relación? Por qué no pensó las cosas mejor cuando podía?

Shinobu:Adios....

Con expresión lastimera Shinobu deja que Giyu se vaya, se culpa, se culpa a ella de que el chico quien le ofreció un consuelo en silencio por su eterno duelo ahora la deje de lado, si lo hubiera defendió... si aunque sea no hubiera participado en su castigo... Las cosas serían diferentes.

Aoi:Maestra.. estás bien? 

Shinobu:si... vamos..

En el monte sagiri las cosas estaban en calma, Yae salió a caminar, cuando entrenaba todo era ruidoso y feroz, pero ahora la tranquilidad reinaba en el lugar y le brindaba paz a su alma, Yae se tumba en el suelo sintiendo el aroma del lugar, permanece así un rato hasta que escucha algo acercandose, levanta rápido y se pone en guardia, sin embargo mientras ese algo más se acerca más fácil es ver quien es, Giyu se para frente a Yae. mirándola mientras la luz de la luna les da claridad.

Yae:Giyu....?

Pregunta sorprendida pensando en la posibilidad de que su mente la esté engañando, Giyu se alegra de verla, pero no puede aparte la vista de su rostro, sobretodo del parche que cubre la sona donde debería estar su ojo.

Giyu:Perdóname, No pude hacer mucho por ti...

Yae:No.. te disculpes, si no fuera por ti... estaría muerta, de hecho.. debo darte la gracias...

Giyu:eres mi compañera, no debes agradecerme por salvarte

Yae:No es solo eso! Yo... debo agradecerte por... despertar y volver con nosotros... por volver conmigo...

Yae y Giyu se acercaron, se miraron con intensidad queriendo decirse tantas cosas pero en vez de eso solo se abrazaron, felices de que incluso estando rotos pueden estar juntos una vez mas.

Eso es todo por hoy, espero que lo hayan disfrutado, feliz día.

Las heridas de la tortura (Giyu Tomioka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora