Después de desayunar G pensaba ir al lago y luego al bosque para continuar su investigación. Pero Javier tenía otros planes.
- Vístanse con la ropa más gastada que tengan, hoy vamos a limpiar el gallinero.
- Uuh lo siento. Yo tengo que hacer un recorrido por suministros- dijo Fede casi corriendo a tomar las llaves del auto.
- Y yo lo acompañaré -se apresuró a decir G- CJ también va -añadió después.
- Siempre vas solo, ¿Por qué ahora hay necesidad de que vayan los tres?
- Para... crear lazos, ya sabes, conocernos mejor -habló CJ.
- Bien, salgan rápido y vuelvan antes de la cena -respondió Javier quien sabía que era un truco para no palear mierda de gallina, pero de todas formas le pareció buena idea poner a los tres en un auto.
Los tres chicos salieron rápidamente de la casa y subieron al auto. Fede manejaba, G era la copiloto y CJ atrás.
Durante la ruta tuvieron que bajarse a despejar el camino varias veces, lo más difícil fue mover un camión repartidor de gas cruzado en la vía. G tuvo que meterse a matar a los redentores que aún seguían adentro y buscar las llaves inexistentes. Después de un rato encontraron una cadena en la parte trasera del camión, sacaron los tres cilindros de gas que aún estaban intactos y los subieron al auto, luego engancharon los vehículos con la cadena y lograron apartar el camión de la calle. Media hora después de aquella hazaña se encontraron con un pueblo que parecía estar abandonado.
Las chicas se bajaron a revisar las casas mientras que Fede avanzó unos metros en el auto en busca de alguna tienda, pero al no encontrar nada dio la vuelta y se reencontró con sus amigas. Recorrieron un par de cuadras matando a los redentores que se les cruzaban y tomaron todo lo que era necesario, papel higiénico, cepillos de dientes y dentífrico, rasuradoras, latas de comida, baterías, linternas, juegos de mesa, un telescopio y un flotador en forma de cisne. Volvieron al auto y continuaron su camino. Unos kilómetros más adelante se encontraron con un supermercado.
Durante todo el viaje a través del pueblo no vieron a nadie con vida y los redentores que rondaban eran pocos por lo que entraron con total seguridad al local.
En cuanto se cerraron las puertas sintieron un leve silbido y acto seguido una flecha pasó bastante cerca de la nariz de Fede. Se arrojaron al piso y se arrastraron hasta un pasillo. G asomó la cabeza para intentar ver la ubicación del atacante, por suerte CJ la jaló antes de que una flecha atravesara su ojo verde.
- Gracias.
- Te lo debía por la patada.
G ya sabía dónde estaba oculto el arquero, tomó su arma y comenzó a disparar en esa dirección para distraerlo, mientras que Fede y CJ avanzaron por el pasillo para darle la vuelta y atacar por atrás.
Luego de unos segundos que parecieron eternos el ruido paró. CJ apuntaba con su pistola a una chica rapada que tenía un arco en las manos.
- Arriba -ordenó Fede.
- Por favor. Vivo acá, estoy sola. Sólo defendía lo mío, yo...
- Dijo arriba -CJ cargó su arma.
La chica obedeció. Se volteó para ver a la tercera integrante de aquel grupo y quedó atónita.
- ¿Klein?... Soy Erika Gon...
- Sé quién eres. Y no te pone en una mejor posición -G apuntó a la cabeza de la otra rubia.
- Sé que tuvimos nuestras diferencias, pero yo era sólo una niña.
- Yo también lo era. Sabías perfectamente lo que hacías.
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Familia Apocalíptica
Science FictionCJ, Fede, G, Leonard, Cata y Javier son personas completamente diferentes que por distintas circunstancias terminan formando una extraña familia en medio de un apocalipsis zombie. - ¡Mierda! me quedé sin balas -anunció G mientras lanzaba su arma ha...