1.- El Inicio

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Hace poco menos de un año el mundo entero colapsó. Un grupo de científicos buscaba la cura para el Alzheimer, en los noticieros dijeron que estaban experimentando con el cerebro humano. Personas con principios de Alzheimer de todo el mundo se ofrecieron como voluntarios para que experimentaran con ellos, trataban de recuperar las conexiones neuronales, o al menos ralentizar la muerte de estas, inyectando un virus diseñado y modificado.

La investigación salió mal, hubo un accidente en la sala donde realizaban las mezclas químicas y terminaron creando un virus que puede revivir las conexiones neuronales primarias después de la muerte, decían que estaba todo controlado, pero una tormenta esa noche causó que un árbol cayera sobre el tendido eléctrico y provocó un corte de luz, el generador de emergencia tardó menos de un minuto en encender, pero esos segundos bastaron para que el sistema de aislación dejara de funcionar y el virus escapara, por desgracia no pudieron detenerlo a tiempo, se expandió sumamente rápido e hizo que los muertos quisieran salir a dar un paseo y, ¿por qué no?, comer algo en el camino. El problema es que les gustan los bocadillos de carne humana, fresca y ,de preferencia, que grite mientras la comes.

Al principio CJ sobrevivió con su familia; sus padres y su hermano. El primero en caer fue su hermano, estaban en un callejón sin salida, él era el más alto y fuerte de los cuatro, los levantó a todos uno por uno para que cruzaran el muro. Una vez arriba, CJ estiró los brazos para que su hermano pudiera subir, pero todos ya sabían lo que iba a pasar, Alex ni siquiera se molestó en tomar los brazos de su hermana, dio un paso atrás y les lanzó un beso, luego un grupo de al menos diez muertos lo devoraron, pero no quisieron quedarse a ver eso, continuaron con su camino.

Días después mordieron a su madre, y su padre, que no tuvo el valor suficiente para clavarle un cuchillo en la cabeza, se amarró junto con ella a un poste y dejó que le clavara sus dientes en el cuello. CJ se encargó de darles paz, quedando así, completamente sola. Vagó sin rumbo durante mucho tiempo, perdió la cuenta luego de los cinco meses y veintitantos días, en ese tiempo no habló ni vio a nadie, bueno, a nadie que estuviera vivo. Pero las cosas cambiaron cuando llegó a un barrio alto de una ciudad cuyo nombre no recordaba y en realidad tampoco importaba.

Eran aproximadamente las siete de la mañana, se extrañó de despertar tan temprano, pero tomó su mochila, se desató, bajó del árbol y continuó con su caminata sin rumbo.

Saltó el portón de un condominio y siguió caminando por la desolada calle, de repente una casa roja de ladrillos llamó su atención, tenía tres pisos, un garage y un gran patio delantero, con varios adornos, estatuas, luces y una fuente. Obviamente le perteneció a una familia rica, de esas con más empleados que almohadas en la cama y con hijos malcriados cuyos padres trabajaban tanto que olvidan sus rostros. No dudó en entrar para ver si tenían algo que fuera útil.

Cuando todo comenzó la gente se volvió loca, robaban y quemaban las casas, pero a pesar de que no se veía ni un alma, el lugar parecía no haber pasado por todo eso. Las ventanas de todas las casas estaban intactas y la mayoría de las puertas estaban cerradas, instintivamente buscó en el macetero que colgaba en el pórtico, ahí era donde su abuela escondía la llave de su casa, y tal parece que no era la única porque la pequeña pieza plateada se encontraba ahí oculta y cubierta de tierra.

Todo lo en el refrigerador estaba podrido. Si hace un año hubiera olido algo como eso probablemente hubiese vomitado al instante, pero ahora el mundo entero está sumido en la putrefacción y, por suerte para ella, tiene una gran habilidad para adaptarse al entorno. CJ uno, selección natural cero.

Encontró un par de latas de comida en la alacena, las puso en su mochila y siguió revisando. Tuvo que forzar la puerta del garage, entró y en la pared habían unas llaves colgadas, frente a ella había una Chevrolet Captiva gris año 2025, por un momento pensó en llevársela, pero no tiene un lugar a donde llegar y ella sigue la regla de "toma lo que necesites y deja lo demás" así que dejó las llaves dónde las encontró.

Subió al segundo piso, revisó cada habitación sin encontrar nada útil, excepto por una sudadera con el logo de NASA que le gustó. En el baño habían varios cepillos de dientes aún en sus envases, tomó un par y dejó los otros por si alguien más viene a revisar esta linda casa y los necesita. Abrió la llave de la ducha, solo para ver si había agua y al parecer era su día de suerte porque no sólo había agua, sino que también estaba caliente. Dejó su mochila junto a la puerta y se quitó la ropa, hace mucho que no tocaba agua caliente, luego de un largo baño volvió a vestirse, tomó sus cosas y bajó al primer piso.

Decidió tomarse con calma la suerte de encontrar esa casa, se recostó en la cama matrimonial que había en una habitación y apenas apoyó la cabeza en la almohada se durmió. Al despertar definitivamente ya eran más de las doce. Durmió cerca de tres horas, esto es lo único bueno de viajar sola y hacia ningún lado, pensó, puedo tomarme todo el tiempo que quiera.

Antes de salir de la casa, llenó unas botellas con agua para el camino. Ya estando en la calle volvió a pensar en llevarse el auto.

Alcanzó a dar un par de pasos en la acera cuando vio de reojo una sombra en la casa amarilla que estaba cruzando la calle, la puerta estaba abierta, pero no pudo recordar si ya lo estaba cuando entró a la casa de los Rich. Se quedó unos segundos mirando las ventanas, pero no había ningún movimiento, supuso que era su imaginación, pero antes de seguir con su camino la sombra volvió a cruzar corriendo por una ventana. Los muertos no corren.

- Otro sobreviviente.

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Holaa, espero que les haya gustado el primer capítulo❤️

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